domingo, 27 de octubre de 2019

Museo Picasso Málaga - Domingo 27 Octubre 2003


Los Reyes inauguraron el Museo Picasso de Málaga


"Málaga se lo merecía, y Picasso también". De esta manera ha resumido el Rey la impresión que le ha causado el Museo Picasso de Málaga,  La pinacoteca, que albergará 204 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas y grabados, procedentes de las colecciones privadas de Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y nieto del artista, se une a las ya existentes en Barcelona y París, consagradas también a la obra del malagueño. Picasso regresa así a su ciudad natal



El edificio que alberga el museo es en sí mismo una obra de arte. Surgido de la colaboración de los arquitectos Richard Gluckman, Isabel Cámara y Rafael Martín Delgado, mezcla tres estilos arquitectónicos: Renacentista, barroco y contemporáneo. Además, en el sótano se encontraron ruinas arqueológicas fenicias, romanas y medievales que también se pueden visitar. Está ubicado en el Palacio de los Condes de Buenavista, en pleno casco histórico de la ciudad. El Palacio fue declarado Monumento Nacional en 1939. La financiación del Museo Picasso de Málaga (66 millones de euros), ha sido asumida íntegramente por el Gobierno andaluz.




“Picasso llegó, muy temprano, a mi exposición en Percier, y nos presentaron.” Era 1931 y las comillas son de las notas manuscritas de Alexander Calder, el artista rememora el primer encuentro que tuvo con Pablo Picasso cuando llegó a París y mostró por primera vez su obra no figurativa. Picasso ya era todo un personaje en la capital francesa y Calder solo un recién llegado. "Me enteré de que él había estado en la galería Vignon (acude a las exposiciones nuevas con la esperanza de llevarse algo que pueda usar, imagino) ¡qué malo soy!", escribió el escultor estadounidense sobre la visita del malagueño en febrero de 1932 a otra de sus muestras, en este caso el debut de sus móviles, organizada por Marcel Duchamp.




Desde el Museo Picasso París han viajado 44 obras, algunas tan especiales como la gran escultura Mujer en el jardín (1930), una pieza de más de dos metros de altura de hierro pintado en blanco, o Figura, una amalgama de ganchos, cuerdas, clavos y una cuchara que el malagueño creó en 1935 por puro divertimento y que sale de Paris en contadas ocasiones.

"Es un diálogo de dos grandes artistas que tienen muchos puntos en común: ambos nacieron a finales del siglo XIX, sus padres eran también artistas y los dos, aunque de formas distintas, renovaron el arte y contribuyeron a la modernidad en el XX", ha comentado Émilia Philippot, conservadora jefa de la colección del Museo Picasso-París, también comisaria junto a su colega Claire Garnier y al director del MPM, José Lebrero.



Entre las 107 obras que integran la muestra, expuestas en salas diáfanas en torno a conceptos como Capturar el vacío, Dibujar en el espacio, En suspensión, La gravedad y la gracia o Cortar y plegar, pueden verse trabajos sorprendentemente similares como Cercles et signes I, una tinta de 1930 de Picasso, y la escultura Wooden Bottle with Hairs (1943), de Calder.