martes, 29 de marzo de 2016

Ocho Picassos subastados al día



Picasso, rey en récords y volumen de ventas
Sólo 10 minutos de una puja de «Les femmes d’Alger» bastaron en mayo de 2015 para alcanzar una cifra superior a todas las subastas de arte de, por ejemplo, Italia el pasado año. El malagueño, imparable, sigue rompiendo los esquemas con un promedio de ocho obras vendidas al día y el top en volumen de negocio, según «Art Price»
Parecía destronado (aunque el podio seguía siendo suyo). Al menos, si se echaba un vistazo rápido y por encima a los resultados de las subastas de los últimos meses. Francis Bacon, Giacometti y Modigliani son los nombres con los que se escribían los nuevos récords. Todavía así, su nombre se podía encontrar entre las piezas mejor vendidas de cada velada en Christie’s y Sotheby’s. Fue entonces cuando el año pasado en mayo la casa Christie’s alcanzó un nuevo techo para Picasso: «Les femmes d’Alger» (1955), una obra tardía del malagueño, se convirtió en la pieza más cara vendida en una subasta.
Ahora un informe de «Art Price», la base de datos que reúne y analiza todos los resultados de ventas públicas, revela que Picasso no sólo domina cuando se trata de grandes piezas, sino también en los trabajos medios y en las piezas menores. Los expertos de las casas de subastas lo saben. Por eso, en Londres se saca al martillo el 5 de abril una colección de cerámicas con más de 230 piezas que llevan su firma.

viernes, 25 de marzo de 2016

Vuelve el vinilo...al 'super'



Dos de los grandes supermercados británicos venderán discos de plásticoLa venta de álbumes creció un 64% en 2015 y superó los 2.6 millones de euros.
CONXA RODRÍGUEZLondres
Los tradicionales álbumes LP de música hechos de vinilo de color negro nunca han desaparecido, pero sí han quedado arrinconados en pequeñas tiendas de segunda, tercera o cuarta mano al antojo de coleccionistas y nostálgicos de otros tiempos y formatos de grabación musical. Las cintas magnetofónicas, los CD y las descargas (buenas, bonitas y baratas) mandaron a los discos de vinilo a la basura o al baúl de los recuerdos. Sin embargo, el año 2015, en Reino Unido, ha puesto freno a esta tendencia.Sainsbury's, una de las grandes cadenas de supermercados británicos, ha anunciado que volverá a vender álbumes de plástico en sus tiendas. Este anuncio sigue al de Tesco, la otra gran cadena de supermercados de Reino Unido, la cual pondrá a la venta música en plástico a partir del próximo mes de diciembre.
Regalos para las Navidades del 2016 Ambas cadenas han tomado nota de lo que dice la British Phonographic Industry (BPI), el gremio de la fonografía, y éste dice que en el último año (2015) la venta de discos de vinilo ha aumentado en un 64% en Reino Unido superando la cifra de 2 millones de libras (2.6 millones de euros), por primera vez en los últimos 21 años.Nombres de la talla de Adele y Foo Fighters graban ahora su música en varios formatos, incluido el LP (Long Play o álbum) de vinilo. Gennaro Castaldo, portavoz de BPI (Industria Fonográfica Británica), cree que la nueva entrada de los supermercados al mercado de la música en plástico perjudicará a las pequeñas tiendas que, al fin y al cabo, son las que han mantenido vivo el interés por este formato musical."Los establecimientos independientes y los coleccionistas se han perpetuado desde la década de 1980 con el vinilo, si ahora los supermercados se meten a competir, la competencia es buena por una parte y mala por la otra porque pueden desaparecer las tiendas pequeñas, por consiguiente, el objetivo del sector es conseguir el equilibrio adecuado y la supervivencia para todos", explica el portavoz de British Phonographic Industry el cual apunta también a los pocos fabricantes que quedan en Reino Unido para producir discos de plástico. En ese frente, el de la producción, también se verá un crecimiento que acompañe al de las ventas.

NTRE BITS & CHIPSConsumer Electronic Show 2016



El CES se rinde al vinilo con Sony y Technics


Dos de las novedades de la feria CES de Las Vegas no habrían estado fuera de lugar hace tres décadas. El vinilo está de moda y la prueba es que tanto Technics como Sony están dispuestas a lanzar nuevos tocadiscos para aprovechar el tirón del mercado.
La primera ha creado una nueva edición de uno de los reproductores de discos más famosos, el SL-1200. Lanzará una edición limitada el próximo verano y una nueva generación en serie a finales de año
La segunda sorprendió en su presentación en la feria con la PS-HX500, una mesa de diseño simple y elegante, creada para audiófilos y con la peculiaridad que permitirá digitalizar cada disco en formato DSD, el utilizado por los sistemas de sonido de alta definición.
Fue la guinda de un evento que ha estado centrado sobre todo en el sonido. La compañía japonesa Sony mostró nuevos auriculares inalámbricos compatibles con reproductores de alta definición y altavoces inalámbricos y portátiles pensados para fiestas.
La imagen ocupó también un lugar destacado en el discurso de Kaz Hirai, presidente de Sony. Su gama de televisores para 2016 se enriquecerá con nuevos modelos compatibles con el formato 4K y soporte para alto rango dinámico (HDR). Una nueva tecnología de retroiluminación permitirá además que los televisores muestren imágenes más brillantes y contrastadas.
Consciente de que la falta de contenido en 4K está siendo un lastre para la industria, Sony confirmó también que planea lanzar una aplicación para comprar o acceder en streaming a películas en formato 4K HDR. La aplicación se llamará ULTRA y se lanzará a lo largo de 2016 en varios mercados, incluyendo EEUU. La empresa también tiene lista una cámara de vídeo personal Handycam capaz de grabar vídeo en 4K y a un precio inferior a los 1.000 euros.



miércoles, 23 de marzo de 2016

Roma se rinde ante «La Belle Époque» De Toulouse-Lautrec



al conocido pintor bohemio en el Museo dell’Ara Pacis con más de 170 litografías procedentes del Museo de Bellas Artes de Budapest (Hungría)
El artista francés Henry Toulouse-Lautrec (1864-1901) es considerado como uno de los cartelistas más famosos a caballo entre el siglo XIX y el siglo XX; en aquella etapa tan intrínsecamente europea como fue la “Belle Époque”, producto de una prosperidad del Viejo Continente que acabará con el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Hoy, un siglo después, la Ciudad Eterna acoge al conocido pintor bohemio en el Museo dell’Ara Pacis con más de 170 litografías procedentes del Museo de Bellas Artes de Budapest (Hungría). La exposición, que recorre la actividad del artista bohemio desde el año 1891 al 1900; reúne lo mejor de la producción del francés, presente en la pinacoteca húngara. El evento, cuenta también con la presencia de fotografías y películas de comienzos del siglo XX que evocan la París de la “Belle Époque”.
La colección de litografías reunidas en Roma en honor al aristócrata bohemio se ha generado en las dos primeras décadas del siglo XX. La primera adquisición tuvo lugar precisamente en el año de la muerte del artista, en 1901. Con el pasar de los años, fueron comprándose más obras, sobre todo entre 1910 y 1915. Así pues, en un tiempo relativamente breve, se ha conformado una colección de gran importancia internacional, que hoy reúne dos tercios de la producción artística del pintor galo. “Organizar una exposición de este tipo en Roma ha sido un verdadero desafío”, afirmaba recientemente László Baán, director del Museo de Bellas Artes de Budapest.


La exposición se divide en cinco secciones temáticas. La primera, “Noches parisinas”, representa la época en la que el joven Henri, mediante la próspera ayuda de sus padres, se muda del Sur de Francia a la capital gala, concretamente al barrio bohemio de Montmartre; donde vivirá la vida nocturna de la París de finales del siglo XIX. En la sección titulada “Las divas” es donde se encuentra el más conocido de sus trabajos, “Moulin Rouge”, de 1891, donde aparecía la famosa bailarina de la época La Goulue. En “Las mujeres de la noche” se reúnen las obras pertenecientes al ambiente frívolo de los burdeles que Lautrec disfrutaba entre 1892 y 1895. En la sección “En el teatro” se puede reconocer la activa presencia del aristócrata galo en los ambientes dramáticos y, finalmente, el quinto apartado temático, “Con los amigos”, es el más personal, donde el pintor bohemio hace hincapié en los aspectos más relevantes de su vida privada, con especial miramiento a la equitación.

Toulouse-Lautrec nunca visitó Roma en vida. Sin embargo, el cineasta italiano Federico Fellini, dijo un día: “Antes de los hermanos Lumière, Lautrec adelantó los encuadres y los principios de la representación cinematográfica. Además, se sentía atraído por las personas despreciadas, por todos aquellos definidos como depravados. Este aristócrata desdeñaba el mundo sano y bello, y creía que las flores más hermosas y puras crecían en el terreno podrido”.


La peculiaridad del arte de Lautrec fue la humanidad retratada en los momentos cotidianos de diversión, de modo que cautivó a la burguesía francesa del momento. Será el barrio parisino de Montmartre su gran elemento de inspiración, ya que la mayor parte de su obra se encuadra precisamente en el retrato esencial de la vida nocturna de los locales de aquella zona: “La idea es representar un sujeto aún mejor de como lo haría su intrínseca naturaleza”, comentó él mismo en su época. Los protagonistas eran los cuerpos, las poses, la gestualidad: cantantes, actrices, payasas, acróbatas y bailarinas congeladas en una instantánea a través de sus actitudes más características.
En poco tiempo, el artista se convertirá en uno de los ilustradores más solicitados de la capital gala. Le encargarán carteles promocionales para funciones de teatro, bailes y otros espectáculos, sin olvidar portadas de importantes revistas de la época, como la satírica “Le Rire”. El célebre cartel “Moulin Rouge” (1891), será el que consagrará definitivamente a Lautrec en la técnica litográfica a través de un “Art Nouveau” (Modernismo) que ejercía de nexo de unión entre la decoración artística y la producción industrial.
József Rippl-Rónai (1861-1927), pintor húngaro contemporáneo de Toulouse-Lautrec, dijo una vez: “Amaba armar jaleo. Era un gran bebedor. Transcurría las noches fuera aunque me quedara a hablar con él hasta la última hora de la tarde. En cada uno de nuestros encuentros, no perdía la ocasión para invitarme a la imprenta de Ancourt, que él visitaba diariamente para trabajar en sus litografías. Después del ajenjo, el olor que más le gustaba era el de la imprenta”.
El pequeño Henri, cuando tenía 4 años, no veía la hora de celebrar, con toda su familia, el bautizo de su hermano pequeño. El problema fue que todavía no sabía escribir como para dejar un recuerdo en el registro de invitados, algo que probablemente alguien le hizo notar. Fue en ese momento, cuando tomará comienzo la carrera de un artista entregado al dibujo como elemento testimonial de su época: “¡Qué más da! ¡Dibujaré un buey!”.