Adrián Domínguez es diplomado en Ciencias de la Imagen y
cursó estudios de Filosofía y Letras en la U.C.M. Trabaja como fotógrafo
profesional desde 1999 realizando encargos para editoriales, empresas,
productoras, etc. Realiza exposiciones nacionales e internacionales para
divulgar su trabajo personal. La próxima muestra de su serie Madrid popular
será expuesta (septiembre 2011) en una colectiva en Tokio, Japón a cargo de la
Real Sociedad Fotográfica de Madrid.
DETRÁS DE UNA FOTO | ADRIÁN DOMÍNGUEZ
DETRÁS DE UNA FOTO es una sección semanal de GEA PHOTOWORDS.
En ella, reconocidos fotógrafos profesionales, autores emergentes o estudiantes
de fotografía, nos comentan una de sus imágenes. Sus palabras, su mirada, su
agudeza y su captura, en definitiva, del binomio espacio-tiempo. Esta semama
con Adrián Domínguez en esta serie dedicada al retrato.
Mujer de Tagong, Tíbet.
FOTO © Adrián Domínguez
Esta fotografía fue realizada en la provincia de Sichuan. En
un ascenso desde las praderas del asentamiento de Tagong hacia las cordilleras
de Shaluli Shan a unos 3.500 metros de altitud y próximas a la frontera
política del Tíbet (la llamada por China, Región Autónoma de Tíbet, que
comprende solo una parte del Tíbet histórico ya que fue anexionado a otras provincias
chinas después de la invasión de este país).
Los núcleos familiares se diseminan por las montañas
haciendo de estas su modo de vida. Es un pueblo distante y reservado,
cualidades propias de su perfil nómada. Cubren afanosamente sus cuerpos para protegerse
del ardiente sol de estos parajes donde apenas el parco forraje se eleva sobre
la tierra. Viven en estructuras de lona y madera, pastorean con los Yaks, de
los que reciben su carne y su leche. Lanudos perros protegen sus moradas y los
caballos son su medio de transporte cuando no caminan por las laderas. Gentes
sencillas y generosas, que se resisten al avance del gigante chino. Actitudes
suficientes para apreciar la riqueza, fuerza y carácter que parecen absorber de
su agreste entorno y que no consideran cambiar por la comodidad de la vida
mundana.
En un descanso de la escalada aprecié a lo lejos unas
manchas de colores que se acercaban a nosotros, el galope de su caballo aceleró
el encuentro, se detuvo ante nosotros e intercambiamos algunas palabras
enigmáticas para ambas partes. Desde la seguridad del equino y el incógnito de
su rostro me permitió sacar esta foto para luego continuar si ignoto destino.