domingo, 31 de enero de 2016

¿Cuántas obras de arte hizo Picasso?



El catálogo razonado del autor malagueño supera las 15.000 referencias, pero algunos investigadores colocan su producción por encima de las 45.000 piezas

Cada dios tiene su libro sagrado y el de Picasso podría ser el catálogo elaborado por Christian Zervos. Una impresionante obra reunida en 33 volúmenes con más de 16.000 imágenes y cuya publicación se dilató entre 1932 y 1978. Tan magna empresa pasa revista a 15.691 obras del genio malagueño. El número se lo sabe de memoria Carlos Ferrer Barrera, doctor en Historia del Arte y especialista en la obra del artista malagueño. Eso sí, Ferrer advierte sobre la imposibilidad de poner coto numérico contrastado a la producción total picassiana. Tanto es así, que algunos investigadores sitúan la capacidad artística de Picasso por encima de las 45.000 obras únicas entre pinturas, dibujos y collages.
Ferrer Barrera, miembro del equipo del Centro de Documentación de la Fundación Picasso, ofrece más guarismos sobre la capacidad creadora de Picasso: los 2.024 grabados censados por Brigitte Baer; las 861 litografías reunidas la colección del Museo Picasso de Münster (Alemania); las 664 esculturas documentadas por Werner Spies; “al menos” 159 libros ilustrados; 175 cuadernos con dibujos; unas 4.000 cerámicas originales recabadas por el profesor de la UMA Salvador Haro; así como infinidad de fotografías y textos literarios. Más allá de las fuentes contrastadas, el resto de las especulaciones, no sólo numéricas, forma parte de la leyenda que suele rodear al artista, como aquello de que a veces prefería no firmar sus creaciones más improvisadas por motivos… que también forman parte de las interpretaciones más variopintas.



La fecundidad artística del malagueño, junto con la estratosférica cotización de su trabajo, desembocaron en una de las herencias más complejas (y millonarias) de la historia reciente. En su libro, ‘Picasso. Retratos de familia’ (Algaba Ediciones), su nuevo Olivier Widmaier Picasso, detalla el resultado de la catalogación realizada tras la muerte del artista en 1973. A saber:
1.885 pinturas.   - 7.089 dibujos.   - 1.228 esculturas.    - 6.112 litografías.
- 2.800 cerámicas.    - 18.095 grabados.- 3.181 láminas.
- 149 cuadernos con 4.659 dibujos y bocetos.              - 8 tapices y 11 tapicerías.

Olivier Widmaier Picasso relata cómo el abogado encargado de la catalogación “había estimado el valor de cada bien y de cada objeto, hasta el más pequeño (…) bajo la autoridad del administrador judicial”. La suma final: 695.915.026 euros.


La cifra bailó meses, incluso años después. Hubo medios que llegaron a publicar la cantidad quintuplicada. Y el asunto, como la propia extensión de la obra, se convertía en otro misterio en torno a Picasso. Un nuevo peldaño en su leyenda.

sábado, 30 de enero de 2016

Recuperado en Estambul un Picasso robado en Nueva York



La Policía turca ha informado este sábado de la recuperación de un cuadro del artista español Pablo Ruiz Picasso que había sido robado en un domicilio privado de Nueva York. Se trata de la obra 'Mujer peinándose', un óleo de 1940. Los policías consiguieron el cuadro tras una operación encubierta que duró un mes en el que se desarrollaron negociaciones con los ladrones. Finalmente se reunieron el viernes con ellos en una cafetería de la parte europea de Estambul y detuvieron a dos hombre. El lienzo fue recuperado en ese mismo momento, ha informado la agencia de noticias turca Anatolia citando fuentes policiales.
Los agentes encubiertos contactaron con los ladrones, que les pidieron 8 millones de dólares por el cuadro. Tras el regateo, ambas partes acordaron la compra por 7 millones de dólares.
El cuadro tiene aún escritos en la parte posterior los datos de su dueña, una neoyorquina, aunque ha sido ya remitido a la Universidad de Bellas Artes MImar Sinan de Estambul para ser examinado.
En la obra aparece en escorzo Dora Maar, musa y amante de Picasso durante la década de 1930. La mujer está desnuda sobre un suelo púrpura en una habitación verde oscuro y se está arreglando el pelo rizado.

Siempre SALVADOR DALI

El arte de un artista

jueves, 28 de enero de 2016

Monet y el festín de color en los jardines impresionistas



La Royal Academy de Londres muestra 120 obras sobre la naturaleza


Puede que sea Claude Monet (1840-1926) el artista que automáticamente se asocia con la pintura al aire libre. La figura esencial de los impresionistas dedicó su obra al paisaje desde sus primeros años en Sainte-Adresse hasta los últimos días de su vida en Giverny. Él mismo llegó a escribir que debía a las flores el hecho de haberse convertido en artista. Jardinero y horticultor devoto, sus cuadros de paisajes son un ejemplo de experimentación extrema que después inspirarían a los pioneros de la abstracción, pero también, sobre todo en la segunda parte de su vida, esos paisajes fueron una respuesta a las transformaciones y convulsiones de comienzos del siglo XX. Frente a la deshumanización de una sociedad industrial cada vez más agresiva y frente a la Primera Guerra Mundial, Monet optó por refugiarse en los paisajes con más vehemencia que nunca. La exposición que desde el 30 de enero y hasta el 20 de abril se puede ver en la Royal Academy de Londres, Painting the Modern Garden, tiene a Monet como eje central (35 lienzos) y sobre él (hasta un total de 120 obras) discurren todos los grandes artistas impresionistas, postimpresionistas y vanguardistas de principios del siglo XX. Paul Klee, Emil Nolde, Gustav Klimt , Wassily Kandinsky o Henri Matisse junto a los españoles Sorolla, Rusiñol y Mir son algunos de los grandes nombres.
nn Dumas, conservadora de la Royal Academy y una de las comisarias, explica que la finalidad es mostrar cómo el paisaje ha sido —y sigue siendo, opina— un campo de experimentación permanente para los artistas. El caso de Monet supone un hito en el género porque su entrega fue tal que adquirió profundos conocimientos de botánica. Y como gran hito de la exposición, además de los numerosos préstamos de colecciones particulares, señala el grandioso tríptico de los Nenúfares (1916-1919), que se ha podido reconstruir con obras dispersas en los museos de Arte Nelson-Atkins, de Kansas City, el Museo de Arte de Cleveland y el Museo de Arte de Saint Louis de Missouri.


Respuesta a la guerra

Estos grandes paneles agrupados en una sola sala guardan una estrecha relación con la panorámica que el artista cedió a la nación francesa en 1922 y que en la actualidad están alojadas permanentemente en el Musée de l’Orangerie de París. “Esta gigantesca obra ilustra como pocas”, señala Dumas, “la respuesta de Monet a la tragedia de la guerra; una época de sufrimiento en la que muchos artistas quisieron estar en el campo de batalla y otros eligieron responder con su pintura”.
La exposición estará organizada por temas, guiando al visitante por la evolución del tema del jardín, desde la plasmación de conceptos impresionistas de luz y atmósfera hasta escenas oníricas y de fantasía; lugares para realizar atrevidos experimentos; santuarios donde refugiarse y recuperarse; y, en definitiva, señales de un mundo en el que todo vuelve a su curso: un paraíso recobrado.
 La primera sala exhibe obras de Monet, Renoir o Pissarro. Las flores de los almendros, las dalias y los lirios ocupan al completo los lienzos de manera que los colores se funden en masas difusas de rojos, verdes, azules o amarillos. Después se muestran los jardines internacionales y la forma en la que las plantas originarias del nuevo mundo conviven en los tradicionales paisajes europeos. Los artistas construyen sus propios espacios verdes, como el alemán Max Lieberman o el español Joaquín Sorolla. La exposición incluye apartados dedicados a los bellísimos libros de botánica que conocieron y manejaron muchos de estos artistas. En numerosas vitrinas se da cuenta del origen de los volúmenes, quienes fueron sus propietarios y parte de la correspondencia que los artistas mantuvieron entre sí sobre el cuidado de las plantas. En uno de estos documentos se detalla el sistema de riego de Monet consiguió crear para sus jardines.