Exposición EL GRECO / TINO SEHGAL
Al 11 febrero, 2024
El Greco / Tino Sehgal presenta un diálogo entre la obra del
Greco, Adoración de los pastores (1577-1579), de la colección de arte de la
Fundación Botín, y una nueva obra en vivo de Tino Sehgal, This youiiyou (Este
túyoyotú), interpretada por diversas personas. La pintura del Greco representa
el nacimiento de Jesús de Nazaret y rinde homenaje a la vida y a las relaciones
de cuidado que la hacen posible. Tino Sehgal transforma y amplía este tributo
al ensalzar las interacciones sutiles que surgen en los vínculos afectivos.
Tino Sehgal (Londres, 1976) es un artista de ascendencia
indo-alemana conocido internacionalmente por crear obras de arte cuyo
protagonismo reside en el cuerpo, la voz y las interacciones sociales
cotidianas. Seghal se basa en sus estudios de economía política en Berlín y de
danza en la Universidad de las Artes Folkwang en Essen para crear “situaciones
construidas”, es decir, encuentros en vivo entre los visitantes y las personas
que interpretan su obra. El artista abandona así la producción de objetos
materiales, favorece la experiencia vivida y demuestra con ello una gran
sensibilidad hacia las consideraciones clásicas de forma, composición y espacio
basadas en la historia de la danza y de las tradiciones occidentales de
escultura y pintura.
La Adoración de los pastores (1577-1579), de Doménikos
Theotokópoulos —el pintor cretense del Renacimiento conocido como El Greco—
pertenecía originalmente al altar de la nave del Evangelio de la Iglesia del
Convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. El retablo formaba parte de los
tres encargados por el deán de la catedral, Diego de Castilla, para la
sepultura de doña María de Silva, dama de compañía de la emperatriz Isabel de
Portugal, intervención que trajo consigo la sustancial reforma de la iglesia,
cuya cabecera se debió a los arquitectos Juan de Herrera y Nicolás de Vergara.
El Greco, que diseñó los tres retablos, pintó para ellos
nueve lienzos, siete en el del altar mayor y dos en los retablos de los altares
laterales. Este conjunto supuso el primer encargo que recibió el artista en
Toledo, un año después de su llegada a la ciudad, ya que su grandioso retablo
para El Escorial, El martirio de San Mauricio, no fue apreciado por los asesores
de Felipe II y se vio obligado a abandonar la corte. En Toledo, El Greco pudo
desarrollar el estilo de los artistas que conoció en Venecia, como Tiziano,
Tintoretto o Veronés, y el del moderno manierismo del tardío Miguel Ángel en
Roma. La adoración de los pastores es tema que el cretense ya había pintado en
varias ocasiones durante su estancia italiana, que, sin embargo, hasta la fecha
no lo había hecho de forma tan compleja ni sobre un lienzo de más de dos metros
de altura. La pintura destaca por su desarrollo espacial y su singular
iluminación, así como por la presencia de San Jerónimo en primer término, que
sostiene la Vulgata, su famosa traducción de la Biblia, y vuelve el rostro
hacia el espectador en quien clava su mirada.