sábado, 26 de enero de 2019

Muere Michel Legrand, compositor francés ganador de tres Oscar


  0 Estuvo nominado además 27 veces a los premios Grammy, de los que consiguió cinco
El compositor francés Michel Legrand, creador de los clásicos de “Les Parapluis de Cherbourg” (”Los paraguas de Cherburgo”) y “Les Demoiselles de Rochefort” (”Las señoritas de Rochefort”), falleció anoche a los 86 años de edad, informaron este sábado los medios franceses.
Su carrera se extendió durante más de 50 años y sus composiciones le valieron, entre otras distinciones, tres premios Oscar.



Cantante y pianista, Legrand, nacido en París el 24 de febrero de 1932, trabajó para grandes nombres de la cinematografía internacional, desde Orson Welles hasta Jean-Luc Godard.
La canción “The windmills of your mind”, que formó parte de la banda sonora de “The Thomas Crown Affair” (El secreto de Thomas Crown), le valió su primera estatuilla de Hollywood, en 1969. Le siguieron otras dos por la banda sonora de “Summer of 42” (Verano del 42), de Robert Mulligan (1971) y por “Yentl” (1984), de Barbra Streisand.
El compositor estuvo nominado además 27 veces a los premios Grammy, de los que consiguió cinco.
Virtuoso del jazz, su profesión parecía trazada desde la infancia, con un padre compositor y un tío director de orquesta. A los diez años entró en el Conservatorio de París, y desde entonces no abandonó la música.


El compositor llegó a decir que estaba orgulloso de que la mayoría de sus canciones se hubieran convertido en temas estándar y no en meros éxitos comerciales, porque estos últimos desaparecen al cabo de seis meses, en su opinión, y los primeros permanecen “durante décadas”.
Padre de tres hijos, Legrand se casó en terceras nupcias en 2014 con la actriz Macha Méril, en una ceremonia que tuvo lugar en Mónaco.

La Cinemateca francesa ha destacado su importante labor como compositor y le ha homenajeado con una cita: "he terminado por adquirir la convicción de que la muerte no es el final"

También trabajó con algunos los grandes nombres de la música y del cine, de Ray Charles a Orson Welles, pasando por Jean Cocteau, Frank Sinatra y Edith Piaf.
En un primer momento acompañante y arreglista para cantantes, Michel Legrand empezó a componer música para películas en los años 60 con la emergencia de la Nouvelle Vague francesa, trabajando para Agnès Varda, Jean-Luc Godard y sobre todo Jacques Demy.


En plena gloria, decide abandonarlo todo e instalarse en Estados Unidos en 1966. Henry Mancini, gran compositor de cine, le abre las puertas de Hollywood y le da una gran oportunidad: escribir la música de "El caso de Thomas Crown".
El tema principal de esta banda sonora, "The Windmills of Your Mind", le valió su primera estatuilla dorada en 1969.
Siguieron otros dos Óscar a la mejor banda sonora original por "Verano del 42" (1972) y "Yentl" (1984).
A pesar de todos estos éxitos, Michel Legrand siempre se negó a limitarse al cine, y también fue cantante, pianista y compositor de jazz, música ligera o piezas clásicas.
"No hago una carrera. Pruebo todas las disciplinas musicales con mucha seriedad y trabajo. Pero pruebo, siempre soy un alumno", dijo en 2009 a la AFP.

Padre de tres hijos, Michel Legrand estaba casado en terceras nupcias con la actriz Macha Meril desde 2014. Tenía previsto ofrecer conciertos en París en abri


viernes, 25 de enero de 2019

La Fotografia tiene un nombre ADRIAN DOMINGUEZ


Adrián Domínguez es diplomado en Ciencias de la Imagen y cursó estudios de Filosofía y Letras en la U.C.M. Trabaja como fotógrafo profesional desde 1999 realizando encargos para editoriales, empresas, productoras, etc. Realiza exposiciones nacionales e internacionales para divulgar su trabajo personal. La próxima muestra de su serie Madrid popular será expuesta (septiembre 2011) en una colectiva en Tokio, Japón a cargo de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.

Adrián Domínguez es el fundador de Fea11, el primer festival de España de fotografía alternativa, cuya finalidad es ofrecer un espacio a todos los fotógrafos que deseen mostrar sus obras sin necesidad de pasar por los filtros, galerías y espacios habituales del mundo del arte y utilizando la calle, paredes de edificios abandonados, plazas, etc., para esta efímera mues



DETRÁS DE UNA FOTO | ADRIÁN DOMÍNGUEZ
DETRÁS DE UNA FOTO es una sección semanal de GEA PHOTOWORDS. En ella, reconocidos fotógrafos profesionales, autores emergentes o estudiantes de fotografía, nos comentan una de sus imágenes. Sus palabras, su mirada, su agudeza y su captura, en definitiva, del binomio espacio-tiempo. Esta semama con Adrián Domínguez en esta serie dedicada al retrato.


Mujer de Tagong, Tíbet.       FOTO ©  Adrián Domínguez
Esta fotografía fue realizada en la provincia de Sichuan. En un ascenso desde las praderas del asentamiento de Tagong hacia las cordilleras de Shaluli Shan a unos 3.500 metros de altitud y próximas a la frontera política del Tíbet (la llamada por China, Región Autónoma de Tíbet, que comprende solo una parte del Tíbet histórico ya que fue anexionado a otras provincias chinas después de la invasión de este país).



Los núcleos familiares se diseminan por las montañas haciendo de estas su modo de vida. Es un pueblo distante y reservado, cualidades propias de su perfil nómada. Cubren afanosamente sus cuerpos para protegerse del ardiente sol de estos parajes donde apenas el parco forraje se eleva sobre la tierra. Viven en estructuras de lona y madera, pastorean con los Yaks, de los que reciben su carne y su leche. Lanudos perros protegen sus moradas y los caballos son su medio de transporte cuando no caminan por las laderas. Gentes sencillas y generosas, que se resisten al avance del gigante chino. Actitudes suficientes para apreciar la riqueza, fuerza y carácter que parecen absorber de su agreste entorno y que no consideran cambiar por la comodidad de la vida mundana.

En un descanso de la escalada aprecié a lo lejos unas manchas de colores que se acercaban a nosotros, el galope de su caballo aceleró el encuentro, se detuvo ante nosotros e intercambiamos algunas palabras enigmáticas para ambas partes. Desde la seguridad del equino y el incógnito de su rostro me permitió sacar esta foto para luego continuar si ignoto destino.