Una exposición en Viena recuerda el estrago y las
injusticias que provocó la llegada del ejército de Hitler a la ciudad hace
ahora 80 años
Ópera de Viena
El 11 de marzo de 1938, mientras las tropas de Hitler
preparaban su entrada en Austria, en la Ópera de Viena se representaba «Eugen
Onegin». La obra estaba dirigida, coreografiada y, en gran medida, cantada por
artistas judíos.
En los días siguientes, comenzó la expulsión de 105
trabajadores del teatro por no cumplir los ideales raciales nazis. Al mismo
tiempo, los compositores y obras de creadores judíos eran prohibidas, causando
una tragedia humana y cultural de la que tardó décadas en hablarse y de la que,
en algunos aspectos, este teatro nunca se ha recuperado.
«En la Ópera, como en toda Austria, se produjo un corte
masivo. Pero se puede ver que mucho se había preparado ya antes en la
clandestinidad», explicó a EFE Oliver Láng, uno de los responsables de la
exposición recién inaugurada con la que la Ópera recuerda el «Anschluss», la
anexión de Austria por la Alemania nazi.