lunes, 25 de diciembre de 2017

La cerámica vuelve a estar de moda



Si aceptamos que las últimas tendencias siguen surgiendo en Londres hay que tener en cuenta que la cerámica es allí el material de moda y los ceramistas, los diseñadores más deseados.
El ‘Remembrance Day’ conmemora cada año el final de la I Guerra Mundial. En 2014 ese día, también llamado Poppy Day, porque los británicos lucen amapolas rojas en sus solapas, la Torre de Londres se llenó con 888.246 amapolas… pero de cerámica. La idea fue obra del artista Paul Cummins y su particular homenaje a los caídos en la guerra ha consolidado una tendencia que parece haber llegado para quedarse, la de la cerámica como manifestación artística. Inglaterra siempre ha gozado de una amplia tradición ceramista. No en vano, tanto el Museo de Londres como el Victoria and Albert Museum albergan sendas colecciones que son el orgullo de sus conservadores.


El renacimiento de esta disciplina milenaria lo demuestran las numerosas iniciativas que pueden encontrarse en la capital alrededor de las figuras y objetos de barro. Se multiplican espacios en los que pintarlas, o directamente diseñarlas, siempre que la pieza tenga alguna referencia a ‘Alicia en el País de las Maravillas’ como Wonderland Ceramics (237 Victoria Park Road); o cafés dedicados por completo a este arte y su expresión más contemporánea como Punk Me Up Ceramics Café (34 East Dulwich Road) o el Biscuits Ceramics Café (3-4 Nelson Road, en Greenwich). También se pueden encontrar estudios de artesanía que solo hacen piezas de cerámica e iniciativas académicas para devolver a la disciplina el esplendor del que gozó en el pasado y que ahora parece renacer debido también, en parte, a la sensibilidad post crisis económica que valora la artesanía, la fragilidad y la delicadeza que caracterizan a los objetos de alfarería.
De hecho, una de las escuelas ceramistas más en boga habla de su espacio y de su propuesta como “un sitio para hacer del mundo un lugar mejor”. Estos neoalfareros están promoviendo que un paseo por cualquier mercadillo de Londres se esté convirtiendo, poco a poco, en un destino habitual en el que contemplar cómo los artistas más jóvenes y rompedores están apostando por un arte cuyo origen se sitúa en el Neolítico. En los puestos de Covent Garden, Portobello, o Spitalfields no tienes que buscar cerámicas contemporáneas, la encontrarás sin esfuerzo.

Los nuevos usos que los ceramistas ingleses pretenden darle a sus obras son heterogéneos; absolutamente cualquier cosas es susceptible de tener su réplica en este material. Pero lo relevante, más allá de la funcionalidad de los objetos, es su significado artístico y cultural: el rescate de un oficio añejo en una de las ciudades más modernas del mundo y la vuelta del aprecio por lo sencillo.

Recientemente, ‘It’s nice that’, una de las publicaciones más vanguardistas e influyentes en lo que a cuestiones sobre el arte y la creatividad se refiere, hablaba del ‘pottery’ no solo como la disciplina del momento, sino como el arte que muy pronto todos querremos volver a tener en nuestras casas y que, afortunadamente, todavía no es prohibitivo adquirir si buscamos propuestas de artistas emergentes que están modificando los acabados y procesos de la cerámica, y también sus sinergias.

Ferias sobre cerámica contemporánea como la Ceramic Art London, que se celebra todos los años en Londres están fomentando esta nueva ola de apreciación por esta manifestación artística, de la que hemos encontrado huellas desde antes de que existiera la historia. La próxima vez que paseando por Londres encuentres un pequeño puesto que exponga esculturas, tazas, lámparas, jarrones o cajitas dedica unos minutos a observarlas y a tratar de encontrar la razón por la que todo indica que este arte seguirá vigente muchos años más.

Cerámicas clásicas
Reino Unido siempre ha sido un lugar destacado en lo que a producción de cerámica se refiere. Son ya clásicas las producciones de Stoke-on-Trent, zona en la que tradicionalmente existe una enorme concentración de artesanos de la porcelana inglesa. No es difícil planificar una excursión hasta allí y una vez en el destino podrás ver fábricas de marcas emblemáticas como Wedgwood, Spode o Royal Doulton, entre otras muchas.
Los nuevos nombres propios
Dicen los expertos que corras a hacerte con una pieza de Angel Oloshove antes de que se corra la voz de que es un genio que destaca por su personal uso del color. Saskia Pomeroy es conocida en el mundo del arte por dedicarse al mundo del diseño gráfico y la impresión en textil, pero la moda de la cerámica también ha llegado a su estudio y sus objetos alegres y algo naif están cotizándose cada vez más. Como los de Sean Roy Parker, un artista londinense que está convirtiendo sus tiestos en el objeto de deseo de medio mundo.