¿Vender piezas del museo para financiar al propio museo?
Todo es posible en Italia. El museo del Papiro Corrado Basile de Siracusa ha
recurrido a esta particular técnica para solventar sus delicados problemas de
financiación, algo que ha enfurecido a la comunidad y a los estudiosos de la
papirología de todo el mundo. Y no lo ha hecho a través de una empresa de
subastas, sino mediante un procedimiento menos ortodoxo: su página de Facebook.
“La noticia apareció en forma de publicidad en la página de
Facebook de mi colega Luigi Prada. Pensábamos que era una broma, pero tanto la
página de Facebook como la web del museo llevaban la misma noticia”, escribe la
curadora del Museo de Manchester Roberta Mazza en su blog. “Me pregunto qué
tipo de mensaje piensan que transmiten a las nuevas generaciones, vendiendo
manuscritos antiguos que deberían custodiar”, protesta.
Las piezas en venta son veinte fragmentos de papiros griegos
y demóticos de su propia colección que el centro compró hace diez años
Las piezas en venta son veinte fragmentos de papiros griegos
y demóticos –el lenguaje utilizado en la última etapa del Antiguo Egipto- de su
propia colección que el centro compró hace diez años. Su valor es incierto.
Según explica a La Stampa Federico Bottigliengo, experto de la casa de subastas
Bolaffi, algunos fragmentos demóticos pueden venderse por 100 dólares cada uno,
pero se llegan a pagar 10.000 dólares por siete fragmentos de un mismo
documento o hasta 60.000 por un papiro de un metro.
“En cualquier caso se trata de hallazgos muy raros,
prácticamente inéditos en el mercado”, cuenta Bottigliengo. Los papiros en
venta, además, no están traducidos, por lo que si en el momento de la
traducción se descubriese que tratan algo diferente a los intercambios
comerciales –lo que se aborda en la mayoría de estos documentos- podrían
aumentar su valor de manera exponencial. Por ejemplo, si hablasen de ciencia o
cultura.
Además de la pérdida de este patrimonio, lo que ha indignado
a la ciudad de Siracusa y a los estudiosos de la antigüedad es que una venta de
un manuscrito de más de 1.500 años se pueda hacer a través de la página web y
las redes sociales del centro. “Los papiros se venden en grupo y no de manera
individual”, decía el anuncio. Después de que la noticia saliese a la luz, el
museo retiró los avisos en Internet, pero mantiene los objetos a la venta.
La dirección asegura que lo hace por obligación: necesitan
liquidez para seguir adelante después de que la región de Sicilia les impusiese
un gran recorte de fondos. También mantienen que no lo venderán a personas
privadas, sino a universidades italianas y extranjeras que ya han mostrado su
interés. “El Museo del Papiro ha decidido vender algunos papiros de la propia
colección para conseguir recursos para realizar otros proyectos”, explicó la
directora, Anna Di Natale, a la propia Mazza.
El Museo del Papiro ha decidido vender algunos papiros de la
propia colección para conseguir recursos para realizar otros proyectos”
ANNA DI NATALE
Directora del Museo
El museo es una institución privada fundada y gestionada por
el Instituto Internacional del Papiro desde 1987 por Di Natale y Corrado
Basile, dos conocidos investigadores en colaboración con El Cairo, que realiza
actividades de investigación científica sobre estos manuscritos y sus
tradiciones con financiación pública. Además de centro didáctico, también
organizan convenios científicos de Egiptología y Papirología organizados por el
Instituto Italiano para la Civilización Egipcia. Sin embargo, su labor se ha
visto muy afectada por la falta de fondos. Si en el 2009 recibieron 117.000
euros, en el 2017 sólo han llegado 15.750.
Por esto, la ciudad de Siracusa también se ha querido
pronunciar al respecto. “Es una gran lástima porque priva a nuestra ciudad y
nuestra región de un patrimonio antiguo que pertenece a toda la comunidad”, ha
expresado el teniente de alcalde, Francesco Italia. “Aunque no tengamos una
competencia directa, trabajaremos para evitar la venta”, prometió, aunque
pidiendo al museo que hagan un esfuerzo para no depender sólo del
financiamiento público.
No se trata de un caso aislado, denuncia la misma Mazza. En
los últimos años, la colección Bodmer vendió algunos papiros al coleccionista
americano Steve Green, y el Museo de Arqueología de Berkeley vendió algunos
papiros a al menos tres coleccionistas privados. “Pero que un Museo del Papiro
venda sus propios papiros se vuelve surrealista”, apunta la experta.
El museo es una institución privada fundada y gestionada por
el Instituto Internacional del Papiro desde 1987 por Di Natale y Corrado Basile
diario la vanguardia
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