viernes, 12 de mayo de 2023

Gustave Eiffel

 

¿Qué otras obras conoces de Gustave Eiffel aparte de su famosa torre en París?

El ingeniero francés realizó más de 500 proyectos en 30 países, España incluida. Ahora, en el centenario de su muerte, se reivindica su figura y se pide que sus restos sean trasladados al Panteón de París

Gustave Eiffel posa en la Torre Eiffel

Por Irene Hdez. Velasco

Gustave Eiffel solía bromear diciendo que sentía envidia de la torre en París que lleva su nombre porque esta le había superado en fama. Los parisinos sentían, en cambio, envidia de él, y no tanto porque fuera el creador del que se ha convertido en símbolo absoluto e indiscutible de la capital francesa, sino porque el ingeniero vivía en la última planta de la Torre Eiffel, en un gran apartamento al que casi nadie tenía acceso. Sin embargo, a Gustave Eiffel no le faltaba razón. El éxito alcanzado por su torre en París ha sido tal que ha eclipsado los más de 500 proyectos que durante su carrera completó en 30 países. Hay cientos de puentes con estructuras de metal, en particular puentes para trenes, que son obra suya, pero Eiffel también levantó instalaciones industriales y edificios. Sin ir más lejos, la ingeniosa estructura interna de la Estatua de la Libertad lleva su firma. El monumento que da la bienvenida a quienes llegan por mar a Nueva York tiene 46 metros de altura: Eiffel construyó su esqueleto como si fuera el pilar de un puente, para que de ese modo pudiera resistir los embates del viento.


La Torre Eiffel, símbolo de París. (EFE)

También es suyo uno de los puentes en Oporto sobre el río Duero (en concreto el puente María Pía), así como la estación de tren Pest de Budapest. Hay puentes de Gustave Eiffel en China, en Vietnam, en Egipto o en Bolivia. Eso, por no hablar de las iglesias que levantó en países como Perú o Chile… Y por supuesto, también hay obras suyas en España: el puente ferroviario de Girona, el de Cáceres y el del Hacho; la llamada Casa del Cura, en la localidad murciana de Ulea, el Mercado del Puerto en las Palmas de Gran Canaria…

En diciembre próximo se cumplirán cien años justos de la muerte de Gustave Eiffel, fallecido en París el 27 de diciembre de 1923 a los 91 años. Francia se prepara para celebrar a lo grande la genialidad de su más famoso ingeniero.

Los principales eventos arrancarán este mes de mayo y se prolongarán hasta noviembre. Localidades francesas como Burdeos, Niza, Dijon, Chinon o Saint-Flour-Garabit acogerán actos, conferencias y debates en recuerdo de Gustave Eiffel. Pero también en lugares fuera de Francia como Oporto, Budapest, Estonia (suyo es el faro Ristna en el Báltico) o Nueva York se suman a las celebraciones. Los descendientes de Gustave Eiffel están detrás de muchos de los eventos que se llevarán a cabo y cuyo objetivo es dar a conocer el impresionante legado del ingeniero, así como su vida.

Estación de tren de Nyugati de Budapest

Pero, por supuesto, París y la Torre Eiffel se erigirán en centros absolutos de las conmemoraciones. Ahí está, por ejemplo, Eiffel, always higher!, la exposición que se podrá contemplar en la explanada que rodea a la famosa torre parisina. Comisariada por Savin Yeatman, la muestra se concentrará sobre todo en las dificultades tanto técnicas como estéticas con las que se topó el ingeniero para realizar la Torre Eiffel. Será el propio Gustave Eiffel quien, gracias a las nuevas tecnologías, explicará a los visitantes los principales problemas que tuvo que afrontar. "A finales del siglo XIX, construir una torre de 300 m de altura en el corazón de París, la más alta del mundo en ese momento, fue un desafío increíble, algo que entraba en el ámbito de la ciencia ficción", asegura Jean-François Martins, presidente de Sete (la empresa operadora de la Torre Eiffel, de la que la ciudad de París posee el 99% del capital). "Celebrar el centenario de la desaparición de Eiffel es celebrar el espíritu de conquista científica, el genio humano, incluso ante ecuaciones que creemos imposibles", añade.

Faro de Ristna, Estonia.


 Gustave Eiffel se enfrentó a ingenieros de todo el mundo para construir un monumento para la Exposición Universal de 1889 en París, la torre Eiffel, que levantó en solo dos años y que en un principio le granjeó numerosas críticas. Alrededor de 40 importantes artistas de la época -desde el compositor Charles Gounod hasta los escritores Guy de Maupassant y Alejandro Dumas hijo, pasando por los poetas François Coppée, Leconte de Lisle y Sully Prudhomme o los artistas William Bouguereau y Ernest Meissonier- estamparon su firma en un manifiesto en el que se declaraban defensores de "la hasta ahora intacta belleza de París" y en el que protestaban airadamente contra la construcción en pleno corazón de la capital de "la inutil y monstruosa Torre Eiffel". Y en otoño la Dama de Hierro, sobrenombre por el que se conoce también a la Torre Eiffel (con permiso de Margaret Thatcher), será el escenario de una actuación que combinará música electrónica y arte digital. 

Iglesia de Santa Bárbara en México

 Los descendientes de Gustave Eiffel han decidido también aprovechar la efeméride de la muerte de su insigne antecesor para pedir que sus restos sean trasladados al Panteón de París, el templo laico en el que reposan los cuerpos de los más ilustres representantes de la república francesa, desde Victor Hugo a Josephine Baker, pasando por Voltaire, Rousseau, Marie Curie, Emile Zola…


 

Puente de Trang Tien, en Vietnam

Los sucesores de Eiffel ya han presentado una solicitud formal en ese sentido al presidente francés, Emmanuel Macron, pidiéndole que los restos mortales del ingeniero sean trasladados del cementerio de Levallois-Perret (localidad a las afueras de París donde Eiffel tenía su taller) hasta el monumento parisino. Macron por ahora no se ha pronunciado. "Gustave Eiffel hace brillar la imagen de Francia en todo el mundo porque fue alguien que nunca dejó de innovar. Encarna la Francia industrial y era una persona con ideas sociales avanzadas", argumenta en favor del ingeniero, su tataranieta Myriam Larnaudie-Eiffel, quien además considera que en estos momentos los científicos están insuficientemente representados en el Panteón.

Los sucesores de Eiffel destacan que, además de un grandísimo ingeniero, su antecesor fue un osado hombre de negocios que siempre gozó del respeto y el cariño de sus trabajadores. Aun así, Gustave Eiffel terminó dejando de lado tanto su carrera como ingeniero, así como los negocios para dedicarse al estudio y la investigación, sobre todo de aerodinámica.