Una visitante observa la obra «Academia» (1896-1897), de
Pablo Picasso
El museo presenta dos nuevas salas con obras de Miró, Tàpies, Cuixart y Ràfols-Casamada, entre otros
referencia a la hora de recorrer las luces y sombras del
arte medieval y, a la espera de que la ampliación que viene reclamando desde
hace años le permita acomodarse con mayor soltura en el siglo XX, sigue
añadiendo nuevos flecos con los que completar su recorrido por el arte de
posguerra y la segunda vanguardia.
Así, cuatro años después de presentar una versión reformada
y ampliada de su colección de arte moderno, el museo barcelonés presentó ayer
dos nuevas salas con las que que busca «enriquecer el relato del siglo XIX y
primera mitad del XX con nuevas lecturas y rotaciones de obras». Un nuevo
vistazo a la historia del arte más reciente que se traduce en un itinerario por
los años cuarenta y cincuenta que, bajo el título «Una vanguardia posible»,
reúne obras de Català-Roca, Modest Cuixart, Ràfols-Casamada, Joan Josep
Tharrats y Joan Ponç, entre otros.
Tàpies y Miró
No faltan en este paseo por la posguerra y la segunda
vanguardia obras de Mirò ni de Tàpies, protagonistas de excepción de una línea
argumental que ahonda en la precariedad de los años cuarenta, ilumina el
ilusionismo de Dau al Set y la figuración moderada y asiste al nacimiento del
informalismo de Tàpies. Según se avanzó desde el MNAC, a estas dos salas se
sumará, a partir de la primavera, un nuevo espacio dedicado a presentar los
nuevos ingresos de la colección. «Con este montaje ha quedado demostrado que
necesitamos más espacio», insistió el director del museo, Pepe Serra, quien ha
hecho de la ampliación del museo en uno de los pabellones de Fira de Barcelona
en Montjuic uno de sus caballos de batalla.
Con permiso de Pedro G. Romero y su intervención en el museo
a partir de la checas psicotécnicas diseñadas por Alphonse Laurencic, otro de
los grandes protagonistas de la jornada de ayer fue Pablo Picasso, de quien el
MNAC acaba de incorporar tres obras de juventud: un autorretrato de 1896;
«Academia», de 1896-97; y «Copia parcial de Estudio de Arcadi Mas», de 1895-96.
Tres óleos de los «años catalanes» que se exhiben en Montjuïc gracias a un
acuerdo con el Museo Picasso de Barcelona. «Esta colaboración ha de ser algo
normal y habitual», destacó Serra.