Galeristas, anticuarios, peritos y responsables de salas
de subastas nacionales e internacionales explican los factores que influyen en
la valoración de las piezas
'Retrato de
caballero', atribuido a Velázquez –
En uno de los episodios del 'reality' de las Kardashian,
la matriarca del clan, Kris Jenner, afea a su hija Khloe no reconocer al autor
de un perro globo inflable que hay en la estantería de su despacho.
« ¡Es un Jeff
Koons! Tienes que ir a una clase de arte», la bronca humillándola. Koons es el
'artista de cabecera' en la era Kardashian. Como bien dice Will Gompertz,
director de Arte de la BBC, «cada generación tiene los artistas que se merece».
¿Podría reconocer Ms. Jenner obras de Tiziano, Velázquez o Goya? Apostaríamos a
que no. Para más inri, el supuesto Koons es solo una de los miles de
reproducciones que hay en todo el mundo.
Esta anécdota
demuestra, aparte de que el arte no es el fuerte de las Kardashian, que cada
época adora a sus dioses artísticos y ello influye en sus cotizaciones.
Uno de los
cotizadísimos perros globo de Jeff Koons -
Lo cual lleva a preguntarnos: ¿cuánto vale una obra de
arte?
Lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella. El valor
de mercado de una pieza lo dictan la oferta y la demanda.
Hace unos años le
preguntábamos a Miguel Ángel Moratinos cuánto iba a costar la cúpula de Miquel
Barceló en la sede de la ONU en Ginebra. «El arte no tiene precio», respondía
tramposamente el entonces ministro de Exteriores. Lo tenía, y por cierto era
muy elevado.
La baronesa, con
sus hijas, junto a 'Mata Mua' en el Museo Thyssen - IGNACIO GIL
la 41 edición de
ARCO. Aún es pronto para saber los precios más altos alcanzados en la feria.
Recientemente, se firmaba el alquiler de la colección Carmen Thyssen: 330
obras, valoradas en más de 1.700 millones de dólares (solo el 'Mata Mua', 250
millones). No se ha hecho público quién ha llevado a cabo la tasación. El
desglose del valor de cada obra sorprende a algunos especialistas. No tanto el
Gauguin como algunos otros lienzos. El próximo 2 de marzo, la sala
Abalarte de Madrid sacará a subasta un 'Retrato de caballero', atribuido a
Velázquez. Su precio estimado: 2,5-3 millones de euros.
Para saber quiénes tasan las obras de arte, y sobre todo
cómo lo hacen, recurrimos a los galeristas y anticuarios Artur Ramon (Artur
Ramon Art, Barcelona) y José Antonio de Urbina (Caylus, Madrid), Jaime Mato
(consejero delegado de la sala de subastas Ansorena de Madrid), una
representante de una importante sala de subastas internacional, que prefiere
mantener el anonimato, y Elisa Hernando, perito y profesora de la Universidad
Nebrija en Economía y del Arte y Tasación, fundadora de Arte Global, una
asesoría de arte para coleccionistas.
Todos coinciden en que valorar o tasar una obra de arte
no es una ciencia exacta. Explican que son muchos los parámetros o factores a
tener en cuenta: la atribución a un artista (especialmente en el arte antiguo)
-si no hay unanimidad en la autoría, baja considerablemente el precio de una
obra e incluso puede quedar invendida-; su calidad, estado de conservación,
catalogación y bibliografía, datación en la carrera del artista (hay épocas más
y menos cotizadas), la técnica, si está firmada o no, su procedencia (es más
valiosa cuanto más pedigrí tenga, cuanto más relevantes hayan sido sus
propietarios), si se le ha realizado un estudio técnico, el tamaño (es solo
relativo)... La rareza y dificultad de hallar una pieza en el mercado le añade
valor.
Por ejemplo, las esculturas de Modigliani. Hizo muy pocas
y cada vez que sale una a la venta su precio se dispara. Aporta un plus la
frescura del mercado. Gusta lo exclusivo: que una pieza lleve tiempo en una
colección sin salir al mercado. Si ha estado muchas veces a la venta, su valor
baja.
Waiting for a while', de Javier Calleja –
Asimismo, en el valor de una obra de arte influyen las
modas. Basquiat es un fenómeno entre los coleccionistas millennials asiáticos y
su cotización es prohibitiva. El artista malagueño Javier Calleja también
arrasa en Asia. Christie's vendió 'Waiting for a while' por 1,14 millones de
dólares. Por contra, la pintura del XVIII se vende hoy a precios ridículos.
«Para hacer tasaciones reales es mejor no dejarse influenciar por las modas.
Siempre tasamos a medio y largo plazo. Si miras solo a corto plazo y tienes
pocas referencias estará la variable de la especulación. En una tasación
intento acercarme lo máximo posible al valor real de mercado», comenta Elisa
Hernando.