La obra, atribuida a los hermanos Le Nain, permaneció en la
familia de la septuagenaria durante generaciones hasta que ha sido adjudicada
en una subasta pública en Tours
El cuadro de los hermanos Le Nain subastado por 3,6 millones
de euros
Preservar el patrimonio cuesta caro, pero puede ser un buen
negocio. Un cuadro de los hermanos Le Nain, «descubierto» en el salón de la
residencia de provincias de una septuagenaria bretona, el mes de octubre
pasado, se vendió en subasta pública el domingo 10 de junio, en Tours
(departamento de Indre y Loira, región Centro-Valle de Loira), en 3,6 millones
de euros, cuando la última venta pública de una obra del mismo origen apenas
alcanzó los 800.000 euros, en Christie’s, Nueva York.
Todo en esta historia está cubierta con el manto de una
oscura interesada leyenda áurea.
La autoría de la obra, de entrada. Los hermanos Le Nain eran
tres, Antoine, Louis y Mathieu. Nacieron en Laon (departamento del Aisne y la
región de Alta Francia) entre 1593 y 1697. Grandes maestros del arte clásico de
su tiempo, tomaron la decisión, hacia 1641, de firmar con su solo apellido: Le
Nain.
Hay muchos otros misterios biográficos y artísticos de los
Le Nanin. Pero ese quizá el más difícil de solventar. Los especialistas suelen
pensar que el trío, el taller del trío, pudo pintar unas 2.000 obras. Unas
doscientas eran conocidas y estuvieron clasificadas a finales del siglo XVII.
Apenas unas 75 están hoy reconocidas como tales.
Con motivo de la gran exposición consagrada a los Le Nain en
1978/1979, Jacques Thuillier, especialista emérito, consideró oportuno insistir
en que era muy problemático intentar descifrar la verdadera autoría de cada uno
de los cuadros firmados con el apellido familiar.
Años más tarde, el mes junio de 2017, otro gran
especialista, Nicolas Milovanovic, comenzó a intentar establecer matices y
posibles diferencias en la emboscada herencia de los Le Nain. Queda mucho
terreno por desbrozar, materia de trabajo para muchos especialistas.
Así las cosas, una septuagenaria bretona que prefirió
comenzar por guardar el anonimato descubrió el otoño pasado una obra firmada Le
Nain, cuando había comenzado a vender parte de su patrimonio a través de
internet. Comenzó por ponerse en contacto con una familia de peritos tasadores,
que tomaron su tiempo antes de “dictar sentencia”. La señora, residente en
Nantes tenía colgado en el salón de su casa una obra heredada de su abuela.
El subastador francés Philippe Rouillac sostiene el cuadro
de los hermanos Le Nain
Los peritos tasadores comenzaron por pedir permiso para
trasladar la obra a un estudio: un óleo de 72 cm / 54 cm, representando a Jesús
a la edad de seis a ocho años, arrodillado, los brazos cruzados sobre el
corazón. Un niño rubio de ojos azules, la piel clara, mejillas rosáceas. Los
mejores especialistas de la Escuela del Louvre se trasladaron a Tours, para
realizar un primer estudio, llegando muy pronto a esta conclusión: “Se trata de
una obra mayor de los hermanos Le Nain, ejecutada entre 1642 y 1648, tras el
nacimiento de Luis XIV”.
Establecida su autenticidad, se planteó un primer problema,
que la ministra de Cultura, Françoise Nyssen, zanjó con rapidez: la obra no
podría salir de Francia. Si su propietaria deseaba venderla, el comprador
debería residir en Francia.
¿Primera duda, prosaica? ¿Cuánto vale un Le Nain? El último
Le Nain vendido por Christie’s, en Nueva York, apenas alcanzó los 800.000
euros. A última hora de la tarde del 10 de junio, un comprador anónimo, a la
hora de escribir esta crónica, pagó 3,6 millones de euros por la obra que ha
vegetado durante siglos en el limbo de lo “desconocido”, para instalarse
finalmente en su puesto entre las joyas del patrimonio nacional, privado, en
este caso.