domingo, 9 de mayo de 2021

El arte íbero que Picasso escondió en el armario y le inspiró para 'Las señoritas de Avignon'

 

EXPOSICIÓN EN EL CENTRO BOTÍN

Una gran muestra con cien obras prerromanas y otras tantas del artista ilustra la inspiración  primitivista en toda la trayectoria del genio malagueño

 

Los ojos almendrados, grandes orejas y alargados puentes nasales de los bustos íberos, incluidos los dos que Picasso compró al estafador belga Géry Pieret y mantuvo ocultos cuatro años en el armario de los calcetines, están sin duda presentes en las esculturas y las pinturas del artista malagueño; en especial en Las señoritas de Avignon o en su Autorretrato de 1906, pero también en el resto de su trayectoria. Y aunque el vínculo ya es conocido y de hecho se viene estudiando desde los años 40, es ahora cuando por primera vez podemos constatarlo con claridad en una gran exposición: la que el Centro Botín de Santander, en colaboración con el Museo Nacional Picasso de París, presentó ayer como gran apuesta de la temporada y mantendrá abierta al público hasta el 12 de setiembre.

FERNANDO GARCÍA


 

La muestra, titulada Picasso íbero, contiene más de doscientas piezas, la mitad pinturas y esculturas del autor español y la otra mitad, tallas y cerámicas de la civilización que pobló la parte oriental de la península ibérica entre los siglos VI y I antes de Cristo. La selección y los emparejamientos de las obras para visualizar las influencias de aquel arte antiguo en la rupturista creación contemporánea del autor del Guernica son el fruto de tres años de trabajos y estudios a cargo

Entre las obras de Picasso más claramente inspiradas en al arte íbero y presentes en las salas sobresale ante todo, además del autorretrato del periodo Gósol, La Mujer con las manos agarradas (1907), elegida para la portada del catálogo. Se trata de uno de los seis grandes estudios para Las señoritas de Avignon trasladados al Botín desde el Picasso de París. El famoso cuadro resultante de esos estudios, considerado como el principal antecedente del cubismo, no está en la exposición porque, como recordó el presidente del museo parisino, el MoMa de Nueva York se niega a prestarlo desde hace 33 años (la última vez, para sendas exposiciones en Barcelona y París).


Otra pintura destacada entre las que evidencian la inspiración ibérica es la Anatomía femenina que el andaluz pintó en 1946, sobre un puerta, por encargo del rico matrimonio argentino Marcelo y Hortensia Anchorena. El artista no llegó a entregarles la obra por considerarles demasiado próximos a los nazis.