sábado, 17 de diciembre de 2016

Se confirma la condena al electricista de Picasso que ocultó 271 de sus obras



Se trata de obras fechadas entre 1900 y 1930, algunas de ellas raras, y con un valor estimado en más de 60 millones de euros



La justicia francesa confirmó hoy en apelación la condena a Pierre Le Guennec, quien fue electricista de Pablo Picasso, y a su mujer, Danielle, que además de una pena de dos años de cárcel exentos de cumplimiento tendrán que entregar a la familia las 271 obras del genio español que ocultaron casi 40 años.

El Tribunal de Apelación de Aix en Provence (sureste) retomó, punto por punto, la sentencia del Tribunal de Grasse, que en marzo del año pasado había considerado a la pareja culpable del delito de receptación de esas obras, que tuvieron guardadas en un garaje.

Jean-Jacques Neuer, abogado de la familia de Picasso, explicó a Efe que sus clientes esperan recuperar rápidamente esta colección de creaciones del artista, que están actualmente en manos de la justicia, aunque los dos condenados pueden recurrir al Tribunal Supremo.

Sobre el destino que les darán, señaló que "es demasiado pronto" para determinarlo, y apuntó que "la familia lo decidirá".

En cualquier caso, hizo notar que "la familia siempre ha expuesto las obras" de Picasso.

Se trata de obras fechadas entre 1900 y 1930, algunas de ellas raras, y con un valor estimado en más de 60 millones de euros, según algunos medios franceses.





Pero en 2010, a la hora de organizar su propia herencia, pidieron autentificar la colección de dibujos, bocetos, litografías y collages, y al salir a la luz, los herederos de Picasso les acusaron de receptación.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El Prado recibe la donación de 'Retrato de Felipe III' de Velázquez



La obra, inédita, es un boceto preparatorio de la desaparecida pintura 'La expulsión de los moriscos'
El Museo del Prado ha recibido la donación del 'Retrato de Felipe III', una obra atribuida a Velázquez y que ha sido entregada por el investigador e hispanista William B. Jordan a la institución American Frieds of the Prado Museum. Esta la ha cedido en deposito a la pinacoteca madrileña. Se trata de un trabajo inédito del pintor sevillano, de un boceto preparatorio del rostro de Felipe III que el artista realizó para la composición de 'La expulsión de los moriscos', pieza fechada en 1627 y destruida en el incendio de la Real Alcázar de Madrid en 1734. La incorporación de la obra a la colección contribuye a completar el discurso de Velázquez como retratista real, ya que se trata de una pintura de extraordinaria calidad, inédita para la investigación y que permite arrojar luz sobre una de las obras capitales del comienzo de la etapa cortesana del pintor, aseguran desde la pinacoteca.
El 'Retrato de Felipe III' fue una obra adquirida hace años en una subasta londinense por Jordan. "La compré por poco dinero y hoy no sé si me darían mucho dinero por ella, pero tiene un grandísimo valor y mucho para el museo", ha señalado el hispanista. "A finales de los 90 estaba algo preocupado por el Prado, porque parecía que tenía una posición nacionalista en extremo", ha proseguido. "Parecía que solo interesaba exponer cuadros españoles. Y esto ha cambiado desde hace 15 años, con la dirección de Zugaza y el trabajo del excelente patronato. Ahora estoy feliz porque el Prado representa un faro en el mundo: es un museo líder", ha concluido.
INSCRIPCIÓN APÓCRIFA
Cuando Jordan adquirió la obra, figuraba como 'Retrato de don Rodrigo Calderón', debido a una inscripción apócrifa en su parte superior. El investigador comenzó su restauración y la estudió guiado por la creencia de que se trataba de una obra de Velázquez y en concreto de un boceto preparatorio del rostro de Felipe III que el artista incluyó en 'La expulsión de los moriscos'. Tras muchas investigaciones, y con la obra ya en el Prado, el estudio técnico de la pintura y su comparación con otras obras de Velázquez confirmaron que "el principal punto de referencia para entender la obra es, sin duda, el maestro sevillano y, específicamente, sus retratos realizados en la segunda parte de la década de 1620", según el museo.
Esta donación y su depósito abren la colaboración con el American Friends of the Prado Museum, un proyecto impulsado por un grupo de mecenas estadounidenses para contribuir a la difusión y conservación de las colecciones que alberga la pinacoteca.



viernes, 9 de diciembre de 2016

Kirk Douglas, superviviente de una era



El actor, uno de los últimos estandartes de la época dorada de Hollywood, cumple cien años con una filmografía marcada por los tipos duros y los personajes conflictivos
Kirk Douglas cumple hoy cien años, un hito biográfico que lo convierte no solo en un superviviente de la era dorada de Hollywood, sino también en el superviviente de sí mismo. Frente a la adversidad y el destino, el actor ha contrapuesto una genética envidiable y el empeño del tesón, además de una considerable buena suerte.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Museo Reina Sofía: arte para pensar más que para mirar



Exhibe sus fondos más contemporáneos, obras críticas de protesta y resistencia, entre ellas muchas de sus últimas adquisiciones
En la revisión de la colección del Museo Reina Sofía, a la que le está dando la vuelta, como si fuera un calcetín, su director, Manuel Borja-Villel, faltaba el arte de las últimas tres décadas. De momento, irá rotando en exposiciones temporales. La primera, que se ha instalado en la tercera planta de Sabatini, durará cinco meses: se han seleccionado unas 50 obras de un centenar de artistas, bajo el título «Ficciones y territorios. Arte para pensar la nueva razón del mundo» e incluye algunas de sus adquisiciones más recientes.
Entre los nombres comprados y expuestos, viejos conocidos «marca» de la casa, a los que se les ha dedicado recientes monográficas: Hans Haacke, Zoe Leonard, Harun Farocki, Amos Gitai, Pedro G. Romero, Asier Mendizabal, Ibon Aranberri, Antoni Muntadas... Un perfil de creador que interesa a Borja-Villel (comisario de la muestra junto a Rosario Peiró, Cristina Cámara, Beatriz Herráez y Lola Hinojosa) por ser transversal, híbrido: a caballo entre artistas, historiadores, documentalistas, poetas, activistas... Un arte de resistencia, de protesta, de cuestionamiento crítico, donde lo teatral y lo performativo juegan un papel destacado.
Niega el director del MNCARS que ésta sea una exposición política, en el extricto sentido de la palabra:«Es la exposición de un historiador, que habla de asuntos de su época, como la globalización, los espacios de excepción, la crisis del Estado-nación... y define un cambio de paradigma formal y de intereses. En el Renacimiento había artistas que pintaban ángeles, Vírgenes y Anunciaciones. Pero surgieron otros que reaccionaron ante una nueva etapa y ya no pintaban iconos, sino que les interesaba la filosofía». ¿Es esta la única visión del arte actual que veremos en las salas del Reina Sofía? ¿Hay espacio para el arte por el arte, obras sin afán de compromiso social, sin «manual de instrucciones» para entenderlas, con el único objetivo de su goce estético? «Creo que ésta es la más pertinente, porque te ayuda a entender la época en que vivimos. Ese otro tipo de arte lo exponen todos en todos los sitios del mundo. Mi objetivo es intentar generar debate: plantear temas como el papel del artista, cómo se pinta hoy en día... Y sí creo que hay belleza en estas obras».
En septiembre del año que viene, advierte, se mostrará una selección de la colección de Soledad Lorenzo, que la galerista donó al museo. Ahí sí habrá pinturas y esculturas y nombres que ahora se hallan en paradero desconocido en este museo. Y habrá que ver si, después del espléndido regalo que ha hecho al MoMA (102 obras de su colección), Patricia Phelps de Cisneros se muestra igual de generosa con su otro gran amor, el Reina Sofía. De momento, el repaso que el museo hace por el arte entre comienzos de los 90 (la caída de la URSS, la irrupción de internet, la Barcelona postolímpica, la llegada de Aznar al Gobierno en 1996) y la crisis de 2007, habla de políticas hidráulicas, industrias textiles, campos de refugiados, el conflicto palestino-israelí, la crisis argentina de 2001, la especulación inmobiliaria, movimientos sociales, levantamientos populares, colonialismo, neoliberalismo, feminismos... Arte concebido más para pensar que para mirar.