El Museo Nacional del Prado cumple 200 años
Alberga obras de Velázquez, el Greco, Goya, Murillo o el
Bosco
El cuadro "Las meninas" es la obra más icónica del
Museo del Prado en Madrid.
La maja desnuda es una de las más célebres obras de Francisco de Goya.
Un 19 de noviembre, pero de 1819, se inaugura oficialmente
el que hoy conocemos como Museo Nacional del Prado, pero que durante muchos
años ha tenido una serie de nombres mucho menos recordados. Siendo uno de los
más importantes del mundo y uno de los más visitados de Europa, se trata de una
de las joyas que el patrimonio español conserva como oro en paño. Rico
especialmente en pinturas de maestros europeos de los siglos XVI al XIX, en el
museo pueden verse obras de autores tan reconocidos como Velázquez, el Greco,
Goya, Murillo, Rafael, Tiziano, Rubens o el Bosco. La joya de la corona de los
museos españoles cumple 200 años y queremos celebrarlo con algunas
curiosidades.
10 metros de cuadro
Y ya que hablamos de sus obras, mención especial a la
Degollación de San Juan Bautista y banquete de Herodes, un óleo sobre lienzo
del autor barroco Bartholomäus Strobel. Mención ya que se trata de la pintura
más larga expuesta en el Museo Nacional del Prado, un mural de 2.8 metros de
alto y 9.52 metros de largo. La obra relata el martirio de San Juan Bautista a
causa de Salomé, quien pidió su cabeza al rey Herodes.
El cuadro más grande
Pero en cuanto a superficie, la pintura "La visión del
Coloseo. El último mártir" de José Benlliure y Gil, es el cuadro más
grande del museo. Este óleo de 1885 tiene una altura de 5.61 metros y un ancho
de 7.28 metros. Más de 40 metros cuadrados de obra.
El cuadro más pequeño
En contraparte, tenemos que hablaros de la pintura más
pequeña del museo. Se trata del retrato de Carlos Ortiz de Taranco, miembro del
Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, pintado por Federico de
Madrazo y Kuntz. Sus dimensiones son de 11 cm de alto y 8,5 cm de ancho.
El museo efectivamente estaba en un prado
El peculiar nombre del Museo Nacional del Prado
probablemente ha provocado muchas preguntas a lo largo del tiempo. Aunque en un
primer momento se le conoció como Museo Real, lo cierto es que su ubicación se
encontraba cerca del Monasterio de los Jerónimos, en concreto en el prado de
los Jerónimos... Por tanto, el Museo del Prado.
Napoleón lo convirtió en una pinacoteca
El proyecto del museo aprobado en 1786 originalmente iba a
albergar el Real Gabinete de Historia Natural, por tanto, no iba a ser una
pinacoteca como lo es hoy en día. Fue después de la invasión de Napoleón cuando
se proyectó el espacio a imagen y semejanza de otros museos de Europa.
Finalmente Fernando VII decidió guardar las colecciones reales en este museo.
El baúl de los recuerdos
Se trata de un museo que, al margen de la creencia popular,
no es demasiado grande (pese a que son dos campos de fútbol). De hecho, le
falta espacio para albergar, ni siquiera, el 50% de su colección de pinturas.
Tiene 7988 pinturas catalogadas sin embargo, sólo expone alrededor de 1.290
pinturas.