En un comunicado, la baronesa subraya que «desea» que su
colección siga en España «siempre y cuando tenga un marco legal» que la
«respete y proteja»
Carmen Thyssen asegura que su colección, depositada en el
museo Thyssen-Bornemisza, vale «más de 1000 millones de euros» y «genera unas
ganancias para Madrid de entre 7 y 8 millones de euros anuales», por lo que ni
puede estar «en una situación de precariedad» ni «sin un marco legal claro y
estable».
En un comunicado que se ha repartido a los periodistas antes
de la rueda de prensa de presentación de la nueva exposición «Obras maestras de
Budapest», la baronesa subraya que «desea» que su colección siga en España
«siempre y cuando tenga un marco legal» que la «respete y proteja», «garantice
su accesibilidad y movilidad» para llevarla a exhibiciones «en todo el mundo»
para darle «mayor visibilidad».
El pasado 31 de enero, el Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte anunció que había llegado a un acuerdo con Carmen Thyssen para la
cesión de su colección privada al museo de Madrid durante otros tres meses,
tiempo en el que se negociarían las nuevas condiciones del préstamo, que habían
expirado el día anterior.
La colección de la baronesa, según los datos que se habían
manejado hasta ahora oficialmente, se compone de 429 obras, de las que 250
están expuestas, y está valoradas en unos 750 millones de euros. En una nota
del 31 de enero, la baronesa señalaba que ella había prestado al museo, por 11
años y de forma gratuita, «655 obras, 317 de ellas pertenecientes a la
colección internacional y 338 a la colección española» y que, tras finalizar en
2013 el convenio que regulaba la cesión gratuita, se había entrado «en una
situación de inseguridad jurídica sometida a renovaciones anuales
cortoplacistas».
Negociación
En su comunicado valora en «más de 1000 millones la
colección» y recuerda los puntos «esenciales» en los que deben alcanzar «un
entendimiento» para acceder a renovar el préstamo de su colección a ese museo.
Los abogados de Thyssen y los que representan al Estado deben negociar, dice,
el régimen de disposición, movilidad y exposiciones mundiales de las obras; su
régimen jurídico y las interpretaciones de las normas fiscales «que le son de
aplicación, tanto de la cesión» como de su dedicación a ella y a las funciones
de «desarrollo cultural» previstas en el acuerdo que se suscribió en el año
2000.
«Llevamos cinco años con renovaciones anuales o semestrales
del préstamo. Ahora tenemos que pensar en un marco legal que respete y proteja
el valor de esta colección única permanente y a largo plazo», afirma. «El
primer paso ya lo hemos dado, que es sentarnos a hablar. Las conversaciones son
cordiales, de buena fe y van por el buen camino. El Ministerio de Cultura está
realmente comprometido en encontrar una solución para asegurar el futuro de mi
colección en España, pero debemos tener la predisposición de todos los
interlocutores».
ABC...