Una exposición en el Grand Palais profundiza en la vida y
obra del padre de Tintín, que fue bastante más allá del cómic para acercarse al
arte contemporáneo
Cuando en 1969 preguntaron a Hergé qué futuro preveía él
para el cómic en el año 2000, el creador de Tintín expresaba su deseo de verlo
convertido «en un medio de expresión de pleno derecho, como la literatura o el
cine ». Casi medio siglo después, el Grand Palais consagra una retrospectiva al
artista: su obra como dibujante, sus incursiones en el mundo de la pintura
abstracta, su fascinación por las artes primeras o sus gustos de coleccionista.
Uno de los méritos de esta exposición, que se titula simplemente «Hergé», es el
descubrimiento de aspectos como su pasión por el arte contemporáneo. Esta
admiración le llevó a reunir una colección audaz y vanguardista, con obras de
Roy Lichtenstein, Serge Poliakoff, Jean Dubuffet, Andy Warhol yLucio Fontana,
entre otros.
Audaz y vanguardista
«Se comprende muy bien qué ha podido encontrar un dibujante
de cómics en un tipo de artistas como Wahrol o Lichtenstein», comenta Cécile
Maisonneuve, asesora científica de esta exposición, «pero hay también cosas
sorprendentes por su carácter audaz y vanguardista, como las obras de Lucio
Fontana o Jean-Pierre Raynaud». Cuando Hergé comienza a comprar las creaciones
de Fontana, éste no es un artista todavía reconocido, al contrario, incluso
algunos críticos se burlaban de su obra.
Los gustos artísticos de Hergé van apareciendo en sus
primeros álbumes de Tintín, desde los años 30. Comenzando por «L’Oreille
cassée» (1936), en el que cita una pequeña estatua que había llegado a Bélgica
para ser expuesta. se trata de una estatuilla de la cultura Chimu procedente de
Perú, y presente estos días en el Grand Palais. Estos guiños a sus gustos
artísticos se prolongan hasta la producción de la última aventura de «Tintín y
los pícaros», en la que introduce varias obras de arte, «como la que se ve en
la villa a la que llega el capitan Haddock, en San Theodoros, en la pared hay
una obra abstracta muy en la línea de la obra de Serge Poliakoff, que por
aquella época colecciona», comenta.
Hergé quiso también seguir los pasos de los artistas que
admiraba y, en los años 60, cogió los pinceles para dedicarse unos años a la
pintura. Para Cécile Maisonneuve, esta producción del virtuoso del cómic «puede
sorprender al gran público porque es una creación que no tiene nada que ver con
su trabajo de dibujante». La obra pictórica de Hergé es abstracta, algo
inesperado de la parte de un genio de la figuración. Son unos cuadros en los
que trabaja el color y la materia. «Se trata de un ejercicio de estilo aplicado
en el que parece que Hergé va rindiendo homenaje a los artistas que admira como
Miró, Klee, Van Lint...». Pero el artista, «consciente de sus límites»,
renuncia pronto a seguir por esa vía. La exposición del Grand Palais acoge el
mayor número de planchas originales reunidas a día de hoy de Tintín. Es también
la ocasión de redescubrir la influencia que ejerció sobre Hergé ,su primer
contacto con la cultura china a través de su amigo Tchang Tchong-Jen, que le
inspiró el personaje de Tchang en Le Lotus bleu, y sus épocas más atormentadas.
Como todo hombre, Hergé fue un artista que atravesó etapas
difíciles, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial, y la fase de depuración
que él mismo sufrió por haber triunfado durante la Ocupación. Tras la
liberación de Bélgica fue detenido en cuatro ocasiones. Le reprochaban haber
seguido trabajando para «Le Soir» cuando estaba en manos de los nazis, y le
prohibieron publicar sus dibujos, aunque un año después se cerró su dossier y
le permitieron seguir publicando. Este periodo también quedó marcado por la
aparición de nu nuevo personaje clave, el capitán Haddock, que aparece por
primera vez en el álbum «El cangrejo de las pinzas de oro». Otro aspecto poco
conocido de Hergé es su incursión en el mundo publicitario, y esta exposición
es la ocasión de descubrir una lección de grafismo.
- Dónde: Grand Palais. París.
- Cuándo: hasta el 15 de enero. Todos los días salvo los
martes.
- Cuánto: 13 euros.