La arena del circo máximo, que sólo se perdió a finales del
siglo XIX, se reconstruirá según un proyecto sostenible que permitirá celebrar
espectáculos.
El Coliseo de Roma reconstruirá en 2023 su arena, la platea
en la que combatían los gladiadores, gracias a un proyecto marcado por la
ecosostenibilidad para mejorar la visita a este emblemático edificio. El
objetivo es dotar de un suelo al Anfiteatro Flavio, pues perdió el original con
el paso de los siglos, dejando sus subterráneos al aire libre hasta nuestros
días, a excepción de una pequeña parte de unos 600 metros cuadrados aún hoy
cubierta. Las autoridades habían lanzado un concurso público para recibir
proyectos que aportaran soluciones y, de los 11 presentados, finalmente se ha
elegido el firmado por el estudio Milan Ingeniería, anunció hoy la directora
del Coliseo, Alfonsina Russo, en una rueda de prensa en línea.
En cuanto a los plazos, Russo explicó que tras la selección
de este proyecto, que se desarrollará en coordinación con la UNESCO, se lanzará
una licitación pública por un máximo de 15 millones de euros para encontrar una
empresa que construya la plataforma. Se espera que las obras arranquen ya a
finales de este año o comienzos del 2022 para tener la arena lista en 2023.
UNA ESTRUCTURA MÓVIL Y ECOSOSTENIBLE
La solución planteada, que promete ser
totalmente respetuosa con un monumento muy delicado, consiste en una platea de
unos 3.000 metros cuadrados que cubrirá todo el centro del Coliseo y se podrá
abrir y cerrar para admirar sus subterráneos. Esta plataforma será construida
con materiales
"extremadamente ligeros", como un tipo de madera
ecosostenible y acetilada muy resistente a bacterias y al tiempo, y no dañará
el basamento o las paredes del edificio. Su culminación permitirá esencialmente
dos cosas: preservar los espacios subterráneos de la meteorología y ofrecer a
los visitantes una vista única del edificio, desde su punto central. "Hará
la visita del Coliseo aún más estimulante", celebró el ministro de
Cultura, Dario Franceschini, que desde 2014 trata de reconstruir la arena del
anfiteatro de los emperadores.
Además, el futuro suelo del Coliseo tendrá un sistema con el
que recogerá el agua de la lluvia para después emplearla en el suministro de
los baños del edificio (el Coliseo hasta 2019, antes de la pandemia, recibía
unas 25.000 personas al día). En cuanto a los subterráneos, en el pasado
imperial recorridos por gladiadores y fieras, la plataforma que los cubrirá
tendrá un sistema de alarma para detectar cualquier alteración del microclima
que pueda perjudicar su estado.
UNA DISCUTIDA NUEVA VIDA PARA EL COLISEO
Además de ofrecer una experiencia novedosa al visitante, con
un punto de vista inédito que permitirá apreciar el Coliseo en toda su
majestuosidad, este pavimento hará que el edificio Flavio pueda ser usado para
otras funciones. La idea es que permita acoger algún tipo de evento "de
importancia internacional", aprovechando que es el auténtico emblema de
Italia en el mundo, siempre y cuando no puedan suponer un peligro para su
conservación. Pero no servirá para acoger grandes espectáculos, como se temía
inicialmente, refirió el ministro Franceschini. En cualquier caso, el ministro
es consciente de que la intervención generará debate entre historiadores y
arqueólogos, divididos entre quienes apoyan recuperar la arena y los que
prefieren que el Coliseo se quede como está por temor a dañarlo.
"Esta obra creo que creará debate como es natural (...)
pero en mi opinión aporta un gran valor conjugando sostenibilidad, protección e
innovación tecnológica", defendió el ministro. Esto pese a que en el
pasado ya acogió eventos culturales, como el concierto en 2018 de la banda
sonora de Gladiator, al que acudió precisamente el protagonista de la cinta,
Russell Crowe. En cualquier caso los defensores del proyecto alegan que solo se
trata de dar al Anfiteatro Flavio, construido en el siglo I d.C y Patrimonio de
la Humanidad, un suelo que se sabe que existía hasta finales del siglo XIX. Así
lo demuestra una histórica fotografía de los hermanos Alinari datada
aproximadamente en 1870 y en la que se ve el Coliseo con su arena íntegra y con
una cruz erigida en su centro, en el que tantos cristianos cayeron en épocas de
persecución.