sábado, 22 de abril de 2017

Evita Perón, la líder de los descamisados que solo vestía de Christian Dior



La primera dama se convirtió en una clienta tan fiel que hasta su mortaja fue del diseñador

 


Con la seguridad de la que se cree guapa y una cautivadora inteligencia natural sin cultivar, Eva Duarte Ibarguren consiguió convertirse en un potente símbolo mundial y en la «Jefa Espiritual de la Nación Argentina». Intuitiva, entusiasta y determinada, Evita hubiera cumplido el pasado 7 de mayo 95 años.
Con 15 años se marchó de Junín a Buenos Aires para buscar fortuna. Y la encontró. Teatro y vodevil hicieron que Eva conociese y cautivase a Juan Domingo Perón. Se casaron en 1945. Un año después, ya como primera dama de Argentina, se ganó al pueblo defendiendo a las mujeres y a los más desfavorecidos.
Eva se hizo con un «sello» propio, labios rojos y moño bajo, a veces trenzado. En los años cuarenta llevaba la silueta de hombreras marcadas y faldas pitillo, estilo austero de la posguerra. Adquirió la moderna manía de acumular zapatos, albergando unos 300 pares en su vestidor, con modelos a la moda en la actualidad: peep-toes y plataformas. Comenzó a encargar zapatos a medida a André Perugia, una especie de Christian Louboutin de la época, que elaboraba zapatos para modistos y socialités. Y tocaba su cabeza con sombreros de Casa Giulia.

«He vestido a Evita»

Eva Duarte, que se había vestido en Paco Jamandreu en su época de actriz, comenzó a frecuentar las mejores casas bonaerenses de costura, como Paula Nateloff o Henriette. Se aficionó a escotes, drapeados y largas colas para la noche. Pero quiso superar a las primeras damas occidentales y a toda argentina de alcurnia: se marchó a París e hizo sus primeros encargos a Christian Dior, Jacques Fath y Balmain.
Fue con Christian Dior con quien trabó la relación más estrecha. Eva se dejaba guiar por Dior. Y Dior vio en Eva Perón a su reina deseada, su obra de arte personal, su diva. Preguntaron a Dior a qué reinas vestía y contestó: «A Evita Perón». En la maison francesa crearon un maniquí con sus medidas para poder «probar» las prendas adecuadamente. Y una ayudante de Evita recogía de modo periódico los modelos cosidos en París.
Dior creó para Evita trajes de chaqueta, vestidos y abrigos. Su talla menuda le permitía ponerse cualquier cosa. Cuando el maestro francés inventó el «New Look», de cintura marcada y falda con volumen, Evita fue su primera embajadora. En sus actos y viajes, la Perón hacía un despliegue brutal de pieles, joyas y vestidos.

Vestida en vida y muerte

Y Dior, que la vistió en vida, también la vistió en su muerte. Sus «descamisados» la velaron durante días, embalsamada y cubierta por un vestido blanco de alta costura de Christian Dior, sin otro accesorio que la medalla que Pio XII le había regalado.
El tiempo ha pasado y Eva Perón se ha convertido en un icono de la moda. Pero del tan simbólico maniquí con sus medidas parece no quedar rastro en la casa Dior. Cinco años después de la muerte de Evita, desapareció su modisto favorito. Y quedó a cargo de la casa Dior un jovencísimo y brillante Yves Saint Laurent, rápidamente sustituido por ser demasiado genial. Pero esa es otra historia.
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El romanticismo histórico gana terreno a la novela erótica



A menos de cinco centímetros
MARTA ROBLES
A menos de cinco centímetro (Espasa), no es exactamente una novela erótica, a pesar de contener pasajes de alto voltaje. La escritora y periodista Marta Robles hace su primera incursión en la novela negra mezclando a la perfección seducción, erotismo e intriga en una trama con múltiples escenarios y muy recomendable.

Armando Artigas, un irresistible y afamado escritor, sospechoso de haber asesinado a varias de sus amantes, conquista el corazón y la razón de Mísia, la atractiva mujer de su millonario jefe. Mientras tanto, Toni Roures, un reportero reconvertido en detective de infidelidades, recibe el encargo de investigar el lado oscuro del novelista. Un cometido durante el cual retrocederá a su doloroso pasado y se encontrará con sorprendentes hallazgos.

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Las tramas elegantes y glamurosas que reviven romances del pasado conviven con la moda de los calendarios de seducción

 

Los chicos del calendario: mayo, junio y julio
CANDELA RÍOS
La versión española de Calendar Girl, aunque con una puesta en acción novedosa y adaptada a cada país donde se publica. La serie, que conforman cinco novelas divididas en doce meses, está protagonizada por la misma autora, Candela Ríos, una chica corriente que tiene cuenta en Facebook, Twitter e Instagram. Todo empieza cuando es abandonada por su novio y decide dar un cambio radical a su vida.

Aunque aparentemente Candela es un personaje de carne y hueso, es un pseudónimo de “una escritora de primera fila”, según la editorial (Titania/Urano), o sea, que en realidad nada es verdad y todo es ficción. Otra de las particularidades del libro es que en los países en los que se ha publicado –como España, Argentina y México- Candela tiene una apariencia diferente. La serie va por su tercera entrega que, según la misma protagonista, tiene un final de infarto.


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Rendida
MAYA BANKS
La escritora de romances Maya Banks cierra la trilogía erótica de Los Ejecutores con Rendida (Terciopelo) después del éxito de las series Sin aliento y Rendición. El personaje principal de la trama es un hombre peligroso, desconfiado y altamente demandante que conoce a una joven violinista. Hayleigh, una chica bondadosa en busca de protección que se dejará llevar por el atormentado Silas.

Él sabe que no podrá borrar su oscuro pasado, por lo que estará dispuesto a hacer sacrificios personales para mantener su amor. Pero este hombre acostumbrado a vivir en solead no está preparado para una relación de una envergadura en la que nunca había soñado.