La cultura nipona ha sabido preservar el arte de los
pequeños gestos gastronómicos, la disposición exacta de los ingredientes, la
estética de un plato que, además de comerse, también deleita retinianamente. Y
con la reapertura de Zuma Madrid se nos devuelve un poco de esa belleza en su
nueva imagen.
Un
restaurante japonés donde se innova sin traicionar la esencia
Los ritos tienen muchas cosas buenas, pero la liberta
creativa con la que te puedes enfrentar a ellos no es una de ellas. El reto que
tenía por delante el equipo de diseño interior de Zuma, Azumi, era mayúsculo, y
uno de sus grandes aciertos en la renovación ha sido entender que la
sofisticación rara vez se encuentra en la ruptura total con la tradición. El
nuevo Zuma consigue destilar lo esencial de un restaurante japonés actual sin
que pierda su significado; no se trata de reinventar Japón, sino de respetarlo
desde una mirada contemporánea.

En esta reapertura, Zuma ha apostado por una nueva
distribución que optimiza la experiencia del comensal. El espacio gastronómico
se estructura en tres núcleos gastronómicos que generan una coreografía
constante en el local: la barra de sushi, donde la técnica y la precisión de
los itamae se convierte en un espectáculo; la parrilla robata, encargada de
aportar matices ahumados y caramelizados a cada plato; y la cocina abierta, que
invita a los visitantes a ser testigos de un proceso culinario que combina
fuego, textura y saberes de antaño.
Zuma en Madrid: madera, luz y la teoría del punto rojo
Un paisaje otoñal calmado marca el concepto del
interiorismo, que se rinde por completo al uso de la madera en los paramentos
del proyecto. Esta piel envolvente provoca una sensación de calidez, donde los
tonos marrones se combinan con destellos de rojo y verde que salpican la
composición. El punto de contraste se percibe en el hito bermellón de la barra
del bar: un punto de energía que sublima la serenidad espacial para aportar un
matiz vibrante. Este recurso, conocido como la teoría del punto rojo, aporta
impacto con un uso estratégico del color en un entorno equilibrado. Un chispazo
dentro de la composición que atrae la mirada y transforma la atmósfera.

Esta reapertura de Zuma en Madrid es un recordatorio de que
la gastronomía no debería reducirse a lo instantáneo. En su nuevo
planteamiento, materialidad y respeto por la tradición nipona, se advierte una
llamada a recuperar el placer de la pausa. Comer aquí se percibe como un
ritual, donde la madera, la luz y el color también forman parte de la
experiencia, y nos devuelven al disfrute consciente de cada bocado. Quizá no
podamos recuperar la solemnidad de una ceremonia del té, pero sí podemos
permitirnos, al menos por un momento, recordar que comer también puede ser un
acto de contemplación.
¿Dónde se encuentra el bar Zuma en Madrid?
Zuma se encuentra en el exclusivo Hotel Fénix Gran Meliá,
ubicado en el madrileño Paseo de la Castellana. Situado en una de las zonas más
lujosas de la ciudad, Zuma ofrece una experiencia gastronómica de alta gama con
un diseño moderno y sofisticado. Forma parte de la cadena de restaurantes Zuma,
con ubicaciones en ciudades icónicas como Londres, Dubái, Nueva York y Hong
Kong, entre otras. Cada uno de sus espacios mantiene una identidad elegante y
moderna, adaptada a la cultura local, pero siempre fiel a su esencia de lujo y
sofisticación japonesa.