lunes, 24 de septiembre de 2018

Una Harley a pedales: la bicicleta 7-17 Special by Harley-Davidson


The Harley-Davidson Book: por qué la Harley es la moto más icónica de todos los tiempos
A subasta una de las Harley-Davidson más raras de la historia... ¡Y está sin usar!
Así es la exclusiva Harley Davidson Sportster 883 que se exhibe en el Hard Rock Cafe de Polonia


Réplica de la bicicleta Harley-Davidson, las letras HD dan forma al plato, como en la original.
Con motivo de la conmemoración de su aniverssario Harley-Davidson rememora la bicicleta que fabricó en 1917 para exponerla en su museo de Milwaukee.

Aunque le cueste creerlo, Harley-Davidson también hizo bicicletas. Fue durante seis años -desde 1917- y la idea de William Harley y los hermanos Davidson era posicionar HD entre el gran público. En las primeras semanas de aquel año vendieron más de 5.000 logrando su objetivo, pero abandonaron el proyecto para centrarse de lleno en las motos. Ahora, con motivo del 115 aniversario de la marca y como iniciativa del museo que tiene en Milwaukee, Heritage Cycles fabricará una serie "Heritage" conmemorativa -que no réplicas por motivos de funcionabilidad, seguridad y, sobre todo, coste- de aquel modelo 7-17 Special.

Sobre la base de un exclusivo cuadro de acero Chromoly y respetando en la medida de lo posible el característico ángulo en el tubo superior, un sillín Brooks B135 reemplaza al Troxel original y en lugar de las llantas de madera de 28 pulgadas del modelo de hace un siglo han montado unas modernas de tamaño 700C con neumáticos marrones que imitan a los legendarios Firestone de color terracota. Trabajo aparte necesitó el precioso plato (cortado a láser) con las letras HD que marca el pedaleo y, sobre todo, la corona de la horquilla de triple platina que, al no existir nada parecido en el mercado, tuvo que hacerse desde cero utilizando acero inoxidable pulido. Su precio final es de 4.200 dólares (unos 3.600 euros) y sólo tendrá que hacer una llamada al Museo para realizar el pedido... Si tiene suerte, porque hay 10 unidades fabricadas.


miércoles, 19 de septiembre de 2018

Piden 4 años de prisión por estafar a un amigo en la compra de un Picasso


Picasso y Picabia se encuentran en la Fundación Mapfre este otoño.










Obra 'La lectura' del pintor malagueño Pablo Picasso.






La Fiscalía de Madrid solicita cuatro años de prisión para el director de una sala de subastas que trató de convencer a un amigo suyo para invertir en la adquisición de un cuadro de Pablo Picasso titulado 'Retrato de Niña' con la finalidad de venderlo posteriormente por una cantidad "muy superior". Javier I. S. será juzgado este miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid. El representante del Ministerio Público sostiene que el acusado recibió 480.000 euros de su amigo (un posible comprador) a pesar de que nunca llegó a hablar ni hacer propuesta alguna de compra con el auténtico propietario del cuadro.
Según el fiscal, las condiciones para la adquisición del cuadro valorado en 700.000 euros eran la siguiente: el acusado asumía el 10 por ciento del gasto, su amigo el 80 por ciento y el propietario del cuadro el otro diez por ciento al tiempo que mantenía la posesión de la obra como depositario en una cámara acorzada hasta su venta.


La idea era que el beneficio del negocio fuera repartido en proporción al porcentaje de propiedad sobre el cuadro, sin embargo, la propuesta no había sido ni hablada ni aprobada por el propietario del Picasso. La persona estafada, conforme a la inversión propuesta por el acusado, le entregó en distintas partidas una cantidad de dinero que ascendía a 480.000 euros. Para ello contactó previamente con otros dos amigos para que invirtieran en la compra del cuadro y cada uno desembolsó 100.000 euros. Mientras, el procesado, "para generar la apariencia de solvencia del negocio", contactó con el dueño del cuadro ofreciéndose para realizar las gestiones de expertificación del "Retrato de Niña" con la excusa de que tenía un posible comprador.

De ahí que le convenciera para trasladar el cuadro hasta el domicilio de la persona que finalmente resultó estafada. "Una vez entregado el dinero, entre los años 2009 y 2011, contactó (la persona estafada) con el acusado para interesarse por la venta del cuadro", señala el fiscal. Tras ello, recibió "por parte de este informaciones que no se ajustan a la realidad como que el cuadro iba a ser subastado en lasala Christies de Londres en el mes de febrero de 2011, a donde viajó para descubrir que no era cierto, o que en el mes de abril del año 2011 había sido adquirido por el dueño de una petrolera por dos millones de euros". Excusándose en dificultades para efectuar la transferencia con una parte del dinero en "a" y la otra en "b", el acusado reclamó sin éxito a su amigo el 80 por ciento de los 700.000 euros para adquirir el cuadro, esto es, 666.666 euros "siendo plenamente consciente de la imposibilidad del pago puesto que carecía de derecho alguno sobre el cuadro".