viernes, 25 de agosto de 2017

Sacan a subasta las escrituras de la tumba de Eleanor Rigby, la mujer a quien los Beatles inmortalizaron



En la velada se venderá también la partitura manuscrita original de la canción del cuarteto de Liverpool
El 6 de julio de 1957, dos jóvenes músicos llamados John Lennon y Paul McCartney se encontraron por primera vez en la iglesia de San Pedro, en Liverpool, la ciudad donde vivían. Lo que pasó después es historia de la música.
En el cementerio situado en el patio de aquella iglesia hay una lápida que señala que allí está enterrada Eleanor Rigby, una mujer fallecida en 1939 a los 44 años, y cuyo nombre inmortalizaron los Beatles en una de sus canciones.
La escritura de la tumba de Eleanor Rigby va a subastarse el mes próximo en Gran Bretaña, en una sesión en la que saldrá a la venta la partitura manuscrita de la canción que escribió Paul McCartney en 1966. Se espera que este documento se venda por 20.000 libras esterlinas (unos 22.000 euros), mientras que la puja por la escritura se estima que llegue a las 2.000 o 4.000 libras (entre 2.100 y 4.300 euros). La subasta se celebrará el 11 de septiembre en Warrington (Gran Bretaña) junto con otros objetos vinculados a los Beatles.
Al certificado de propiedad del terreno de la tumba y su recibo se sumará en el lote una biblia en miniatura, editada en 1899 y con el nombre de Eleanor Rigby en su interior.


La canción «Eleanor Rigby» se publicó en 1966; apareció como cara B del single «Yellow Submarine». Aunque Paul McCartney ha asegurado siempre que la mujer de la canción era ficticia, hace unos años apareció un documento de principios del siglo XX que demostraba su existencia: fue una criada que trabajó en el hospital de la ciudad de Parkhill y que cobraba un salario de 14 peniques.
Antes, en los años ochenta, se descubrió en el cementerio de la iglesia de San Pedro, en Liverpool, una lápida donde aparecía el nombre de Eleanor Rigby, fallecida en 1939 junto a su marido y a otros antepasados. McCartney y Lennon atravesaban aquel cementerio en alguna ocasión, y el primero admitió después que podía haberse inspirado subconscientemente en el nombre de aquella lápida.
La tumba fue adquirida por la abuela de Eleanor Rigby, Frances, en octubre de 1915, y la escritura la descubrió uno de sus familiares cuando recibió la herencia de dos hermanastras de Eleanor Rigby.
Según explica «The Guardian», cuando alguien compra un terreno en un cementerio adquiere un derecho para realizar entierros en él durante 99 años. Una vez que estos han concluido, no se pueden hacer más enterramientos hasta que la tumba no se compra de nuevo. Las leyes británicas permiten la perturbación de restos humanos 75 años después del último entierro completo en la tumba.
El último entierro realizado en la tumba de Eleanor Rigby fue en 1949, hace 68 años, así que en teoría quien compre la escritura en la subasta del 11 de septiembre tendrá derecho a ser enterrado allí dentro de siete años.

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El delito de ser gay entre Beatles



Brian Epstein, mánager y descubridor de la banda, murió hace 50 años, justo cuando el Reino Unido despenalizó el sexo entre hombres. Su drama es, desde entonces, un símbolo
Fue justo hace 50 años, en medio de lo que se ha dado en llamar el "verano del amor". Los Beatles habían entregado Sgt Pepper's Lonely Hearts' Club Band, arrasaban en todo el mundo con All you need is love y cientos de miles de jóvenes vestidos de manera estrafalaria y ataviados con flores en el pelo se reunían en San Francisco en un festival que glorificaba precisamente eso, el amor.Pero, por ley, de esa efusiva oleada de amor estaban excluidos todos los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del Reino Unido, donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo aún estaban prohibidas y eran perseguidas y castigadas por la ley. Ni siquiera Brian Epstein, el famoso mánager de aquellos cuatro chicos de Liverpool, el hombre que los descubrió mientras tocaban en el club The Cavern, el que pulió su imagen, se ocupó de lanzarles a nivel internacional y les hizo más famosos que el mismísimo Jesucristo, según la frase de Lennon, estaba invitado a la fiesta del amor.
Este domingo se cumple medio siglo exacto de la muerte (supuestamente accidental) por sobredosis de barbitúricos y alcohol del llamado "quinto beatle". Epstein falleció el 27 de agosto de 1967 con 32 años, en la más absoluta soledad, sin haber podido sumarse a la celebración del amor. Nunca tuvo una pareja estable y jamás reconoció públicamente su homosexualidad. No eran tiempos aquellos para andarse con tonterías: la misma legislación que en 1895 condenó al escritor Oscar Wilde a dos años de cárcel todavía seguía en vigor en el Reino Unido y el sexo anal podía acarrear la condena a cadena perpetua (hasta 1861, se preveía incluso la pena de muerte). Sólo en 1966, el año antes de la muerte de Epstein, más de 420 gays fueron condenados en Gran Bretaña por lo que legalmente se denominaban "actos de indecencia graves".


En aquel verano de 1967, y desde la entrada en vigor de esa legislación contra la homosexualidad, ascendían a más de 49.000 los hombres que habían sido condenados en el Reino Unido por esa causa, de los cuales se estima que 15.000 aún siguen vivos. Entre los hombres arrestados y encarcelados por homosexualidad durante los años 50 en Gran Bretaña, cuando la Policía decidió perseguir con mano dura esos comportamientos, no faltaban los nombres de relumbrón: científicos, matemáticos, artistas... Hasta Alan Touring, el responsable de descifrar Enigma -el código secreto utilizado por el Ejército nazi durante la II Guerra Mundial- fue condenado en 1952 por la famosa fórmula de "indecencia grave". Para evitar ir a la cárcel aceptó la castración química y siguió un tratamiento con hormonas femeninas. Dos años después, se suicidó.La legislación británica, sin embargo, no decía ni una sola palabra sobre el lesbianismo porque, cuando se redactó la normativa, las relaciones sexuales entre dos mujeres eran sencillamente inconcebibles.

CONFLICTO SIN RESOLVER



Varios museos de Barcelona siguen cerrados por la huelga de Ciut’art
Las Fundaciones Miró yTàpies, La Virreina y Pedralbes no han abierto este jueves
La huelga que los trabajadores de la empresa Cuit'art iniciaron el pasado 16 de agosto sigue afectando a las salas de exposiciones de la Fundación Miró, la Fundación Tàpies, Virreina Centre de la Imatge y Reial Monestir de Pedralbes, que hoy están cerradas.
El paro también afecta parcialmente al Disseny HUB, que garantiza el acceso a las exposiciones "David Bowie is" y "El mejor diseño del año del FAD", pero mantiene cerradas el resto de salas, y Arxiu Històric, que tiene abierto el espacio expositivo y cerrado el servicio de consulta y el de reproducción de documentos.
El Museo de Arte Contemporáneo (MACBA) ha estado cerrado una semana y ayer al mediodía sus responsables lograron abrir sus puertas y permitir el acceso gratuito de los visitantes, tal como habían intentado sin éxito en días anteriores.
Este centro ha vuelto a abrir gratuitamente hoy, mientras que el CCCB y el Museo de la Música han abierto con normalidad, según ha informado el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB).
La huelga la ha convocado el sindicato SUT, que representa a los trabajadores de la empresa Ciut'art, que se encarga de funciones de recepción, venta de entradas, servicios educativos y servicios de atención e información de visitantes.


El paro afecta parcialmente al Disseny HUB y al Arxiu Històrica mientras que el MACBA abre gratuitamente
diario la vanguardia