lunes, 18 de julio de 2016

Argentina, país invitado de honor en ARCOmadrid 2017




CUANTO LE COSTARA A LOS ARGENTINOS ESTA INVERSION DE LA  NUEVA GESTION DE GOBIERNO………

TODOS HABLAN DE FUTBOL PARA TODOS……. Pero el futbol esta destinado a la gran mayoría….y además . el FUTBOL es cultural en la argentina…..
ESTA INVERSION , en una FERIA como ARCO, subsidiada por el gobierno español,  es para unos pocos selectos, que en su momento la clase unitaria determinaran, quienes estarán presentes en febrero del 2017 -  pero nadie habla, por la ignorancia que impera. ANTE EL DESCONOCIMIENTO EN LA INFORMACION.
EN DICIEMBRE del 2015  ASUMIO MACRI, y en forma inmediata, salió la invitación de la feria de ARCO…..que oportuno fue todo…..
NADIE SE PREOCUPA EN INVESTIGAR, CUANTO NOS COSTARA A LOS ARGENTINOS, LA INVITACION A ESTA FERIA, QUE SOLO ABARCA, JUEVES, VIERNES SABADO Y DOMINGO…….



El programa Focus Argentina, comisariado por las argentinas Inés Katzenstein y Sonia Becce, contará con la colaboración del Ministerio de Cultura de Argentina, la Embajada de Argentina en España y la feria arteBA.
El apoyo institucional argentino con el que contará ARCO Madrid también ha sido uno de los factores clave en la decisión. "La complicidad con la feria arteBA es crucial para la organización de Focus Argentina", reconocen.
SI HABLAMOS DE LA FERIA  ARTE BA, también, esta de por medio el estado, y también nadie se preocupa en investigar, que costo le sale a todos los argentinos. Con el maquillaje de lo cultural, es solo, investigar los años de la feria, quienes han participado, quienes integraron el comité, quienes son los organizadores y SE DARAN CUENTA, COMO CUANDO NOS DAMOS CUENTA CUANDO UNA FRUTA ESTA MADURA

Los responsables de la feria ARCOmadrid, antes de que la feria eche el cierre este domingo, han anunciado que en la próxima edición de ARCOmadrid 2017 el país invitado de honor será Argentina. De esta forma, la feria, tras el paréntesis de su 35º aniversario, retoma su sección de País Invitado con la presencia en 2017 de uno de los mercados artísticos más activos de Iberoamérica.

Parece que desde ARCO Madrid, dirigida por Carlos Urroz, había ganas de dar a conocer hacia donde dirigirán su foco de atención en la próxima edición. Y es que, según comunican, "tras el análisis de las distintas escenas artísticas internacionales, y del estudio conjunto por parte del Comité Organizador de la Feria y la dirección de IFEMA, Focus Argentina se convertirá en uno de los programas protagonistas de la próxima edición, cuya propuesta completará el resto de secciones que conforman ARCO Madrid, Programa General, Solo Projects y Opening".
Se trata de uno de los mercados artísticos más activos de Iberoamérica
Así la 36ª edición reunirá, del 22 al 26 de febrero de 2017, dentro de la sección Focus Argentina una selección de galerías realizada por Inés Katzenstein, comisaria independiente y directora del departamento de arte de la UTDT, que acercará a Madrid la producción contemporánea de este importante foco artístico. Como viene siendo el formato tradicional, Focus Argentina también abarcará distintas exposiciones en Madrid, que bajo el comisariado de Sonia Becce extenderá la actualidad artística argentina a diferentes espacios de España.
Por otro lado, el apoyo institucional argentino con el que contará ARCOmadrid también ha sido otro factor clave en la decisión. Este apoyo vendrá de la mano de la feria arteBA, que con un cuarto de siglo a sus espaldas es "una feria consolidada que ha dado visibilidad a las galerías y artistas nacionales e internacionales y cuya complicidad es crucial para la organización de Focus Argentina", reconocen desde ARCOmadrid
De la misma manera, se sumarán distintas instituciones dedicadas al arte contemporáneo en Argentina como los consagrados Malba -Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires-, Mamba –Museo de Arte Moderno de Buenos Aires-; Fundación Proa; Museo de Arte Contemporáneo de Rosario –Macro-; Museo Emilio Caraffa, de Córdoba, y Museo de Arte Contemporáneo de Salta, a los que se unirán otros emergentes.
Se trata de unas instituciones que están dirigidas o participadas por comisarios que en muchos casos han trabajado con ARCOmadrid como Victoria Noorthoorn, directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires - MAMBA; el español Agustín Pérez Rubio, director artístico del Museo de Arte Latinoamericano; o Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes.
El gran negocio, para los españoles. SACARON DE LA GALERA, otro país invitado….
El gran negocio de las FERIAS….que solo es para algunos privilegiados. SEUDOS EMPRESARIOS CULTURALES, SUBSIDIADOS POR EL DINERO DE LOS PUEBLOS….que dia a dia, agotan sus fuerzas trabajando PARA SOSTENER, a estos grandes señores, que miran a juan pueblo, desde arriba.
TODAVIA NO SE HA GESTADO LA GRAN REVOLUCION cultural, a los fines de terminar, con estos gestores…..
COMO el periodismo mira hacia el costado….estos seudos empresarios culturales, continúan con sus ofertas – FUNDACIONES, CENTROS CULTURALES, COLECCIONISTAS….etc….creativos de FERIAS, pero nadie investiga, de donde salen los dineros…..nadie realiza auditorias de los centros culturales, los museos…..

sábado, 16 de julio de 2016

En este burdel de Barcelona Picasso pintó a sus señoritas de Aviñón



Se cumplen 100 años de la presentación de la obra que rompió con la tradición pictórica y dio inicio al cubismo
No eran señoritas de casa buena, sino prostitutas. Ni estaban en Aviñón, sino en un lupanar de Barcelona. De hecho, Picasso quiso titular su rompedor lienzo ‘El Bordel de Aviñón’ para disipar cualquier duda sobre el oficio de las damas, aunque su procedencia seguiría generando especulaciones a falta de una palabra decisiva que quedaba omitida: calle.

Hace cien años, el 16 de julio de 1916, que el pintor malagueño expuso en el Salon d’Antin de París una obra que no dejó a nadie indiferente, ni para lo bueno ni para lo malo, y que marcó “un antes y un después” en la historia de la pintura, según señala Lourdes Cirlot, catedrática de Historia del Arte de la UB especializada en arte contemporáneo. “No es solo una de las obras principales de Picasso, sino de todo el arte contemporáneo, el punto de arranque de una nueva estética”. Desde entonces, la puerta al cubismo quedó abierta de par en par.


No es solo una de las obras principales de Picasso, sino de todo el arte contemporáneo, el punto de arranque de una nueva estética
Pero ‘Las señoritas de Aviñón’, como finalmente André Salmon bautizó el cuadro para suavizar su presentación pública, se gestó bastantes años atrás. Concretamente, Picasso terminó su ejecución en 1907, en el mismo París, aunque sus numerosos bocetos preparatorios son anteriores y provienen de otra ciudad: Barcelona.

Palau i Fabre, el máximo experto en el pintor malagueño, dio con la clave del enigma. Contrariamente a la creencia popular y a las apariencias, las señoritas cubistas no son de Aviñón. Picasso visitó por primera vez la ciudad francesa en 1912, cinco años después de firmar la obra. Las primeras pistas que sitúan a Barcelona como la fuente de inspiración del cuadro que cambiaría el arte del siglo XX las dieron los propios protagonistas de la historia. En los años 50 el artista explicó a Palau i Fabre que conocía muy bien la calle Avinyó porque allí pintó cuadros. También Salmon le explicó que puso el nombre definitivo del lienzo en referencia a Barcelona.



Picasso solía frecuentar los prostíbulos de la calle Avinyó
Tras una investigación que culminó pocos años antes de morir y que dejó un libro por hacer, Palau i Fabre llegó a la conclusión de que el burdel del cuadro era Ca la Mercè, situado en el principal del número 44 de la calle Avinyó. “En aquella época, había varios
prostíbulos en esta zona y en la misma calle”, explica el cronista de Barcelona Lluís Permenyer. “Y Picasso, que vivía cerca, solía frecuentarlos, era un mundo que le interesaba”, añade. El experto picassiano se dedicó a visitarlos y solo en uno, el indicado, encontró elementos y espacios reconocibles en los bocetos preparatorios de la gran obra cubista.



De palacete a burdel

Actualmente, el número 44 de la calle Avinyó conserva su aspecto señorial. De hecho, todavía se mantiene en pie el edificio donde Picasso visitó con frecuencia a las señoritas de su famoso cuadro, un palacete del siglo XVII donde vivió la acaudalada familia Villavecchia de origen genovés y que hoy acoge la sede de la Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia. E, ironías de la vida, cuando Ca la Mercè cesó la actividad, tomó su relevo una escuela para señoritas, esas sí de mejor cuna, que también utilizó el nombre de la patrona barcelonesa, Nuestra señora de la Merced, cuya basílica se encuentra casi en la esquina.
Una noble puerta de madera flanqueada por dos leones, que hacen las funciones de picaporte, da acceso a un amplio vestíbulo, que antaño vio descender a damas y caballeros de sus carrocerías, y a una amplia escalera que conduce al famoso principal de la casa. Sandra Ballester, secretaria técnica de la fundación, conoce sobradamente la historia del inmueble donde trabaja a diario junto a sus compañeros en un ambiente mucho más relajado

del movido frenesí que vivió el edificio en los primeros años del siglo XX.

Seguro que este edificio (número 44 de la calle Avinyó) fue un prostíbulo
“Dicen que estas puertas salen en algunos bocetos dibujados por Picasso”, comenta Ballester señalando unas altas y anchas estructuras de madera. “Seguro que este edificio fue un prostíbulo”, afirma con rotundidad mientras cruza el piso hacia la parte trasera, la que da a la fachada de la calle Carabassa, decorada con esgrafiados del siglo XVIII de temática mitológica y elementos florales y de vendima. “Aquí hay una ‘carassa’”, indica apuntando con el dedo un punto de la pared, un símbolo inequívoco utilizado para marcar los prostíbulos de la Barcelona de casi todos las épocas.



Otra de las sorpresas que depara la parte trasera del edificio es un coqueto puente que comunica el principal con un pequeño patio donde una magnolia perfuma el ambiente. 



“Picasso tuvo que estar aquí, porque solo desde este puente pudo haber logrado la perspectiva de esta calle que aparece en una de sus obras”, explica la técnica.



De multitud de bocetos al lienzo definitivo

Los dibujos preparatorios de ‘Las señoritas de Aviñón’ muestran mucho más que a cinco mujeres desnudas, seguramente retratadas en verano, cuando el calor invita todavía más a la lujuria. Junto a ellas, aparecen un marinero y un estudiante que Picasso finalmente suprimió del cuadro. “Por razones estéticas decidió eliminar a los hombres”, apunta Permanyer, que recuerda que en los esbozos aparecen “un porrón, símbolo fálico, que también se omite, y un corte de sandía, alegoría al sexo femenino, que sí aparece en el resultado final”.
Para muchos, la obra sería una reflexión del placer sexual y la muerte, aunque su principal hito consiste en proponer una nueva libertad creadora, lo que convertiría a Picasso en el artista más innovador desde la irrupción de Giotto, que a su vez terminó con la tradición bizantinista para dar el punto de salida a la pintura moderna. “Picasso quería romper de verdad y para siempre con la tradición, la manera de pintar académica, y sustituirla por la imaginación, el modelo mental”, explica Cirlot. “Hay una geometrización de las formas que antes no se producía, una esquematización, un gusto por el primitivismo y además descubre el collage, la técnica más revolucionaria del siglo XX y que ha llegado al XXI”, añade.


Del rechazo al éxito

Las primeras críticas no fueron del todo halagadoras. Durante años, el cuadro solo fue visible por artistas y el círculo más cercano a Picasso en su estudio de Bateau-Lavoir. La aceptación fue dispar. Por ejemplo, Matisse, líder de la vanguardia parisina, consideró que se trataba de una burla a la pintura contemporánea y el crítico Leo Stein afirmó que era una gamberrada del joven pintor de 25 años.
Tras su exposición de hace cien años, la obra permaneció unos cuantos más enrollada hasta que en 1924 fue adquirida por el diseñador francés Jacques Doucet por un precio no muy alto, 25.000 francos. En 1937, la pintura formó parte de una retrospectiva de Picasso 

a Nueva York, y allí se quedó, adquirida por el Museo de Arte Moderno por 25.000 dólares, donde todavía permanece bajo el título de ‘Las señoritas de Aviñón’, un nombre que Palau i Fabre rechazaba. El experto picassiano escribió en unas cartas que el cuadro debería rebautizarse como ‘Las señoritas de la calle Avinyó’ y añadía: “Es una vergüenza la tergiversación y que Barcelona continúe aceptándola”. Aunque el resultado pictórico acaba imponiéndose a su origen. “Es una pintura que tiene su punto de partida en Barcelona y el de llegada está todavía por descubrir”, sentencia Cirlot.