A la gente le gustaría leer más, pero se ha dado cuenta de que ya no es capaz
Un estudio en Australia señala que más del 50% de los lectores leen menos de lo que ellos quisieran. Las razones apuntan a la distracción constante e incluso a la incapacidad para decidir qué libro leer
Amucha gente le gustaría leer muchos más libros de los que lee, pero se ha dado cuenta de que ahora le resulta imposible. Y no es porque tenga más trabajo o tenga actividades extraescolares o tenga que cuidar a los niños o a sus padres o a su perro. Es porque se distrae con cualquier cosa o hacer cualquier otra actividad le parece mejor. Y esto, que casi cualquiera podría constatar sin pruebas, pero sin ninguna duda, ahora ya está datado. Ya hay quien le ha puesto una cifra a esta distracción. Ha sido una investigación de la Universidad de Monash, en Australia, que ha descubierto que los lectores más ávidos, pero también los que lo son menos o los que no lo son casi nada, tienen grandes problemas con las distracciones e incluso con la motivación para coger un libro entre las manos. Es más, dan problemas hasta los audiolibros… Uno puede ir paseando por el parque y el ladrido de un perro lo cambia todo. La atención se pierde en un suspiro.
Cualquier cosa acaba siendo mejor que leer (como mirar una pantalla). Muchos tampoco acaban de encontrar el libro adecuado
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