El bombardeo de Guernica (Operación Rügen) fue un ataque
aéreo realizado sobre esta población española el 26 de abril de 1937, en el
transcurso de la Guerra Civil Española, por parte de la Legión Cóndor alemana y
la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor de los sublevados
contra el gobierno de la Segunda República Española. Las estimaciones actuales
de víctimas cifran los fallecidos en un rango que abarca de los 120 a los 300
muertos, 126 según el estudio más reciente y exhaustivo.
Fecha 26 de abril de
1937
Lugar Guernica
(Vizcaya), España
Beligerantes
Bando republicano:
Flag of Spain (1931 - 1939).svg República Española
Ikurrina Gobierno provisional del País Vasco Bando sublevado:
Bandera de Alemania Alemania nazi
Flag of Italy (1861-1946).svg
Reino de Italia
Comandantes
-Bandera de Alemania
Wolfram von Richthofen
Fuerzas en combate
Desconocidas (sin defensa antiaérea). Legión Cóndor
• 23 bombarderos Ju-52
• 1 bombardero Do-17
• 4 bombarderos He-111
• 10 cazas He-51
• 6 cazas Me-109
Aviación Legionaria
• 3 bombarderos S.M.81
• 10 cazas CR-32;
Total: 31 bombarderos y 26 cazas
Guernica, símbolo de los fueros vascos, tenía antes del
ataque una población de unas 5000 personas, a las que habría que añadir un gran
número de tropas, que se retiraban para preparar la defensa de Bilbao, y
refugiados que huían del avance de las tropas franquistas. En ese momento no
tenía ningún tipo de defensa antiaérea, aunque sí tenía tres fábricas de armas,
una de ellas de bombas de aviación.
La Legión Cóndor tenía como Comandante al teniente coronel
Wolfram von Richthofen (primo del histórico aviador de la Primera Guerra
Mundial Manfred von Richthofen, más conocido como el Barón Rojo), que ordenó,
al parecer, el bombardeo y que en su diario personal admitía que en Guernica se
había portado "muy maleducadamente". El grupo de bombardeo estaba
formado por cuatro escuadrillas de Ju-52 y la escuadrilla VB 88 de bombardeo
experimental, con Heinkel He 111, y Dornier Do 17. Los bombarderos fueron
escoltados por cazas Heinkel He 51 de las escuadrillas de caza 1 y 3.J/ 88 y
por los Me-109 del 2.J/ 88, escuadrilla que estaba bajo el mando del teniente
Gunther Lützow. Cierto número de aviones de caza italianos participaron
asimismo en la misión.3
El primer ataque lo realizaron un Dornier Do 17 alemán y
tres Savoia S-79 italianos que habían despegado de Soria a las tres y media de
la tarde con la misión de bombardear la carretera y el puente al este de
Guernica, para obstaculizar la retirada del ejército vasco. Las bombas de los
S-79 cayeron en los alrededores del puente y la estación de ferrocarril,
destruyendo varias viviendas, y las del Dornier Do-17 alcanzaron la iglesia de
San Juan. A continuación intervinieron uno o tres, según las fuentes,
bombarderos alemanes He-111. Todos ellos iban escoltados por cazas.4
A las 6 de la tarde fue cuando se produjo el
bombardeo más intenso a cargo de 19 Ju-52 alemanes. Estos aviones descargaron
tanto bombas explosivas como incendiarias, "una mezcla del todo
innecesaria si el objetivo hubiese sido un puente", causando una gran
destrucción. Las últimas
acciones del ataque se produjeron entre las siete menos
cuarto y las siete de la tarde. Cinco cazas Fiat y cinco Messerschmitt Bf-109
realizaron ametrallamientos tanto en el interior de la población como en los
alrededores.5 Las alarmas de la villa comenzaron a sonar poco después de las
cuatro de la tarde y dejaron de sonar hacia las siete y media. El sacerdote
Alberto de Onaindía resumió así lo que había sucedido en esas tres horas y
media de bombardeos:6
Bomba
incendiaria de 1kg. de 193
1936
de la Luftwaffe.
Habían sido aviones alemanes que fueron enviados sobre
Guernica para hacer un ensayo de guerra totalitaria. Era el primer ejemplo de
este género de lucha: primero unas bombas para alarmar a la población [la gente
comenzó a abandonar las calles y a esconderse en abrigos, en sótanos y bajo
cubierto], luego oleadas de bombarderos con explosivos seguidos de bombas
incendiarias y, por último, aviones ligeros que ametrallaban a los desgraciados
que pretendía huir para salvar sus vidas
Aunque posteriormente se dijo que el objetivo de la
operación era la simple voladura de un puente, el hecho real es que tanto el
puente como una fábrica de armas, situada en las afueras de la población,
resultaron intactos, siendo muy improbable que las bombas lanzadas a 3.600
metros de altura impactaran en un puente de 15 metros y habida cuenta de que los
aviones cargaban además bombas incendiarias. Sin embargo, el ataque fue
devastador: los bombarderos lanzaron una gran cantidad de bombas medianas de
250 kg, ligeras de 50 kg y más de tres mil proyectiles incendiarios de aluminio
de 1 kg sobre el casco urbano de la ciudad. Los cazas, entretanto, disparaban
en vuelo rasante a las personas que huían del lugar.
La destrucción fue tan grande que provocó un intenso humo,
por lo que los últimos bombarderos, al no poder ver los objetivos, descargaron
las bombas a ciegas. El incendio provocado por el bombardeo no se pudo apagar
hasta el día siguiente, en gran parte debido a la inexistencia de un parque de
bomberos.
Precedentes
El de Guernica no fue el primer bombardeo en alfombra para
destruir una población civil, pues de hecho se discute que fuera un objetivo
militar vital en ese momento,7 como alegaron los agresores, con el fin de
cortar la retirada y el aprovisionamiento a las tropas del Frente Popular en la
campaña de Vizcaya.8
La repercusión internacional que alcanzó este bombardeo,
unido a su utilización propagandística, ha hecho que sea una masacre
mundialmente conocida y considerada como un icono antibélico, la masacre de
Guernica.
En un principio los sublevados atribuyeron la destrucción de
la ciudad a los republicanos, como había sucedido en Éibar e Irún, pero pronto
se reveló al mundo la realidad de los hechos debido a la presencia en Bilbao de
varios periodistas ingleses de importancia como George Steer (The Times). El
gobierno de Juan Negrín utilizó el bombardeo como insignia del antifascismo,
adaptando Pablo Picasso uno de sus cuadros para la Exposición Internacional de
París de 1937. Esta obra se convertiría en uno de los iconos más sobresalientes
de la pintura del siglo XX y del antibelicismo.
Tampoco fue el primer bombardeo contra civiles que habían
llevado a cabo los aliados de los nacionales en Vizcaya, dado que un mes antes
aviones italianos habían bombardeado Durango el 31 de marzo en tres oleadas a
lo largo de todo el día, causando unos 294 muertos.
El primer bombardeo de este tipo se había producido en
noviembre de 1936 en Madrid cuando el general Franco ordenó a la aviación
alemana e italiana que bombardeara a la población civil con el objetivo de
desmoralizarla y conseguir la rendición de la ciudad.9 En febrero de 1937, la
misma Legión Cóndor había ametrallado una columna de refugiados civiles en la
carretera entre Málaga y Almería causando cientos de víctimas. Tampoco fue la
última, puesto que en 1938 las ciudades de Barcelona, con los bombardeos de
marzo y Alicante, con el bombardeo del 25 de mayo, fueron también los civiles
los objetivos. La aviación republicana también bombardeó poblaciones bajo
control "nacional" como Oviedo, Zaragoza10 o Córdoba11 en agosto de
1936, pero el objetivo no fue la población civil.12 La excepción se produjo
mucho después con el bombardeo de Cabra en 1938.
En 1997, el entonces presidente de Alemania, Roman Herzog,
en carta leída a los supervivientes del bombardeo por el embajador alemán en
España con motivo del 60 aniversario, pidió públicamente perdón por la
manifiesta autoría alemana del bombardeo.13
Sistema de refugios y alerta
frente y el temor del avance enemigo. El número de víctimas
mortales, 126 según las últimas estimaciones, estuvo influido por el sistema de
refugios y de alerta que se había realizado en la villa.
El bombardeo de Ochandiano, al comienzo de la contienda, el
22 de julio de 1936, que causó alrededor de 40 muertos, muchos de ellos
civiles, incluidos mujeres y niños, y cuyo objetivo según un periódico
republicano de Bilbao había sido "sembrar el terror",14 provocó que
se tomara la decisión de realizar un sistema de refugios para la población
civil, que se aceleró tras conocerse el terrible bombardeo de Durango del 31 de
marzo de 1937 que extendió el pánico en muchas poblaciones vascas.15 El
proyecto se encargó al arquitecto municipal Castor Uriarte y al ingeniero
Manuel Cabañes (madrileño que pasaba sus vacaciones en la villa). En el momento
del bombardeo, en la villa existían, según el testimonio de Castor Uriarte,
cinco refugios construidos por orden de las autoridades municipales. Uno de
ellos se ubicó en los sótanos de la Casa Consistorial, otro en un edificio de
la calle Santa María (aunque no estaba completamente terminado), un tercero en
Pasealeku, y los dos últimos en el sótano de la casa Loizaga y en el patio del
Cuartel de los Forales.16 Aparte de estos refugios públicos había otros
privados, al menos siete, en los sótanos de algunos chalés. Además las
instalaciones de las empresas "Talleres de Guernica",
"Cuberterías Jypsa" y "Armas Astra, Unceta y Cía" contaban
con sus propios refugios antiaéreos. Los de Astra todavía están en pie y
constan de una galería de 30 m en bóveda de cañón.
"En la construcción de los refugios habían participado
vecinos del pueblo, y se habían utilizado diversos materiales, como troncos de
pinos, sacos terreros y chapas de hierro. De los cinco refugios públicos, el de
la calle de Santa María estaba en construcción, ya que le faltaban chapas de
hierro, y era una trampa mortal en caso de que alguna bomba cayera sobre el
mismo, lo que desgraciadamente ocurrió, ocasionando una gran mortandad [allí
murieron 45 personas según el testimonio de Castor Uriarte]"16
El sistema de defensa civil desarrollado por la "Junta
Municipal de Defensa" de Guernica mantenía un sistema de señales de
alerta. Este era un sistema visual y sonoro. Un vigilante en la cumbre del
monte Kosnoaga avisaba de peligro mediante la exhibición de banderas rojas,
estas banderas eran vistas por un segundo vigilante situado en el campanario de
la iglesia de Santa María que tocaba a rebato y seguidamente todas las
industrias que poseían sirenas hacían tocar las mismas.17
Este sistema de alerta funcionó y salvó vidas, según el
testimonio de Castro Uriarte:18
En medio de la
terrible destrucción que sufrió materialmente la villa foral, con muchísimos
daños de todo orden, hubo suerte en lo que respecta a vidas humanas, porque el
repique de campanas tras el aviso del vigía que estaba en la cima del monte
Cosnoaga, y sobre todo porque el primer avión que vino y lanzó tres bombas,
alejándose después, asustó a la gente, que se metió en los refugios o huyó del
casco urbano, buscando refugio en los bosques cercanos o en las casas o
caseríos más alejados, por lo que el número de víctimas fue mucho menor de lo
que al principio se pensó
Consecuencias del ataque
Nunca han llegado a saberse las cifras de víctimas ni
existen datos fiables sobre el número exacto. El gobierno vasco dio una
cantidad oficial de víctimas de 1.645 muertos y 889 heridos, que es el número
citado en los folletos impresos en el extranjero y por la prensa internacional
como algunos periódicos ingleses, aunque hoy se considera que este número está
absolutamente hinchado.19 El historiador Hugh Thomas situó la cifra de víctimas
entre cien y mil seiscientos, estimando que la más probable sea de mil
muertos.20 Sin embargo, los datos más actuales apuntan entre 250 y 300
muertos.21 Solé i Sabaté y Villaroya, basándose en las valoraciones de Castro
Uriarte, arquitecto municipal de Guernica y responsable del servicio contra
incendios, afirman que la cifra de entre 250 y 300 muertos es la más cercana a
la realidad de lo que ocurrió, lo que supone una cifra proporcionalmente
elevadísima "ya que representa algo más del 5 por ciento de la
población".16 Estos dos historiadores también señalan que no hubo más
víctimas porque, después del primer bombardeo, la gente huyó al monte.18 Por su
parte los historiadores de la asociación "Gernikazarra" Vicente del
Palacio y José Ángel Etxaniz estiman que hubo 126 fallecidos.17
El 70% de los edificios de la ciudad fue totalmente
destruido por el incendio,17 que no se pudo apagar hasta el día siguiente, y el
20% gravemente dañados (el arquitecto general de Regiones Devastadas
contabilizó 271 edificios demolidos, lo que suponía el 74,4 por ciento de los
existentes en la villa de Guernica y el barrio de Rentería).22 El jefe del
estado mayor de la Legión Cóndor Von Richthofen escribió lo siguiente tras su
visita a Guernica:23
Guernica, villa de
5.000 habitantes, ha sido literalmente asolada. (...) Las bombas de 250 kilos
derribaron buen número de casas y destruyeron las cañerías. Las bombas
incendiarias tenían ahora tiempo para desplegar su eficacia. Las casas estaban
construidas con cubiertas de teja, galerías de madera y entramado del mismo
material, por lo que fueron completamente aniquiladas. (...) Aún se ven hoyos
de bombas totalmente increíbles. (...) Así pues, sólo un completo éxito técnico
de nuestras bombas de 250 y de las EC.B.1.
Los lugares históricos vascos, la Casa de Juntas
de Guernica (histórico lugar de reunión de las asambleas que regían Vizcaya y
sede de su archivo histórico) y el anexo Árbol de Guernica, símbolo
ancestral del pueblo vasco, no fueron afectados por el
bombardeo. El cercano puente que se afirmó luego era el objetivo, quedó
intacto.
El 28 de abril, dos días después del bombardeo, las tropas
sublevadas entraban en la villa foral, tomando el control de la misma y
quemaron los archivos que hallaron en la iglesia de Santa María,
imposibilitando el recuento final de fallecidos.
En aquel momento, el batallón carlista se dirigió a la Casa
de Juntas donde rindió honores al Árbol de Guernica, poniéndole una guardia de
honor como símbolo de los fueros. Antes de que llegaran los requetés, sin
embargo, ya se había montado una protección en torno a la Casa de Juntas y el
Árbol, a cargo de soldados marroquíes de Regulares de Tetuán nº 1. Cumplían
órdenes del general Emilio Mola, jefe del Ejército del Norte, indignado por el
bombardeo y que había dado órdenes estrictas de proteger los símbolos forales.
Los requetés, al mando del capitán navarro Jaime del Burgo, relevaron a los
soldados de Regulares
Motivaciones del ataque
Las motivaciones del ataque han sido objeto de polémica
durante mucho tiempo, pero la mayoría de los historiadores que han investigado
el tema defienden la tesis de que "la intención del bombardeo era destruir
Guernica". Para apoyar esta afirmación aportan dos pruebas fundamentales.
La primera es la combinación de bombas explosivas e incendiarias utilizadas en
el bombardeo, cuya "única explicación posible" es que se pretendía
destruir la ciudad. La segunda es que para derribar el puente de Guernica o
impedir que el ejército vasco pudiera retirarse, que fueron los dos objetivos
alegados por los agresores, "no era necesario ametrallar a la población
civil, movilizar aviones durante tres horas ni lanzar bombas incendiarias. Para
más inri, el puente no fue alcanzado, y al terminar el bombardeo permanecía
intacto".22
Sin
embargo no existe un consenso tan claro en cuanto a la cuestión de "si el
bombardeo fue exclusiva responsabilidad de los alemanes o si éstos actuaron
bajo la orden de Franco o, en su defecto, de [los generales] Mola o Vigón. Como
no se ha encontrado ningún documento escrito, y difícilmente se encontrará, en
el que Franco diera la orden, las opiniones de los historiadores se basan en
distintos análisis y cómo funcionaba la cadena de mando del ejército
franquista. Lo que es incuestionable, como demostró Vicente Talón hace más de
treinta años, es que los alemanes efectuaron el bombardeo a petición de las
tropas franquistas que estaban en primera línea". 24 Así historiadores
como Vicente Talón y Jesús María Salas Larrazábal se inclinan por atribuir la
exclusividad del bombardeo a los alemanes, mientras que otros como Manuel Tuñón
de Lara, Ángel Viñas o Herbert Southworth apuntan al "Generalísmo"
Franco como máximo responsable.25
Una posición intermedia es la que mantiene el historiador
alemán Klaus A. Maier:
La Legión Cóndor
[tuvo] en una alta medida la responsabilidad de la destrucción de Guernica. La
intención de los alemanes, a la que se sumaba una fuerte razón de prestigio
nacional y personal (Richthofen), de proporcionar a los nacionales un triunfo
rápido, tras el fracaso de Guadalajara para los italianos, llevó a una acción
que en el norte se caracterizó por no guardar los alemanes consideración de
ningún tipo. La responsabilidad global del mando supremo nacionalista de
Salamanca, que incluso bajo estas circunstancias consintió en la actuación de
la Legión Cóndor en el norte, sigue por consiguiente intacta
Algunos autores sostienen que el motivo del ataque consistía
en una maniobra testaruda de Wolfram von Richthofen, pues opinaba que el ataque
a Bilbao debía pasar por esta villa en vez de hacerlo por Durango. Aparte de ello,
Guernica constituía un centro clave de comunicaciones para las tropas
republicanas. Existía también una discrepancia entre el mando alemán y el
español sobre la dirección de las operaciones. Los alemanes preconizaban un
avance más rápido, basado en la capacidad destructiva de la aviación, y
estimaron que la destrucción del puente del barrio de Rentería de Guernica, el
último antes de la ría, dejaría bloqueados en la ribera derecha el material
pesado y los pertrechos de las fuerzas enemigas en retirada. El mando español,
por el contrario, era más prudente en el avance por un terreno de orografía
difícil y frente a un enemigo que nunca dejaron de respetar.
El mando nacional quedó sorprendido, en un primer momento,
ante la gravedad de la destrucción y consideró que no podía deberse, al menos
en exclusiva, al ataque de la aviación. La realidad es que la mayor parte del
daño fue causado por el incendio provocado por las bombas. Franco supo a los
pocos días que los aviones italianos y alemanes eran los responsables del
desastre, pero no quiso reconocerlo públicamente por suponer que ello
molestaría a los alemanes, cuyo apoyo consideraba imprescindible para ganar la
guerra.
El ejército alemán utilizó los efectos del bombardeo como
arma política en la guerra fría que mantenía con Inglaterra, y les interesó que
la prensa mundial exagerase los resultados.[cita requerida] Así, Guernica
habría sido una especie de ensayo de lo que luego serían los bombardeos masivos
de la Segunda Guerra Mundial. En los juicios de Núremberg, el entonces mariscal
de la Luftwaffe, Hermann Goering, declaró: "La guerra civil española dio
una oportunidad de poner a prueba a mi joven fuerza aérea, así como para que
mis hombres adquirieran experiencia."
Se suele afirmar[cita requerida] también que el bombardeo
fue una venganza por el linchamiento por parte de la población civil de Adolf
Hermann, piloto de un bombardero, derribado en Bilbao en 1937.
La propaganda franquista afirmó que Guernica, al igual que
Irún, había sido incendiada por los propios "rojo-separatistas" (sic)
en su huida, practicando una política de tierra quemada; pero varios
corresponsales extranjeros, entre ellos George Steer, del diario conservador
británico The Times, tuvieron ocasión de presenciar el estado de la villa
después del ataque y ser testigos de la devastación, recogiendo pruebas de la
autoría de los hechos, pues las bombas que no habían explotado daban testimonio
de su fabricación alemana.
También se ha afirmado que los bomberos de Bilbao llegaron
muy tarde y apenas intervinieron por falta de operativos,26 lo que habría
agravado los daños.
Según Solé i Sabaté y Villarroya:
el bombardeo de
Guernica consiguió sus objetivos finales. La táctica empezada en Durango y en
otras muchas poblaciones vascas, de aumentar progresivamente el nivel de
violencia, tuvo éxito. Entre la población civil la moral se había resquebrajado
ostensiblemente, y la escasa resistencia ofrecida desde ese momento por Bilbao
es una buena muestra de ello.
La negación de la autoría por el bando franquista
Al día siguiente del bombardeo de Guernika el lehendakari
del gobierno vasco José Antonio Aguirre hizo pública una nota en la que
denunciaba que los autores de la acción habían sido "los aviadores
alemanes al servicio de los facciosos españoles".27 La nota decía:
Los aviadores
alemanes al servicio de los facciosos españoles han bombardeado Guernica,
incendiando la histórica villa, que tanta veneración tiene entre los vascos.
Nos han querido herir en lo más sensible de nuestros sentimientos patrios,
dejando una vez más de manifiesto lo que Euzkadi puede esperar de los que no
vacilan en destruir hasta el santuario que recuerda siglos de nuestra libertad
y de nuestra democracia (...).
Las afirmaciones del lehendakari Aguirre fueron contestadas
por la propaganda franquista que atribuyó la destrucción de Guernika al propio
ejército vasco:28
Son completamente
falsas las noticias transmitidas por el ridículo presidente de la República de
Euzkadi relativas al incendio provocado por las bombas de nuestros aviones en
Guernica. Nuestros aviadores no han recibido ninguna orden de bombardear esa
población. Los incendiarios son los que, el verano pasado, incendiaron Irún y
ayer Éibar. En la imposibilidad de contener el avance de nuestras tropas, los
rojos han destruido todo y acusan a los nacionalistas de hechos que no son más
que la puesta en práctica de sus criminales designios.
¡Miente Aguirre!
Miente vilmente. En primer término no hay aviación alemana ni extranjera en la
España Nacional. Hay aviación española. Noble, heroica aviación española que
lucha constantemente con aviones rojos que son rusos, franceses y conducen
aviadores extranjeros. En segundo lugar, Guernica no ha sido incendiada por
nosotros, la España de Franco no incendia. La tea incendiaria es monopolio de
los incendiarios de Irún, de los que han incendiado Éibar, de los que trataron
de quemar vivos a los defensores del Alcázar de Toledo
La acusación de los "nacionales" de que la
destrucción de Guernica había sido obra de los propios republicanos fue
rápidamente refutada por un testigo imparcial, el periodista británico George
Steer cuyas crónicas sobre el bombardeo de Guernica fueron publicadas por su
diario The Times de Londres.29 Sin embargo la versión oficial franquista se
mantuvo durante toda la guerra y una vez terminada la guerra, por lo que el
libro del George Steer no se publicó en España. Solo a finales de la dictadura
franquista se reconoció la verdad, que la destrucción de Guernica fue realizada
por las tropas que apoyaban a Franco. La primera alusión al bombardeo aéreo se
produjo en la revista "Ejército", en 1949, en el artículo de un jefe
militar que había sido de los primeros en ocupar la villa. La confirmación
oficiosa se publicó en el tomo "Vizcaya" de las monografías sobre la
guerra civil del Servicio Histórico Militar. Este tomo se publicó en 1971.
Importancia simbólica
Mural situado en Guernica que reproduce el famoso cuadro
pintado por Pablo Picasso. El texto inferior dice: El "Guernica" a
Guernica.
El bombardeo de Guernica se ha convertido en un símbolo de
los horrores de la guerra para todo el mundo. El hecho tuvo un gran impacto en
su época, inspirando a Pablo Picasso su más famoso cuadro, el Guernica, que
pintó para que fuera expuesto en el pabellón de España en la Exposición
Internacional de París de 1937, y al ilustre escritor Blas de Otero que
escribió un poema del mismo nombre, como también la chilena y premio Nobel de
Literatura Gabriela Mistral, que escribió un poema titulado Árbol de Guernica.
perderla, y se levantara una cortina de humo con las
distintas versiones para explicar lo ocurrido.[cita requerida]
La mera discusión de cifras sobre el bombardeo, desde el
número de aviones que intervinieron, la cantidad de bombas que se lanzaron y
otros aspectos del bombardeo, generan polémica, precisamente porque este hecho
histórico fue utilizado con fines propagandísticos por ambos bandos desde su
planeamiento hasta las controvertidas, divergentes y muchas veces interesadas
versiones de su historia que se pueden leer hoy en día. Otra irónica y sórdida
casualidad la constituye el hecho de que en la misma población existiera una
fábrica donde se hacían el mismo tipo de bombas y proyectiles incendiarios que
cayeron sobre ella.