El proximo miercoles 27 de Noviembre - a partir de las 19 hs. - tendra la lugar la inauguracion de la Muestra de Fin de Año - en ARTE PRIVADO, galeria de arte
Antonio Berni - Amedeo Modigliani - Pablo Picasso
El cierre sera el sabado 28 de diciembre 2019
domingo, 3 de noviembre de 2019
viernes, 1 de noviembre de 2019
ANTONIO BERNI, AMEDEO MODIGLIANI y PABLO PICASSO, juntos en ARTE PRIVADO
El proximo miercoles 27 de noviembre, Inauguracion a partir de las 19 hs.
lunes, 28 de octubre de 2019
El arte que invita a escuchar
La exposición «¿Arte Sonoro?» de la Fundación Miró revisa la
presencia de la sonoridad en las artes plásticas
CATERINA DEVESA
El título no puede
ser más claro. ¿Arte sonoro? Con esa pregunta la Fundación Joan Miró, en
colaboración con la Fundación BBVA, ofrece un recorrido por más 70 piezas de 36
artistas diferentes, y en la que por supuesto no faltan piezas de Joan Miró
(desde el 26 de este mes hasta el 23 de febrero). «Se comienza con un reto, con
una cuestión», dice Arnau Horta, comisario de una exposición que en su primera
parada aborda cómo la música sirvió de catalizador para la imaginación de
artistas desde finales del siglo XIX hasta el XX. Algunas eluden a esta
cuestión en su título como Chanteurs de flamenco, de Sonia Delaunay; o Rythme
colore, de Survage. «Un ejemplo de creación visual con movimiento que inspiró a
artistas de la Bauhaus como Kandinski», explica Horta. En esa misma estancia
encontramos piezas de Tinguely y también de Rolf Julius. «Dentro de la
exposición hay una microexposición dedicada a este artista», aclara Arnau, que
añade: «Julius no hacía distinción entre los ojos y los oídos, y aseguraba
confundir unos con otros».
La muestra cuenta también con piezas como Sound of paper, de
Alvin Lucier; o los cantorales de Pablo Palazuelo. «Artistas que convirtieron
la partitura en un espacio de experimentación», comenta el comisario. A
experimentar es a lo que invita esta muestra que propone una experiencia del
sonido no dirigida solo al oído, sino a todo el cuerpo. «En Handphone table, de
Laurie Anderson, el visitante puede apoyar los codos para escuchar sonidos
accesibles con una vibración», matiza Horta. Lo mismo pasa con Manheim Chair,
de Michaela Melián, un asiento en el que escuchar composiciones como ESR, en
referencia a la principal hormona sexual femenina, representada en varios
dibujos-partitura.
El viaje sigue para descubrir el «secreto del silencio» con
obras como A bruit secret, de Marcel Duchamp, que esconde un pequeño objeto de
metal que produce ruido, o con el polémico 4’33, de Jonh Cage, que llegó a la
conclusión de que el silencio era una variable, nunca completamente silenciosa.
Pero, como «el sonido se expande», la muestra cuenta con piezas situadas fuera
del recorrido como Solitary Speaker, de Julius. «Establece un diálogo con un
tríptico de Miró. Nos hace mucha ilusión», recalca el comisario. La misma que
le hace a los visitantes encontrarse con Birdcalls, de Louise Lawler, situado
en uno de los patios de la Fundación. «Canta el nombre de varios artistas de su
generación, todos hombres, imitando el canto de diferentes pájaros». Un guiño
al feminismo que siempre viene bien escuchar.
domingo, 27 de octubre de 2019
Museo Picasso Málaga - Domingo 27 Octubre 2003
Los Reyes inauguraron el Museo Picasso de Málaga
"Málaga se lo merecía, y Picasso también". De esta
manera ha resumido el Rey la impresión que le ha causado el Museo Picasso de
Málaga, La pinacoteca, que albergará 204
obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas y grabados, procedentes
de las colecciones privadas de Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y nieto
del artista, se une a las ya existentes en Barcelona y París, consagradas
también a la obra del malagueño. Picasso regresa así a su ciudad natal
El edificio que alberga el museo es en sí mismo una obra de
arte. Surgido de la colaboración de los arquitectos Richard Gluckman, Isabel
Cámara y Rafael Martín Delgado, mezcla tres estilos arquitectónicos:
Renacentista, barroco y contemporáneo. Además, en el sótano se encontraron
ruinas arqueológicas fenicias, romanas y medievales que también se pueden
visitar. Está ubicado en el Palacio de los Condes de Buenavista, en pleno casco
histórico de la ciudad. El Palacio fue declarado Monumento Nacional en 1939. La
financiación del Museo Picasso de Málaga (66 millones de euros), ha sido
asumida íntegramente por el Gobierno andaluz.
“Picasso llegó, muy temprano, a mi exposición en Percier, y
nos presentaron.” Era 1931 y las comillas son de las notas manuscritas de
Alexander Calder, el artista rememora el primer encuentro que tuvo con Pablo
Picasso cuando llegó a París y mostró por primera vez su obra no figurativa.
Picasso ya era todo un personaje en la capital francesa y Calder solo un recién
llegado. "Me enteré de que él había estado en la galería Vignon (acude a
las exposiciones nuevas con la esperanza de llevarse algo que pueda usar,
imagino) ¡qué malo soy!", escribió el escultor estadounidense sobre la
visita del malagueño en febrero de 1932 a otra de sus muestras, en este caso el
debut de sus móviles, organizada por Marcel Duchamp.
Desde el Museo Picasso París han viajado 44 obras, algunas
tan especiales como la gran escultura Mujer en el jardín (1930), una pieza de
más de dos metros de altura de hierro pintado en blanco, o Figura, una amalgama
de ganchos, cuerdas, clavos y una cuchara que el malagueño creó en 1935 por
puro divertimento y que sale de Paris en contadas ocasiones.
"Es un diálogo de dos grandes artistas que tienen
muchos puntos en común: ambos nacieron a finales del siglo XIX, sus padres eran
también artistas y los dos, aunque de formas distintas, renovaron el arte y
contribuyeron a la modernidad en el XX", ha comentado Émilia Philippot,
conservadora jefa de la colección del Museo Picasso-París, también comisaria
junto a su colega Claire Garnier y al director del MPM, José Lebrero.
Entre las 107 obras que integran la muestra, expuestas en
salas diáfanas en torno a conceptos como Capturar el vacío, Dibujar en el
espacio, En suspensión, La gravedad y la gracia o Cortar y plegar, pueden verse
trabajos sorprendentemente similares como Cercles et signes I, una tinta de
1930 de Picasso, y la escultura Wooden Bottle with Hairs (1943), de Calder.
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