La curiosidad mató al gato… y al turista. Un visitante del
Museo Nacional del Reloj, situado en Pennsylvania, tocó más de la cuenta y
acabó destrozando un reloj de valor incalculable. Ahora su metedura de pata, se
ha vuelto viral.
En los museos de todo el mundo hay una regla primordial: se
mira pero no se toca. Pues bien, a este curioso turista se le olvidó cuando
descubrió un reloj de pared expuesto en el museo que estaba visitando.
Primero le hizo una foto y luego fue acercándose tímidamente
a rozarlo para, posteriormente, empezar a toquetear todas sus piezas tratando
de ponerlo en marcha o de entender su mecanismo. En ese momento el reloj se
descolgó de la pared y cayó al suelo en mil pedazos.
El visitante y su acompañante lo recogieron como pudieron
pero no hubo forma de paliar el daño que habían ocasionado. Ahora, el Museo
Nacional del Reloj ha colgado el video en Youtube para que el resto de usuarios
aprendan la lección. Ya lo saben, si visitan el ‘apasionante’ museo del reloj,
¡las manitas en los bolsillos!