jueves, 19 de abril de 2018

Un Dalí desconocido sale a subasta





Tres dibujos realizados en 1926 y 1927 salen ahora a la luz tras permanecer años ocultos


Hay muchos cajones que todavía permanecen cerrados, carpetas de las que se nos oculta su contenido o armarios que siguen con la llave puesta. El próximo 10 de mayo se ponen en manos del mejor postor tres dibujos de Salvador Dalí que permanecían lejos de nuestros ojos, perdidos entre las páginas de un libro. Será la barcelonesa casa de subastas La Suite la encargada de buscar nuevo propietario para estas piezas.
Pero, ¿qué información nos proporcionan estos dibujos? Pues nos ayudan para conocer algo más al joven Dalí, aquel que acaba de ser expulsado de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y que ya ha demostrado que puede escandalizar con su manera de entender el arte. Es el Dalí que sigue a Picasso, pero que también se está acercando al surrealismo gracias a las corrientes vanguardistas que ha conocido de primera mano en la Residencia de Estudiantes, aquella casa en la que ha conocido a dos personas que serán imprescindibles en su formación: Luis Buñuel y Federico García Lorca.





Vayamos por el cineasta aragonés porque su huella parece visible en dos de los dibujos. Uno de ellos es una mano con hormigas fechada en 1927, un tema muy habitual en ese Dalí, un anuncio de la putrefacción. Buñuel la hace suya en una de las escenas más conocidas de «Un perro andaluz», la película con la que debutará tras la cámara con la intervención directa de Dalí.
En otro dibujo nos encontramos ante un torso femenino del que destaca un brazo casi musculoso en el que se marcan las venas. Esta obra se publicó pro primera vez en el número de octubre de 1927 de «La Nova Revista», una publicación en la que Dalí colaboró tanto como dibujante como escritor. Ese brazo remite a dos óleos de la misma fecha: «Aparato y mano» y «La miel es más dulce que la sangre». Esta última pieza ha sido estudiada por varios expertos, entre ellos Agustín Sánchez Vidal, quien ve en un personaje musculoso y con brazo parecido al de este dibujo una representación de Buñuel, boxeador en la Residencia de Estudiantes.
Nos queda un último original daliniano, probablemente el más delicado de todos en su ejecución. En él podemos ver la honda huella dejada por Picasso en Dalí. No se puede olvidar que el dibujo es de 1926, año en el que pudo conocer personalmente el de Figueres al genio malagueño. Pero hay algo más en este boceto que merece la pena ser destacado. Es un personaje sentado en un café, un apunte daliniano de alguien cercano que mira al artista mientras posa para él. ¿Quién es? La forma redonda de la cabeza es la misma que tenemos en algunos de los cuadros del Dalí de 1926, como «Naturaleza muerta al claro de luna» o «Invitación al sueño». Es un homenaje al gran amigo del pintor, es decir, es García Lorca.