La actriz, fallecida a los 89 años, interpretó papeles
arriesgados de gran complejidad
La carrera de Jeanne Moreau, nacida en París en 1928 y
fallecida en esta misma ciudad, se
caracterizó por una galería de personajes complejos y arriesgados, cuya
interpretación siempre supuso un reto para la actriz, quien llevó a la gran
pantalla la misma libertad e independencia de la que hizo gala en su vida
personal. Su lema podría resumirse en una frase que caía como una sentencia
lapidaria en sus entrevistas: «Vivir es arriesgarse».
Fue una de las musas de Luis Buñuel y Orson Welles que la
calificó como “la mejor actriz del mundo”
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