Picasso y Picabia se encuentran en la Fundación Mapfre este
otoño.
Obra 'La lectura' del pintor malagueño Pablo Picasso.
La Fiscalía de Madrid solicita cuatro años de prisión para
el director de una sala de subastas que trató de convencer a un amigo suyo para
invertir en la adquisición de un cuadro de Pablo Picasso titulado 'Retrato de
Niña' con la finalidad de venderlo posteriormente por una cantidad "muy
superior". Javier I. S. será juzgado este miércoles en la Audiencia Provincial
de Madrid. El representante del Ministerio Público sostiene que el acusado
recibió 480.000 euros de su amigo (un posible comprador) a pesar de que nunca
llegó a hablar ni hacer propuesta alguna de compra con el auténtico propietario
del cuadro.
Según el fiscal, las condiciones para la adquisición del
cuadro valorado en 700.000 euros eran la siguiente: el acusado asumía el 10 por
ciento del gasto, su amigo el 80 por ciento y el propietario del cuadro el otro
diez por ciento al tiempo que mantenía la posesión de la obra como depositario
en una cámara acorzada hasta su venta.
La idea era que el beneficio del negocio fuera repartido en
proporción al porcentaje de propiedad sobre el cuadro, sin embargo, la
propuesta no había sido ni hablada ni aprobada por el propietario del Picasso.
La persona estafada, conforme a la inversión propuesta por el acusado, le
entregó en distintas partidas una cantidad de dinero que ascendía a 480.000
euros. Para ello contactó previamente con otros dos amigos para que invirtieran
en la compra del cuadro y cada uno desembolsó 100.000 euros. Mientras, el
procesado, "para generar la apariencia de solvencia del negocio",
contactó con el dueño del cuadro ofreciéndose para realizar las gestiones de
expertificación del "Retrato de Niña" con la excusa de que tenía un
posible comprador.
De ahí que le convenciera para trasladar el cuadro hasta el
domicilio de la persona que finalmente resultó estafada. "Una vez
entregado el dinero, entre los años 2009 y 2011, contactó (la persona estafada)
con el acusado para interesarse por la venta del cuadro", señala el
fiscal. Tras ello, recibió "por parte de este informaciones que no se
ajustan a la realidad como que el cuadro iba a ser subastado en lasala
Christies de Londres en el mes de febrero de 2011, a donde viajó para descubrir
que no era cierto, o que en el mes de abril del año 2011 había sido adquirido
por el dueño de una petrolera por dos millones de euros". Excusándose en
dificultades para efectuar la transferencia con una parte del dinero en
"a" y la otra en "b", el acusado reclamó sin éxito a su
amigo el 80 por ciento de los 700.000 euros para adquirir el cuadro, esto es,
666.666 euros "siendo plenamente consciente de la imposibilidad del pago
puesto que carecía de derecho alguno sobre el cuadro".