jueves, 8 de junio de 2017

San Petersburgo, refugio del arte callejero mundial



El museo expone una selección con 60 artistas de 15 países
En una esquina hay dibujado un corazón blanco descansando del combate. En la otra, sobre un pedestal, un Lenin rescatado de una fábrica ve pasar a los obreros del turno de la tarde. En una habitación, Pikachu canta una vieja canción soviética dentro de una pantalla de televisión, ajeno a las máquinas de cortar plástico. Y en el muro principal, con mil palabras escritas a brochazos negros, el grafitero Timothy Radya ha escrito con ayuda de una grúa un largo manifiesto sobre un arte que normalmente habla por sí mismo... hasta que llega la autoridad municipal.


El arte callejero está destinado a tener una vida muy corta. El Museo de Arte Callejero de San Petersburgo quiere obrar en milagro de conservar esos fogonazos desafiantes de pintura, spray y verdades como puños en letra gruesa. Un siglo después de la Revolución Bolchevique este museo abre nueva temporada con 60 artistas de 15 países (entre ellos el español Ricardo Cavolo) que exponen sus obras, la mayoría de ellas a cielo abierto. Muchas serían 'ilegales' en plena calle, ahora son motivo de exposición en una especie de paraíso del selfie que se está ganando un hueco en las publicaciones de arte. En la ciudad del Hermitage, los palacios y los canales, el Museo de Arte Callejero es revolución pura, creación fuera de ruta conservada en un ecosistema muy apropiado: una fábrica de plásticos, Sloplast, todavía en activo. ¿Hay un lienzo mejor que las paredes sucias y las puertas metálicas oxidadas?
Esta apuesta museística es todo un guiño al pasado y el futuro de San Petersburgo, seguramente la ciudad más orgullosa del país. Una urbe con un pretérito imperial deslumbrante en el centro, que en verano no ve ponerse el sol y presume de ser la más visitada del país. Pero al mismo tiempo para los rusos la vieja Leningrado es simplemente Peter, una ciudad nublada casi todo el año con lluvia antipática, con una herida industrial enorme en el extrarradio, donde muchas fábricas han dejado de producir y otras -humeantes- desafían a las cúpulas doradas de las catedrales. La imagen que los turistas tienen de la vieja capital zarista y la que tienen muchos rusos es muchas veces contrapuesta. El museo es una joya descolocada dispuesta a contar a todos lo que hace años que chillan las calles: melancolía, hartazgo, miedo al futuro, incredulidad ante la deshumanización... Pero también hay ganas de soñar y rebeldía. Amor. Y talento para provocar.
El museo es posible gracias a Dimitri Zaitsev, jefe de una fábrica donde hoy en día los obreros trabajan entre creaciones de los artistas más importantes de esta especialidad. Con el mono de faena, algunos trabajadores las critican, otros tienen sus preferidas, algunos dan ideas y hasta los hay que han sido inmortalizados por varios artistas en sus creaciones. El hijo del dueño, Andrei Zaitsev, decidió convertir su interés por este modo de vida en algo que pudiese ser visitable y generar algo de dinero. Nueva York, Amsterdam y otras capitales han tratado de presentar en forma de exposición lo mejor del arte callejero. Pero hasta la fecha sólo San Petersburgo lo ha presentado en un recinto consagrado sólo a ese arte donde al mismo tiempo la vida sigue, con el rugir de las máquinas y el trasiego de los trabajadores.
En esta cuarta temporada Zaitsev ha contado con Yasha Young, directora del Museo de Arte Urbano Contemporáneo de Berlín. En el marco de la exposición también se llevan a cabo otros proyectos: Nikolay Super presenta su pared de graffiti Generations mostrando cómo esta subcultura se ha desarrollado en Rusia, un país donde la fuerte autoridad estatal no evita el pulso contestatario. Un gran exponente fue el desaparecido Pasha 183, considerado "el Bansky ruso", algunas de cuyas obras se pueden visitar en el museo, que en todo caso está abierto a artistas de todo el mundo.

Menos del 5% de las ventas de artistas españoles se producen en España



Estados Unidos copó el 41% de las compras del mercado


Menos del 5% del valor total de las ventas de artistas españoles en el mundo se realizó en España en el año 2016, una situación poco habitual en este sector, donde cada país se convierte en el principal comprador de sus autores, según recoge el informe sobre el mercado del arte en España promovido por Obra Social La Caixa.

En la mayoría de países, el mercado nacional de un artista suele representar la mayor proporción de sus ventas, mientras que, en el caso de los artistas españoles, menos del 5% del valor total de sus ventas en el mundo se realizó en España. El informe destaca que las ventas de algunos de los artistas principales, como Picasso, Miró y Dalí, en España representan un 1% o menos de los valores totales mundiales en 2016.
En 2016, se cerraron ventas privadas de obras de Picasso por un valor de varios millones de dólares fuera de España, incluida 'Mujer sentada', que se vendió en Sotheby's, Londres, por cerca de 64 millones de dólares. En cambio, el precio más alto que se pagó en España durante ese año se situó justo por debajo de los 20.000 dólares en Segre por la obra 'Petit buste de femme'.


Esta situación también se repite con los artistas vivos, que en el mercado de las subastas representan solo un 2% de las obras vendidas en casas de subastas en España. Aquí se trata de un sector "con precios promedio bajos en general", donde únicamente artistas como Miquel Barceló o Manolo Valdés alcanzan precios de 50.000 dólares o más.

Pero incluso en el caso de estos dos últimos ejemplos, gran parte del valor de sus ventas en subasta se logra fuera de España. En 2016, solo el 8% del valor de las ventas de Miquel Barceló en subasta se llevó a cabo en España. En el caso de Manolo Valdés, el porcentaje es aún menor: un 2%. Mientras que las obras de Barceló han alcanzado precios de más de 4 millones de euros en anteriores subastas fuera de España, los precios alcanzados en España no han superado los 200.000 dólares.

País exportador
España es un país principalmente exportador y ha mantenido el superávit comercial de los últimos años, registrando 14 millones de euros de diferencia positiva de las exportaciones sobre las importaciones. Sin embargo, el valor económico del superávit ha disminuido desde 2013 debido a que "las importaciones aumentaron constantemente, junto al crecimiento más volátil de las exportaciones". Las exportaciones fuera de la UE dominaron en 2016, representando el 71% del total, y los principales países de destino de fueron algunos de los mercados principales, entre los que destaca Estados Unidos con un 41% del total. En lo que respecta a las importaciones, el estudio destaca que se han recuperado en los últimos años gracias a reducir en 2014 las tasas de IVA al 10%.
En general, el mercado del arte en España registró en 2016 unas ventas totales de 385 millones de euros. Esta cifra refleja un aumento del 19% en las ventas de galerías y casas de subastas respecto al estudio anterior. Según ha destacado el informe, de esta manera el sector "consolida" el crecimiento positivo de los últimos años, y recupera la cifra de ventas en 2008. "El rendimiento positivo en el periodo de 2014 a 2016 en España es más notable si lo comparamos con el descenso marcado en las ventas en el mercado del arte global, que disminuyó en el mismo periodo un 17%", recoge el documento.

Coleccionismo latinoamericano
En cualquier caso, las cifras del mercado siguen siendo inferiores al valor de las ventas cosechadas en 2006 y 2007, etapa de mayor apogeo del sector, en la que las transacciones superaron los 480 millones de euros y en un periodo de diez años se ha reducido casi un 20%, frente a un crecimiento de 4% en ventas en todo el mundo. El estudio apunta que desde 2014 se ha recuperado una parte del impulso anterior a la crisis en España gracias a la "favorable situación económica" y al apoyo de coleccionistas internacionales de regiones como América Latina, que han ayudado a mantener a flote las ventas.
Con una cuota de mercado en torno al 2%, España sube un puesto entre los países de la Unión Europea, superando a Austria y por detrás del Reino Unido -quien con un 21% sigue dominando claramente el mercado-, Francia, Alemania e Italia.

Por otra parte, la mayoría de los artistas españoles deben afrontar una situación económica precaria y casi la mitad presenta un salario anual -en todas las actividades profesionales, artísticas o de otro tipo- por debajo de los 8.000 euros. La autora del informe Clare McAndrew ha destacado la "difícil" situación económica de los artistas en España, "incapaces de vivir económicamente del arte como profesión principal". A pesar del hecho de que más de la mitad de los 1.100 artistas encuestados tenía la carrera universitaria de Bellas Artes, la mayoría (78%) tenía ingresos inferiores a 20.000 euros.