miércoles, 30 de agosto de 2017

La dieta de Audrey Hepburn para mantenerse delgada



La actriz nunca se saltaba el desayuno, hacía un día detox al mes de yogur y manzana y adoraba la pasta y el chocolate
Si hay una musa que siempre nos inspira a la hora de estar en forma y mantenerse delgada, ella ha sido sin duda, Audrey Hepburn. Su hijo, Luca Dotti ha revelado lo que el icono del cine y de moda y belleza comía cada día. Y lejos de lo que pueda parecer, se trataba de una no-dieta para mantener su figura delgada.
La actriz Audrey Hepburn es más que un icono por muchas razones y ha inspirado con su estilo y belleza a mujeres de todas las generaciones. Su figura delgada, que incluso ha sido objeto de debate y objeto de críticas de que la actriz sufría trastornos alimentarios, vuelve a estar de actualidad a raíz de unas declaraciones en las que su hijo, Luca Dotti, ha desvelado la no-dieta de su madre tirando por tierra todas esas críticas.
Y es que de hecho, Audrey Hepburn nunca hizo dieta salvo a tiempo parcial. Es decir, un día detox al mes dieta de ayuno de yogur y manzana rallada.


El resto de los días, disfrutada de la comida italiana y la pasta. Comió muchos cereales, poca carne y un poco de todo. El compañero de Hepburn, Robert Wolders desde 1980 a 1993, año en el que la actriz falleció, aseguró que aunque la actriz no hacía dieta, compartía con él su pasión por dar largos paseos juntos. "Tenía un metabolismo sano y no era de excesos".
La dieta de Audrey Hepburn era sencilla y sana. La actriz nunca jamás se saltaba el desayuno. Para empezar el día solía tomar pan integral con jamón. A la hora de almorzar, carne magra o pasta con vegetales frescos de su propio huerto y para cenar, solía tomar sopa de pollo con verduras o salmón ahumado con patatas al horno. Pero además, la actriz se permitía indulgencias como el chocolate después de cenar o algún dulce con chocolate.
Incluso, Hepburn fue una auténtica fan de los hidratos de carbono, tan demonizados en algunas dietas, "le volvía loca la pasta", ha asegurado su hijo Luca Dotti a la revista People. En su propio libro, Audrey en casa, Dotti escribió, "mamá tenía una seria adicción a la pasta. Ella no podía estar sin ella". Y entre sus platos favoritos, los spaguettis con tomate que cocinaba en casa todas las semanas.

sábado, 26 de agosto de 2017

Encuentran un ‘smartphone’ en una pintura de hace 80 años



Las redes buscan una explicación lógica para adivinar qué es realmente el objeto misterioso que aparece en esta obra de 1937
Una obra del pintor italiano Umberto Romano, datada de 1937, ha causado un gran revuelo en Internet. Se trata del cuadro Mr. Pynchon and the Settling of Springfield , que muestra al fundador de Springfield rodeado de nativos americanos. Lo que ha llamado la atención a los internautas en esta pintura ha sido un objeto que parece no datar de la época: un teléfono móvil.


No solo llama la atención el objeto en sí, sino también el modo en el que William Pynchon, fundador de Springfield, lo sujeta: los usuarios aseguran que lo hace de una forma similar a como sostenemos hoy en día los smartphones. Sin embargo, esto no es posible, pues la escena plasmada en el lienzo simula el año 1635.
No solo llama la atención el objeto en sí, sino que también el modo en el que William Pynchon, fundador de Springfield, lo coge, pues se asimila a un Smartphone
Todo empezó cuando el redactor de la revista Vice, Brian Anderson, notó un curioso detalle en la obra. “No está claro quién es este hombre, pero bien podría estar sacándose una selfie o estar revisando su muro”, aseguró en sus redes.
Las redes tratan de buscar una respuesta al misterio que esconde esta obra, que se encuentra actualmente en las oficinas del correo estatal de Springfield. Pese a que la incógnita no se puede resolver, pues el autor de la obra murió en el año 1982, el historiador Daniel Crown ha subrayado al diario The Sun que lo más probable es que se trate de un espejo.
Los europeos introdujeron los espejos entre la población indígena y rápidamente se convirtieron en un objeto más de su cultura, y así parece que lo quiso plasmar Romano en su obra. De hecho, si se mira el personaje con detenimiento, se le puede ver concentrando intentando mirar quién se le acerca por la espalda.
Si se mira el personaje con detenimiento, se le puede ver concentrando intentando mirar quién se le acerca por la espalda

viernes, 25 de agosto de 2017

Sacan a subasta las escrituras de la tumba de Eleanor Rigby, la mujer a quien los Beatles inmortalizaron



En la velada se venderá también la partitura manuscrita original de la canción del cuarteto de Liverpool
El 6 de julio de 1957, dos jóvenes músicos llamados John Lennon y Paul McCartney se encontraron por primera vez en la iglesia de San Pedro, en Liverpool, la ciudad donde vivían. Lo que pasó después es historia de la música.
En el cementerio situado en el patio de aquella iglesia hay una lápida que señala que allí está enterrada Eleanor Rigby, una mujer fallecida en 1939 a los 44 años, y cuyo nombre inmortalizaron los Beatles en una de sus canciones.
La escritura de la tumba de Eleanor Rigby va a subastarse el mes próximo en Gran Bretaña, en una sesión en la que saldrá a la venta la partitura manuscrita de la canción que escribió Paul McCartney en 1966. Se espera que este documento se venda por 20.000 libras esterlinas (unos 22.000 euros), mientras que la puja por la escritura se estima que llegue a las 2.000 o 4.000 libras (entre 2.100 y 4.300 euros). La subasta se celebrará el 11 de septiembre en Warrington (Gran Bretaña) junto con otros objetos vinculados a los Beatles.
Al certificado de propiedad del terreno de la tumba y su recibo se sumará en el lote una biblia en miniatura, editada en 1899 y con el nombre de Eleanor Rigby en su interior.


La canción «Eleanor Rigby» se publicó en 1966; apareció como cara B del single «Yellow Submarine». Aunque Paul McCartney ha asegurado siempre que la mujer de la canción era ficticia, hace unos años apareció un documento de principios del siglo XX que demostraba su existencia: fue una criada que trabajó en el hospital de la ciudad de Parkhill y que cobraba un salario de 14 peniques.
Antes, en los años ochenta, se descubrió en el cementerio de la iglesia de San Pedro, en Liverpool, una lápida donde aparecía el nombre de Eleanor Rigby, fallecida en 1939 junto a su marido y a otros antepasados. McCartney y Lennon atravesaban aquel cementerio en alguna ocasión, y el primero admitió después que podía haberse inspirado subconscientemente en el nombre de aquella lápida.
La tumba fue adquirida por la abuela de Eleanor Rigby, Frances, en octubre de 1915, y la escritura la descubrió uno de sus familiares cuando recibió la herencia de dos hermanastras de Eleanor Rigby.
Según explica «The Guardian», cuando alguien compra un terreno en un cementerio adquiere un derecho para realizar entierros en él durante 99 años. Una vez que estos han concluido, no se pueden hacer más enterramientos hasta que la tumba no se compra de nuevo. Las leyes británicas permiten la perturbación de restos humanos 75 años después del último entierro completo en la tumba.
El último entierro realizado en la tumba de Eleanor Rigby fue en 1949, hace 68 años, así que en teoría quien compre la escritura en la subasta del 11 de septiembre tendrá derecho a ser enterrado allí dentro de siete años.

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