Así se rasgaron dos cuadros de la colección de Steve Wynn,
valorados en más de cien millones de dólares cada uno
Presentada, ante un tribunal de Manhattan, una demanda acerca
de uno de ellos, dañado en 2018
Lo del magnate de los casinos y coleccionista Steve Wynn con
sus Picassos empieza a ser digno de un guión de Hollywood. En 2013 el gestor de
fondos y también coleccionista Steven A. Cohen compró uno de los Picassos de su
colección por 155 millones de dólares. Se trata «El sueño» (1932), uno de los
retratos que Pablo Picasso hizo de su musa y amante Marie-Thérèse Walter, madre
de su hija Maya. Pero, más allá del récord para el artista español que supuso
aquella venta, la noticia saltó a todos los medios internacionales porque en
2006 Wynn, que padece una enfermedad que afecta a su visión periférica,
atravesó con el codo ese lienzo cuando se lo enseñaba a varios amigos (entre
ellos, la guionista Nora Ephron) en su oficina de Las Vegas, un día después de
acordar vendérselo a Cohen por 139 millones de dólares.
Subasta de «El sueño», de Picasso, en Christie's
Afortunadamente, el desgarro del lienzo, aunque muy
aparatoso, fue reparable. Tras una restauración que costó 90.000 dólares, el
cuadro se tasó en 85 millones, menos del precio al que iba a venderse, lo que
llevó a Wynn a demandar a su compañía de seguros. La venta a Cohen se cerró
siete años después. El cuadro se expuso en 2018 en la Tate Modern dentro de la
exposición «Picasso 1932. Amor, fama, tragedia». Un año después se vio en otra
muestra, esa vez en la galería Gagosian de Nueva York: «Las mujeres de Picasso:
de Fernande a Jacqueline», un homenaje al fallecido John Richardson, el mejor
biógrafo de Picasso.
Pues bien, en 2018 Steve Wynn volvió a ser noticia con otro
de sus Picassos. En este caso, «El marinero», un autorretrato de 1943, cuando
el artista español vivía bajo la ocupación alemana en París. Temía ser detenido
por la Gestapo y deportado a un campo de concentración. El cuadro iba a
subastarse en mayo de ese año en la sala Christie’s de Nueva York con una
estimación de más de 70 millones de dólares, aunque se esperaba que superara
los cien millones. En la víspera de la venta, cuando el cuadro se preparaba para
exhibirse antes de la subasta, tuvo que ser retirado al ser dañado por un
empleado de la empresa TF Nugent, contratada para pintar las salas de
Christie’s antes de la exposición. El pintor dejó una barra extensible para un
rodillo de pintura apoyado contra una de las paredes. Según la denuncia, la
barra resbaló y cayó contra el Picasso, que descansaba sobre almohadillas de
espuma contra la pared, provocando un agujero en el lienzo. Wynn también retiró
de la subasta otro Picasso que también debía subastarse ese día: «Mujer con
gato sentada en un sillón», de 1964, cuyo valor estimado rondaba los 25-35
millones de dólares.
Cuentan que Christie’s pagó el coste de la restauración de
la obra (casi 500.000 euros) y que la compañía de seguros tuvo que pagar a
Christie’s 18,7 millones de dólares, después de que ésta indemnizara a Wynn con
esa cantidad por los daños. Habían estimado que el cuadro había reducido su
valor en unos 20 millones. Ahora, según informa Bloomberg, es la compañía de
seguros Steadfast Insurance Co. la que ha demandado a la empresa TF Nugent:
reclama los 18,7 millones que tuvo que abonar a Christie’s, más las cosas
legales. La demanda, presentada ante un tribunal de Manhattan, argumenta que el
cuadro fue dañado por negligencia o descuido de la empresa.