sábado, 6 de mayo de 2017
Alemania recuerda a Marlene Dietrich 25 años después de su muerte
Alemania recuerda hoy a Marlene Dietrich al cumplirse 25
años de la muerte de su actriz más universal y uno de los símbolo del rechazo
al nazismo.
"Marlene Dietrich es un nombre que empieza con una
caricia y termina con un latigazo", escribió el poeta y cineasta Jean
Cocteau, en una frase que es ahora permanentemente cita y que refleja la amplia
gama de sensaciones que suscita la actriz berlinesa. De mujer fatal en "El
ángel azul", a personaje andrógino en "Marruecos". De icono de
la moda -los pantalones anchos que usaba siguen llamándose "Pantalones
Marlene"-, a figura del rechazo al nazismo. Actriz y cantante y ante todo
un mito que ella misma cultivó hasta su muerte.
El Museo del Cine de Berlín ha organizado durante el fin de
semana visitas guiadas centradas en los objetos relacionados con Marlene
Dietrich, con su leyenda y con su carrera. Además presentará un documental
sobre su vida y las emisoras más importantes del país emitirán programas en su
honor, mientras que dos diseñadoras, Lisa Lang y Anja Dragan, han creado el
traje iluminado con el que Dietrich soñó hace sesenta años.
Entre la casa donde nació, en el barrio berlinés de
Schöneberg, y la tumba donde está enterrada, en el cementerio de Friedenau, hay
cerca de tres kilómetros de distancia. Entre el momento de su nacimiento, el 27
de diciembre de 1901, y el de su muerte, el 6 de mayo de 1992, cabe una enorme
trayectoria en el mundo del cine, dos guerras mundiales y buena parte de las
turbulencias del siglo XX.
Sólo la carrera cinematográfica de Marlene Dietrich, desde
"El ángel azul" (1929), película dirigida por Josef von Sternberg y
basada en una novela de Heinrich Mann que fue su primer éxito, hasta "La
sentencia de Núremberg" (1961), serviría de base para contar buena parte
del siglo que le tocó vivir.
Marlene, ésa es el único nombre que la identifica en su
tumba, salió de Berlín en 1930 rumbo a Hollywood, a donde la llevó el éxito de
"El ángel azul", y nunca terminó de regresar a ese país que Günter
Grass llamabÁ "la difícil patria". Tras la llegada de los nazis al
poder, vivió entre Los Ángeles y París, desde donde procuraba apoyar a
emigrantes alemanes, sobre todo artistas e intelectuales. Los nazis trataron de
seducirla para regresar a Alemania y el ministro de Propaganda, Josep Goebels,
le ofreció que hiciera las películas que quisiera, escogiendo ella misma el
director y el guión.
Pero Dietrich se negó; en 1939 adquirió la nacionalidad estadounidense
y cuando EEUU entró en la guerra contra los nazis, siendo una de las estrellas
mejores pagadas de Hollywood, decidió que quería estar lo más cerca del frente
y viajo a Europa con las tropas aliadas, a las que ofrecía espectáculos. Junto
a sus fotos como Lola, mujer fatal en "El ángel azul", o vestida de
esmoquin en Marruecos, también forman parte de su iconografía las imágenes que
la muestran con el uniforme del ejército estadounidense. "Tu fuiste más
valiente que regimientos enteros", le dijo en una carta el escritor Erich
Maria Remarque, aunque no todos los alemanes vieron con buenos ojos su actitud
durante la guerra.
En 1960 visitó Berlín y escuchó gritos en su contra, de
gente que la calificaba de "traición a la patria" y de "puta de
los aliados".
Las autoridades de la capital alemana le pidieron perdón
póstumamente en 2002, cuando se cumplieron diez años de su muerte, y una plaza
lleva su nombre cerca del lugar donde se celebra la Berlinale, el festival
internacional de cine de Berlín
"Aquí estoy en el borde de mis días", dice el
epitafio de Marlene Dietrich, tomado de un poema de Karl Theodor Körner, en la
tumba donde está enterrada, como ella lo dispuso, con camisa de seda blanca y
chaqueta y pantalones negros.
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