miércoles, 27 de mayo de 2020
Viena se rinde al arte contemporáneo
La capital austriaca inaugura el flamante Albertina Modern
con el arte experimental que siguió al nazismo
Durante casi 80 días, las calles de Viena han estado
cubiertas con la figura congelada de un elegante corredor trajeado. Los
carteles anunciaban la apertura del nuevo Albertina Modern, pero el museo
seguía cerrado. La inauguración cultural más importante del año en Viena estaba
prevista para el 13 de marzo. Un día antes se cancelaba la ceremonia de
presentación y la ciudad, tan primaveral como distópica, se preparaba para el
cierre de fronteras. La figura estática, obra de pop art de Robert Klemmer,
crecía como metáfora.
Sin los fastos previstos, en una inauguración de cine mudo,
el museo abrió este miércoles sus puertas con la exposición El principio. Arte
en Austria de 1945 a 1980, una muestra con 360 obras de 74 artistas que
establece un diálogo con la sede elegida. El Albertina Modern ocupa la
Künstlerhaus tras una reforma de 57 millones de euros. Se trata de un espacio
privilegiado, vecino del Musikverein –donde se celebra el Concierto de Año
Nuevo de la Filarmónica de Viena–, que fue un regalo del emperador Francisco
José al gremio de artistas en 1865 y que albergó la gran exposición nazi sobre
el arte degenerado de 1938. “Hasta bien entrados los años sesenta todavía se
hablaba de artistas degenerados cuando se recordaba a las vanguardias de
Austria”, dice Klaus Albrecht Schröder, director general del museo.
La exposición explica cómo respondió el arte austriaco a la
barbarie del nazismo, desde la hora cero, en un país que fue víctima pero
también cómplice del Tercer Reich. La primera sala arranca con obras de Ernst
Fuchs, Rudolf Hausner, Anton Lehmden, Wolfgang Hutter y Arik Brauer, la Escuela
Vienesa del Realismo Fantástico, que se enfrentó al
bestialismo-racismo-antisemitismo de la Segunda Guerra Mundial desde la
perspectiva del psicoanálisis. Enseguida se muestra el periodo abstracto, que
conduce, en un baile de máscaras entre los visitantes, preocupados por respetar
el metro de seguridad, a los trabajos de Maria Lassnig. La artista desarrolló
desde finales de los años cuarenta el concepto de la “conciencia corporal” de
las obras, donde la percepción del propio cuerpo proporciona el punto de
partida para explorar el mundo.
martes, 26 de mayo de 2020
El Mediterráneo de Monet, Renoir... Chagall como nunca lo habías visto
El Atelier des Lumières de París reabre y en los próximos
días regresan los museos de imágenes en la Provenza y Burdeos
Reabre, en París, el
Atelier des Lumières, con otra muestra en inmersión: Monet, Renoir, ...
Chagall. Viajes Mediterráneos. Y el apoyo de casi 2,5 millones de visitantes
desde su inauguración en 2018. Los espectadores, envueltos en imágenes
proyectadas a ritmo de metralleta sobre suelo, paredes y techo, e invadido
también el espacio sonoro, reciben un baño de pintura. En este caso, de consumo
seguro: impresionistas, secesión vienesa…Y es solo el primer impulso de una
moda de virtualidad in situ, para diferenciarla de la visita “casera” de museos
popularizada por el confinamiento.
el mismo equipo
artístico se desplaza a Les Baux-de-Provence, entre Arles y Aviñón, donde le
toca el turno a Dalí –Dalí, el enigma sin fin, con participación de la Fundació
Dali– y Gaudí,
arquitecto del imaginario.
Es decir, otro par de monstruos desde el punto de vista de
la rotación de curiosos, proyectados en un espacio de 7.000 metros cuadrados,
en las canteras de la Provenza profunda en donde empezó, hace 45 años, esta
historia del arte virtual.
Y seguirá Burdeos, en lo que fue una base submarina, que se
estrena como atracción cultural con la proyección en 4 inmensas antiguas
piscinas de obras de Klimt y Egon Schiele. El paraguas empresarial y financiero
de todo esto se llama Culturespaces y su dimensión digital no solo controla los
centros de Provenza, París y ahora Burdeos, sino que también exportó su savoir
faire a Jeju, una isla del Pacífico, antes base militar, un foco turístico con
16 millones de visitantes por año.
Los impresionistas, en París
Los 40 minutos de inmersión pictórica mediterránea de París,
son importantes: tras la Fundación Giacometti, es el segundo espacio cultural
que abre en la capital francesa. Ya con esos requisitos que parecen de toda la
vida: mascarilla obligatoria, gel en las manos y distancia prudencial.
Lo cierto es que en esta antigua fundición de hierro de un
distrito popular –y sin museos– de París, ganado paulatinamente por la llamada
bobo (burguesía bohemia) pero sin haber perdido su atmósfera de barrio, el
centro inaugurado en el 2018, precisamente con Klimt, y para el que su director
preveía 350 000 visitantes el primer año, reventó previsiones con más de un
millón de entradas vendidas. Y en el 2019 pasaron 1.300.000 curiosos.
Viena inaugura un nuevo museo en plena pandemia
Abre sus puertas la Albertina Modern, que atesora una
colección de más de 60.000 obras de 5.000 artistas
Mientras la mayoría de los museos del mundo mantienen sus
puertas cerradas (algunos de los más señeros, como el MET neoyorquino, no
abrirá, como pronto, hasta mediados de agosto), se enfrentan a una gravísima
crisis económica, con défictis millonarios en muchos casos; hay despidos de
buena parte de sus plantillas, repiensan el modelo museístico del futuro e
incluso mantienen préstamos de otras instituciones que no pueden devolver, a la
espera de que se abran las fronteras internacionales, Viena inaugura un nuevo
museo: la Albertina Modern, que abre sus puertas mañana. Recordemos que hay
museos que tenían previsto abrir este año (es el caso del Gran Museo Egipcio de
El Cairo), y lo han aplazado hasta 2021. En otoño está previsto que se inaugure
el Museo Munch de Oslo, obra del arquitecto español Juan Herreros, y cuya
apertura ya se había retrasado unos meses.
Natividad Pulido
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