domingo, 6 de febrero de 2022

El tapiz del ‘Guernica’ de Picasso vuelve a la sede de la ONU en Nueva York


 

La icónica obra, que fue retirada en febrero del año pasado por su dueño, bisnieto de Rockefeller, preside de nuevo la sede del Consejo de Seguridad del organismo

La embajadora ante la ONU de Donald Trump pasa frente al tapiz del Guernica, en 2018.

Siguen sin conocerse las razones para su retirada ni las que han llevado finalmente a su devolución, pero desde este sábado el que es símbolo universal contra la barbarie y la crueldad de la guerra regresa para presidir la entrada del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York. El icónico tapiz del Guernica volverá a recordar a mandatarios y diplomáticos el dolor y devastación que provocan las guerras, lo que pretendió Pablo Picasso cuando plasmó en un lienzo el bombardeo del 26 de abril de 1937 de los cazas nazis sobre la población vasca de Guernica (Vizcaya, País Vasco).

“Estoy agradecido de que el tapiz pueda seguir llegando a un mayor segmento de la población mundial y magnificar así su habilidad de afectar vidas y educar”, ha dicho en un comunicado de la ONU el dueño de la pieza, Nelson A. Rockefeller Jr., bisnieto del magnate del petróleo John D. Rockefeller -el estadounidense más rico de la historia-. El año pasado, ni Naciones Unidas ni la familia Rockefeller explicaron los motivos que llevaron a la retirada del tapiz, encargado en 1955 por Nelson Rockefeller, nieto del patriarca, al taller francés de Jacqueline de la Baume-Durrbach, con la autorización del artista español.

Cuando fue retirado, la ONU fue muy diplomática y emitió un sentido comunicado en el que agradecía “a la familia Rockefeller el préstamo de esta poderosa e icónica obra de arte durante más de 35 años”. Ahora, con el regreso a Naciones Unidas, fue Rockefeller el que dijo estar “profundamente agradecido” por la custodia de la ONU de la pieza, aunque, igual que hizo cuando se lo llevó, volvió a no explicar las razones concretas para su devolución.

“El regreso es una noticia muy bienvenida cuando ponemos fin a un difícil año de adversidad global y conflicto”, ha declarado el secretario general de la ONU, António Guterres, en una carta a Rockefeller fechada el pasado 15 de diciembre. “El tapiz del Guernica comunica al mundo sobre la necesidad urgente de avanzar en la paz y la seguridad internacional”, puntualiza Guterres.

La histórica pieza fue prestada en 1984 a Naciones Unidas, que un año después la instaló en uno de los lugares más significativos de su sede central, a las puertas de la sala en la que se reúne su máximo órgano de decisión. La versión original del cuadro se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid.

En sus 75 años de historia, la ONU ha atesorado una vasta colección de lienzos y esculturas con mensajes contra la violencia y por la paz mundial. Un conjunto artístico que aglutina tantas anécdotas como diversidad de estilos, como por ejemplo una vidriera de Marc Chagall o murales de Portinari o el español José Vela Zanetti.

Yolanda Monge

viernes, 4 de febrero de 2022

El 'Mata Mua', de Gauguin, volverá al Museo Thyssen la próxima semana - 7 de Febrero -

 

La vuelta del cuadro, valorado en 150 millones de euros, era una de las condiciones clave en el acuerdo entre Carmen Thyssen y el Gobierno por el alquiler de su colección


 'Mata mua' de Paul Gauguin

 

En junio de 2020 Carmen Thyssen lanzó una ofensiva contra el museo que aloja su colección y la de su marido, el barón Thyssen. Una estrategia que podría haberse denominado Operación palanca. El propósito era abrir una vía de inquietud más en el Ministerio de Cultura, que entonces patroneaba José Manuel Rodríguez Uribes, con quien negociaba el precio y las condiciones del alquiler de sus piezas expuestas (424). En aquel mes pandémico decidió sacar de las salas Mata Mua (1892), de Paul Gauguin, una de las telas principales de su fondo y reclamo de las obras expuestas en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. El final de la escapada le ha caído en suerte al ministro Miquel Iceta.

En enero de 2021 las partes en lucha llegaron a un acuerdo: el alquiler por 15 años de la colección de Carmen Thyssen. Cultura pagará 6,5 millones anuales por mantener en el museo el fondo. Para entonces el Mata Mua estaba ya, al parecer, en un búnker de Andorra, de donde probablemente salió hacia algún otro almacén de Madrid. El próximo lunes, 7 de febrero, regresará de nuevo al Museo Thyssen y formará parte de la exposición permanente.

 De todas las estrategias diseñadas por la propietaria para lograr el acuerdo que mantiene su colección en la pinacoteca madrileña ésta ha sido, sin duda, la más eficaz. Ha logrado que sus abogados, el bufete Michavila-Acebes Abogados (dirigido por los ex diputados del PP José María Michavila y Ángel Acebes) anudaran los últimos flecos que quedaron pendientes en el acuerdo original. Las condiciones para Carmen Thyssen serán muy favorables.

Con el Mata Mua en Madrid queda claro que este litigio, que ha pasado por manos de siete ministros de Cultura (entre PSOE y PP) se da por ultimado. Las negociaciones se rompieron tantas veces que parecía ya casi una tradición cada vez que un ministro accedía a la cartera de Cultura. "A ver cuándo le estalla en asunto Thyssen", se decía. Y siempre reventaba. Algunos pudieron contener a Carmen Thyssen. Otras (u otros) llevaron la situación hasta extremos casi irreconciliables. La amenaza de la propietaria de llevarse la colección fuera de España fue otro de los lemas recurrentes de esta aventura.

El Mata mua, sin embargo, no parecía correr el riesgo de La esclusa de Constable, que Carmen Thyssen vendió en Londres por algo más de 27 millones de euros. Esta pieza fue adquirida por el barón y la baronesa Thyssen en 1990 por 10,8 millones de libras, lo que la convirtió entonces en la pintura británica más cara de la historia, un récord que mantuvo durante 16 años. Vender algunas piezas de la colección ahora alquilada al Estado está entre los privilegios del acuerdo. El Mata Mua está valorado en 150 millones de euros.

 

ANTONIO LUCAS


 

Del expolio nazi a la subasta: la rocambolesca historia del cuadro de un coleccionista recuperado por su nieta

 

Pauline Baer de Perignon cuenta en un libro cómo la Gestapo y las tropas de ocupación nazis robaron a punta de pistola la fabulosa colección de arte de Jules Strauss en la Francia de 1940 y 1945

'Retrato de una dama disfrazada en Pomona', de Nicolas de Largillière (1655 - 1746) - SOTHEBY'S

La historia íntima y familiar, reconstruida con amor, permite recordar los 'vasos comunicantes' entre los campos de concentración nazis y comunistas, el expolio criminal y racista de los judíos y otras minorías étnicas, durante la Segunda Guerra Mundial, con ramificaciones en el mercado mundial del arte y la actualidad política más turbadora.

 En junio de 2020, Pauline Baer de Perignon publicó una historia que tendría eco internacional. Su libro 'La colección desaparecida' contaba cómo la Gestapo y las tropas de ocupación nazis, en Francia, entre 1940 y 1945, robaron a punta de pistola la fabulosa colección de arte de su abuelo, Jules Strauss, en la que estaban bien representados todos los grandes maestros del impresionismo francés, entre muchos grandes maestros de la pintura moderna.

 

martes, 1 de febrero de 2022

El MAR, mi verdadera .....OBSESION............


 

EL MAR es una verdadera - OBSESION, para mi... y encontrar el tema ALTA MAREA, por Antonello Vendetti, es algo que emociona, se disfruta....El sonido del saxo ....Y trae esa rebeldia que tanto me gusta, las aguas, golpeando la roca .ES una tremenda - OBSESION, como cuando alguna vez escuche un tema............