Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa (Albi, 24 de
noviembre de 1864 - Château Malromé, Saint-André-du-Bois, 9 de septiembre de
1901), conocido simplemente como Toulouse-Lautrec, fue un pintor y cartelista
francés, que destacó por la representación de la vida nocturna parisina de
finales del siglo XIX.
Toulouse-Lautrec se relacionó, entre otros creadores, con
Vincent van Gogh, Pierre Bonnard y Paul Gauguin, y de este último tomó algunos
rasgos estilísticos, como el uso de los contornos pronunciados. Pero las obras
que más influyeron en su peculiar estilo fueron las de Edgar Degas y las
estampas japonesas ukiyo-e. Del grabado japonés tomó la liberación del color de
toda función descriptiva, su extensión en amplias superficies y la línea
sinuosa, mientras que de los maestros del impresionismo admiraba especialmente
la captación de la realidad inmediata.
Hombre muy responsable de su trabajo, Henri de
Toulouse-Lautrec acudía puntualmente al taller o al estudio todas las mañanas,
lo cual no le impidió llevar una vida disoluta en el ambiente bohemio de
Montmartre, donde frecuentó cafés cantantes, teatros, prostíbulos y salas de
baile. Estos ambientes constituyen, de hecho, lo más peculiar de su creación
artística, en la que las bailarinas de cancán y los personajes de circo son los
protagonistas más entrañables.
En 1899, Toulouse-Lautrec fue internado en una clínica para seguir un
tratamiento de desintoxicación etílica. Allí profundizó en el estudio de
la luz artificial coloreada y en su estilo expresionista. A esta etapa
final pertenece En el Rat mort (1900, Courtauld Institute
Galleries, Londres), obra que retrata a Lucy Jourdain, amante de un
famoso barón, en el reservado de un restaurante. Las creaciones de esta
última época, tras una grave crisis de salud, están imbuidas de tintes
sombríos; el artista falleció prematuramente a los treinta y seis años
de edad.