Barcelona (Fundación Mapfre) y Madrid (Museo Thyssen)
rivalizan con las mejores obras del artista francés
La temporada artística de este otoño tendrá como gran
protagonista al pintor impresionista francés Pierre-Auguste Renoir (1841-1919),
de quien se programan sendas exposiciones en la Fundación Mapfre, en Barcelona,
y en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid. Renoir entre mujeres y Renoir.
Intimidad son los títulos de las respectivas exposiciones que permitirán
admirar la variedad de géneros de este artista, desde los paisajes a las
naturalezas muertas, desde los retratos y escenas en grupos a los desnudos.
La primera de las exposiciones que nos llega es la que
organiza la Fundación Mapfre: Renoir entre mujeres. Del ideal moderno al ideal
clásico. Colecciones de los museos d’Orsay y de l’Orangerie, que podrá
visitarse a partir del 17 de septiembre en la casa Garriga i Nogués de
Barcelona y permanecerá abierta hasta el 8 de enero del 2017. Incluye 70 obras,
más de la mitad de ellas correspondientes a distintas interpretaciones que hace
el pintor francés de la mujer. “Destaca el protagonismo de la parisina moderna
en sus lienzos impresionistas, la visión más intimista de la imagen maternal y
la belleza intemporal del desnudo integrado en la naturaleza, tan
característico de sus últimos años”, señalan sus organizadores. Un ejemplo de
esta última tendencia es Les baigneuses ( Las bañistas), un óleo que pintó
entre 1918-1919 que procede del Museo d’Orsay. El resto son obras de otros
artistas sobre esa misma temática, con piezas de Van Gogh, Maurice Denis, Edgar
Degas, Pierre Bonnard o Pablo Picasso.
La gran atracción de la exposición será el óleo Bal du
Moulin de la Galette (Baile en el Moulin de la Galette), pintado en 1876, una
de sus obras más conocidas. Fue comprada por el pintor Gustave Caillebotte, que
en 1894 lo legó al Estado francés. Desde entonces ha pasado por los museos de
Luxemburgo, Louvre, Jeu de Paume y Orsay, donde se encuentra desde 1986. El
cuadro, que representa un baile en el Moulin de la Galette, un popular
merendero de la capital francesa, vuelve a España después de cien años. Formó
parte de la monumental exposición sobre Arte francés que se celebró en 1917 en
el Palacio de Bellas Artes de Barcelona (un edificio construido para la
Exposición Universal de 1888 junto al paseo Lluís Companys y frente al parque
de la Ciutadella, que fue demolido en 1942). En aquella ocasión ya se destacó
en la prensa esta obra de Renoir como una de las más conocidas, pese a que
compartía cartel con Courbet, Gauguin, Manet, Degas, Monet, Pissarro, Sisley,
Cezanne, Toulouse-Lautrec y otros nombres ilustres, hasta un millar de cuadros.
Resulta ilustrativo que a raíz de aquella exposición el escritor y periodista
madrileño José Francés (que acabó casándose con la bailarina catalana Aurea de
Sarrà y murió en Arenys d’Empordà en 1964) escribió un contundente artículo en
la revista Nuevo Mundo (27/IV/1917): “Por un momento soñamos aquí en Madrid
unos cuantos utópicos en la repetición –ya que no era posible la primacía– del
espléndido espectáculo. Pero hemos desistido con desaliento y pena. Ni tenemos
local, ni se lograría dinero suficiente, ni dejarían de asomar –más numerosos
aquí que en Barcelona– los obstáculos de un partidismo fanático o remunerado”.
Para el autor, la dificultad más insalvable de todos modos para tan magna
exposición era la falta de un local adecuado. Y concluía su artículo señalando:
“A Barcelona iremos en gustosa peregrinación estética y concede-remos al
importantísimo acontecimiento toda la extensión que merece”.
De Bal du Moulin de la Galette hizo Renoir una segunda
versión que se vendió en una subasta de Sotheby’s de Nueva York en mayo de 1990
por 78,1 millones de dólares, situándose entre las diez obras más caras de la
historia. Toulouse-Lautrec tiene un óleo con este mismo título de 1889 y Ramon
Casas, otro de 1891, que está en el museo Cau Ferrat de Sitges.
Un mes después de la apertura de esta exposición, se abrirá
Renoir. Intimidad en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Esta retrospectiva
se celebrará del 18 de octubre al 22 de enero de 2017, con 75 obras del artista
francés. Posteriormente se exhibirá en el Museo de Bellas Artes de Bilbao,
entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017. Cuenta con préstamos de museos y
colecciones como el Marmottan Monet de París, el Art Institute de Chicago, el
Pushkin de Moscú, el Paul Getty de Los Ángeles, la National Gallery de Londres
o el Metropolitan de Nueva York.
El comisario de la exposición Guillermo Solana ha organizado
un recorrido temático, en torno a cinco apartados: impresionismo, retratos,
paisajes, escenas familiares y bañistas. La etapa impresionista, entre 1869 y
1880, ocupa tres salas y reúne algunos de los iconos de su carrera, como Baños
en el Sena (1869), que pintó en La Grenouillère, zona de ocio a las afueras de
París donde iba a trabajar con Monet, y retratos femeninos como Retrato de la mujer
de Monet (1874), El paseo (1870) o Mujer con sombrilla en un jardín (1875),
además de un dibujo preparatorio de Bal du Moulin de la Galette. A partir de
1881, Renoir vuelve la mirada a la tradición clásica, sin abandonar el lenguaje
impresionista, pero con más énfasis en el dibujo. Se exponen en otros apartados
su faceta como retratista de la sociedad parisiense, sus paisajes (costa de
Normandía, Guernsey, Provenza y sur de Italia) y escenas familiares y
domésticas, como Maternidad (1885) o Aline amamantando a su hijo (1915). Y
cierra la exposición con una serie sobre bañistas y desnudos al aire libre.
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