viernes, 27 de septiembre de 2019

La gran exposición de Leonardo en el Louvre ha vendido 110.000 entradas un mes antes de abrir


La muestra es la coronación del 500.º aniversario de la muerte de Da Vinci


Imbatible Mona Lisa sigue sonriendo día tras día a todos sus admiradores desde su nueva ubicación




La exposición que abrirá el 24 de octubre en el Louvre, y que el martes por la noche recibió la confirmación de un importante préstamo italiano, que había sido suspendido por el gobierno de Mateo Salvini, es la coronación del 500.º aniversario de la muerte de Da Vinci y se anuncia como la más importante del rosario de festejos.
La suma de Leonardo y del Louvre, desde el 31 de diciembre pasado el museo récord en el mundo con sus más de diez millones de visitantes anuales, ha desencadenado una demanda de entradas sin precedentes. A un mes de la muestra, ya hay 110.000 reservas. Porque además no existirá la posibilidad de pasar por taquillas físicas. La única vía para obtener una franja horaria de visita es Ticketlouvre.fr.
Cesión estelar
Del préstamo italiano destaca un dibujo excepcional: ‘El hombre de Vitruvio’

El Louvre aconseja por otra parte a los millones de admiradores de Mona Lisa , el único cuadro que recibe en espacio propio y que no estará integrado en la exposición, que reserven sus horarios de visita por internet. Porque desde que a finales de julio la mudaron, de su espacio personal en la Salle des États (en renovación) al segundo piso del ala Richelieu, el tiempo de cola para verla no sólo se cuenta por horas, sino que atosiga taquillas y corredores.
De ahí que la reserva en la red, hasta hace poco un recurso complementario, amenace con volverse obligatoria. Incluso empieza a hablarse de un enfrentamiento cuantitativo entre los 500 años de Da Vinci y los 3.000 de Tutankamón. Si los tesoros de la momia acaban de batir todos los récords para una exposición en Francia, con 1.423.170 visitantes, su éxito empezó antes de abrir las puertas, gracias a las 150.000 entradas vendidas por internet. Y a la decisión de que la red fuera la única taquilla.
La exposición Da Vinci puede superar esas 150.000 entradas de aquí al día 24. Así, terminaría de convencer a las autoridades del Louvre de que el futuro de la taquilla es virtual. ¿Un futuro sin colas? Es decir, sin el peso para el museo en organización y salarios y de intemperies y nervios para los visitantes. Además, la reserva previa –dicen– permitiría organizar aperturas suplementarias, en caso de gran afluencia.
Y hay que considerar que el Louvre es un pueblo de 2.200 personas (entre conservadores, cien­tíficos, operarios, vigilantes), con 14,5 km de salas y pasillos y 72.735 m2de salas de exposición, que presentan 38.000 obras (sobre las 568.000 conservadas en el edi­ficio).
Es decir que a la vida cotidiana de ese pueblo, más la de la Gioconda , se le sumarán los clientes de Da Vinci. Por eso, tras el fiasco paradójico de Vermeer (éxito de público, en el 2017, pero caos de colas y espacio), a Da Vinci se le ha otorgado un pabellón íntegro (el Napoleón). Y es porque una de las claves del ­caos Vermeer fue que la venta por internet abriera junto con la exposición, que la de Da Vinci se anticipó mes y medio.
Entradas virtuales
El museo aconseja a los visitantes que reserven sus horarios de visita por internet
Ahora bien, toda exposición debe contar una historia y las de Da Vinci se suceden al ritmo, casi, de las dedicadas a Picasso. El propio Louvre expuso una rica selección de dibujos en el 2003 y otra sobre su Santa Ana , nueve años después. Un año antes Londres reunía 325.000 visitantes en tres meses con el contrapunto de las dos vírgenes de Da Vinci. En el 2015 hubo retrospectiva en Milán. Más recientemente Florencia expuso a Verrocchio, maestro de Da Vinci y en el Clos Luce, último domicilio del inventor, pintor y dibujante zurdo, hay actualmente una muestra estudio sobre La última cena , y hasta el 7 de octubre, el Condé de Chantilly muestra la Mona Lisa desnuda.
De la próxima se conoce poco. Pero el préstamo italiano incluye un dibujo excepcional ( El hombre de Vitruvio , de 1490, y frágil, por lo que solo estará en París algunas semanas) otros cuatro dibujos y dos copias de óleos. A cambio, según el acuerdo firmado por los ministros de Cultura de ambos países, el Louvre presta cinco Rafael a Roma, para una gran exposición que abrirá en marzo.
De Italia llegaron ya otros trece préstamos de distintos museos, incluida la célebre e inconclusa
Scapigliata , de la Galería Nacional de Parma. Y una escultura de grupo, en bronce, de Verrocchio, La incredulidad de santo Tomás , “decisiva en la formación del joven Leonardo” .
Opinión autorizada: lo afirman Vincent Delieuvin, a cargo de la pintura italiana del siglo XVI en el Louvre, y su colega Louis Franck, archivista y paleógrafo, miembro del departamento de artes gráficas, comisarios de la exposición Da Vinci. Los comisarios prometen originalidad: “Desde hace diez años hemos revisado toda la documentación existente y un corpus de textos literarios y poéticos, en latín e italiano, del siglo XVI”. También compararon, en los óleos, dibujos subyacentes, con otros, preparatorios, de taller. Y trazaron cartografía de pigmentos “para detallar el procedimiento creativo de Leonardo y el del taller, por ejemplo”.