La restauración del anfiteatro romano, sufragada por el
empresario Diego Della Valle, director de Tod's, ha durado tres años
El Coliseo exhibe desde hoy la luminosidad y esplendor
originales en su fachada, después de que se haya completado la primera fase del
proyecto de restauración, después de tres años de trabajos, que comenzaron en
julio de 2013.
El proyecto está desarrollado por el Comisariado Delegado
Arqueológico de Roma y Ostia Antica, con la supervisión especial del
Departamento para los Bienes Arqueológicos de la capital italiana, y cuenta con
la financiación de la firma Tod's.
Este viernes se ilustró la conclusión de la primera fase de
estos trabajos, la que se ha desarrollado en las fachadas norte y sur del
Anfiteatro Flavio, incluidos los 31 arcos.
En total, se ha trabajado en una superficie de cerca de
13.300 metros cuadrados, según cifras de los responsables del proyecto.
Además, en esta primera parte también se ha sustituido el
hasta ahora sistema de cierre de los arcos por otros nuevos.
El acto de presentación ha contado con la asistencia del
primer ministro italiano, Matteo Renzi, el ministro de Cultura italiano, Dario
Franceschini, y el empresario italiano y director de Tod's, Diego Della Valle.
Tanto Renzi como Franceschini y Della Valle coincidieron en
la importancia de que las empresas inviertan en monumentos públicos para contribuir
a la mejora de un país como Italia, que presume de su patrimonio cultural a
nivel internacional.
En este sentido, Renzi hizo un llamamiento al sector
empresarial para que "ponga sus recursos" al servicio de la cultura
de Italia, pero no solo.
"Si hay un esfuerzo, una inversión también en el ámbito
social, será positivo porque hará crecer la belleza de nuestra comunidad. (...)
Debemos garantizar que aquellos que quieran dar ejemplo, puedan estar en
condiciones de hacerlo", sostuvo.
Una opinión en línea con la que mostró Della Valle, quien
afirmó que el mundo de la empresa "hoy más que nunca se debe poner a
disposición del país y de las necesidades" de Italia.
La primera fase de restauración del monumento símbolo de
Roma ha contado con técnicas de lavado con agua pulverizada, alternando la
acción del vapor del agua y el cepillado con cepillo de sorgo, para eliminar
progresivamente los depósitos de suciedad y revelar las grietas del monumento,
salvaguardando al mismo tiempo la pátina del tiempo.
Posteriormente, se ha procedido a la readhesión de las
escamas de travertino, mediante mortero de cal e inyecciones de cal hidráulica
líquida.
Además, se ha llevado a cabo la extracción mecánica del
estucado no idóneo mediante micropinceles y la eliminación de los depósitos no
pertenecientes a la superficie original mediante tratamientos localizados con
microchorros de precisión.
Finalmente, el hasta ahora sistema de cierres ha sido
sustituido por cancelas de hierro forjado.
En concreto, se han restaurado 10.150 metros cuadrados de
superficie de travertino, 1.200 metros cuadrados de cierres, marcos y rejas de
hierro, y se han censado 81.895 elementos en la fachada norte y sur.
El proyecto, además de devolverle a este imponente
anfiteatro romano su brillo original, ha permitido descubrir algunos elementos
de valor histórico que habían quedado ocultos bajo materiales como polvo, guano
o tierra acumulados por el paso del tiempo.
Así, por ejemplo, ahora se puede ver un bajorrelieve de
cerca de 60 centímetros de alto que desvela un gladiador, o filigranas como
encajes que se alternan con rosetones en la fachada norte, a lo largo de la
cornisa inferior.
Durante la restauración, también se han evidenciado
bajorrelieves del año 1300 que representan a Cristo en el altar flanqueado por
dos candelabros ardiendo, o clavos de hierro cuya posición y forma son
atribuibles a los trabajos de levantamiento arquitectónico efectuados en el
siglo XIX.
El Coliseo es uno de los monumentos icónicos de Italia,
atrae a numerosos turistas de todas partes del mundo, y por eso el país está
determinado a conservarlo y mejorarlo.
La siguiente fase, que aún no tiene fecha de inicio, se
centrará en la restauración de los pasadizos y bóvedas subterráneas.
Además de este proyecto de restauración, el Ejecutivo tiene
previsto reconstruir en los próximos años la arena, es decir, la platea central
del Coliseo en la que se desarrollaban los espectáculos más grandiosos y, en
ocasiones, cruentos de la Roma clásica.
"Cuando la arena sea completada, este lugar será
todavía más bello para los turistas (...), pero también por la posibilidad de
organizar eventos culturales de altísimo nivel", afirmó Franceschini.
Por su parte, el primer ministro italiano destacó que Italia
tiene la oportunidad de poner sobre la mesa en Europa el valor de la identidad
cultural, para que la Unión Europea vuelva a ser "ella misma".
"De aquello que ha ido mal en Reino Unido se abre una
oportunidad interesantísima. Europa puede volver a ser ella misma. (...) La
identidad cultural debe ser el elemento que Italia lleve a la mesa de Europa.
Salvaremos Europa si no solo hablamos de bancos si no también de la gente",
comentó.