Un estudio de la Universitat de Barcelona y el Museu Picasso
halla pinturas subyacentes bajo óleos de la primera época del artista malagueño
Un dibujo de dos palomas, figura recurrente en la
iconografía de Picasso, se oculta bajo ‘Hombre con boina’, un óleo realizado
por el pintor malagueño en A Coruña, en 1895, cuando tenía 14 años, aún no
había pasado por la Llotja barcelonesa y estaba aprendiendo a pintar de la mano
de su padre, José Ruiz Blasco, pues estaba matriculado en el curso que este
impartía como maestro en la Escuela de Bellas Artes. Es una de las pequeñas
sorpresas que ha revelado el estudio de seis retratos de la primera época del artista,
llevados a cabo por la Universitat de Barcelona y el Museu Picasso, a través de
modernas técnicas de análisis con un laboratorio móvil (Molab), que permite
acceder a las distintas capas pictóricas que de otra forma no son visibles y
analizar los materiales y pigmentos utilizados.
En el estudio, enmarcado en el proyecto europeo Charisma,
además de ‘Hombre con boina’ se han analizado otras cinco piezas que forman
parte del museo: ‘Viejo’ (también de 1895 y pintado en A Coruña), ‘Autorretrato
con peluca’ (1900), ‘Carles Casagemas’ (1899-1900), ‘Hombre al estilo de El
Greco’ (1899) y 'Josep Cardona y Furró' (1899) -estos cuatro realizados en
Barcelona-. Este análisis permite abrir nuevas líneas de investigación, según
Reyes Jiménez, del departamento de Conservación preventiva del museo, pero
también plantea preguntas. ¿Es la citada pareja de palomas también obra del
joven Picasso (si fuera así serían las primeras que se le conocen) o bien pudo
formar parte de la escasa producción de su padre, en la que abundaban estos
animales y cuyo lienzo más completo se tituló ‘Palomar’? ¿Son las manchas que
los infrarrojos han revelado debajo del rostro de ‘Viejo’ restos de otra
composición?
DE SOMBRERO A PELUCA BLANCA
O bien, la pintura que surge bajo ‘Autorretrato con peluca’,
óleo que ha dado origen al proyecto, al manifestarse en él un juego de
superposición de imágenes que reflejan su plena integración en la sociedad
catalana. La imagen primigenia presenta un personaje con un sombrero de grandes
dimensiones; la siguiente es un autorretrato de Picasso con el pelo negro, y la
definitiva y visible en el cuadro es la que le muestra luciendo una peluca
blanca. ¿Quién lleva el sombrero? ¿Es Picasso o un contemporáneo amigo suyo de
los habituales de Els quatre gats que retrató de esa forma? Para Jiménez, el
hecho de que el malagueño reutilizara obras terminadas pintando sobre ellas
nuevas creaciones “no debe verse en términos de ahorro económico sino de
transformación de las imágenes y aprovechamiento de los colores, las texturas y
los distintos brillos y formas de la obra pintada anteriormente”.
En 'Hombre al estilo de El Greco’ ya se sabía que había otra
obra debajo. Es un personaje masculino de espaldas, que conecta con su época en
la escuela de la Llotja de Barcelona, cuando pintaba desnudos del natural. El
análisis muestra que Picasso cortaba trozos de telas acabadas y los
reutilizaba. En el caso de ‘Josep Cardona y Furró’ han aparecido otros dos
trabajos, un interior con escenas de enfermos y un paisaje urbano similar a los
numerosos que realizó de azoteas de Barcelona.
Bajo el retrato de ‘Carles Casagemas’ se ha hallado una
composición con tres colores (azul arriba, verde en medio y ocre en la base)
que podría ser un paisaje del estilo que pintó en Horta de Sant Joan. Este
óleo, que fue restaurado en los 70 con técnicas muy distintas a las actuales,
está en muy mal estado de conservación y el estudio ha permitido determinar el
motivo: Picasso utilizó una capa de blanco de plomo que provocó que la imagen
de su amigo que pintó encima se haya resquebrajado.
ANTERIORES ESTUDIOS
El estudio presentado este lunes por Jiménez y por José
Franciso García, de la UB, continúa la línea del Museu Picasso dedicada a
estudiar la colección del centro, que ya ha presentado en años anteriores
diversas conclusiones que han descubierto otras pinturas ocultas bajo lienzos
del malagueño y relaciones entre sus obras. En el 2013, por ejemplo, revelaron
que bajo la capa azul de 'Azoteas de Barcelona', se oculta una pareja desnuda,
clave para seguir el proceso creativo de una de sus obras maestras, 'La vida'.